El «Pity» asumió el cargo en reemplazo de Salvador Mónaco en la sexta fecha de la pasada temporada, tomó el plantel en la última posición y lo llevó a los cuartos de final, adquiriendo el equipo una relevancia mayúscula en la última instancia del certamen, donde fue sacado de la competencia después de un controvertido arbitraje de Gerardo Méndez Cedro.
Murúa ejecutó a la perfección un meticuloso trabajo durante casi 7 meses y ahora tendrá la oportunidad de iniciar de cero un nuevo ciclo con un plantel que será renovado en un cincuenta porcientos y que tendrá como principal objetivo enriquecer los números que alcanzó en el reciente torneo.  
Con respecto al esqueleto del nuevo plantel ya tienen asegurado un lugar el arquero Pablo Lencina, el goleador Mariano Mc Coubrey, el delantero Brian Uribe y los inamovibles Fabricio Elgorriaga, Matías Llanquetrú, Matías Birge, Mauricio Mansilla y Rodrigo Bona. Podrían sumarse uno o dos jugadores más del actual plantel, y el resto serán refuerzos.
Al parecer la alternativa de reestructurar los torneos de ascenso quedaría postergada para el próximo año. Madryn era una fija para ser invitado, pero frente al enfriamiento de esa posibilidad, habrá que pensar en el armado de un equipo con aspiraciones de ascenso en el Federal A.
Será Murúa quien ahora tendrá la posibilidad de buscar los jugadores que pretende dirigir durante la temporada que se avecina y responsabilidad de la dirigencia cubrir las apetencias del entrenador. Ambas partes ambicionan el ascenso y ese será el horizonte que tendrá la etnia aurinegra en los próximos meses.