Llegó a Estados Unidos el avión iraní-venezolano que estuvo retenido en Ezeiza

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos afirmó este lunes que "completó" el decomiso de un Boeing de carga vendido por una aerolínea iraní sancionada, Mahan Air, a una compañía venezolana y que llevaba año y medio retenido en Argentina.

"El avión incautado, construido en Estados Unidos, fue transferido por una aerolínea iraní sancionada en una transacción que violó las leyes de control de exportaciones de Estados Unidos y benefició directamente al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, que es una organización terrorista", dijo el vicefiscal general Matthew G. Olsen, citado en un comunicado del Departamento de Justicia, según informó la agencia AFP.

"Mahan Air -acusada de transportar armas y combatientes para el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y Hezbollah- violó nuestras restricciones de exportación al vender este avión a una aerolínea de carga venezolana. Ahora es propiedad del gobierno de Estados Unidos", recalcó Matthew S. Axelrod, subsecretario de Control de Exportaciones.

La confiscación "culmina más de 18 meses de planificación, coordinación y ejecución por parte del gobierno de Estados Unidos y nuestros homólogos argentinos", añadió el fiscal federal Markenzy Lapointe.

La aeronave, que ya se encuentra en territorio estadounidense, había partido a la 1.25 de hoy desde Ezeiza y hasta ese momento estuvo bajo custodia del Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos, quienes tuvieron a su cargo la coordinación de las inspecciones mecánicas y de los lugares de almacenamiento, mientras las tareas de mantenimiento fueron ejecutadas por la empresa Risk Mondial, Aviation & Recovery.

El avión aterrizó en Buenos Aires el 6 de junio de 2022 con una carga de autopartes de SAS Automotriz, una firma que comercializa asientos y panel de instrumentos para Volkswagen. El 8 de junio, dos días después de su llegada, el avión intentó volar a Uruguay para cargar combustible, pero el Gobierno de ese país le impidió aterrizar, por lo que retornó a Ezeiza.

En ese momento, la Justicia argentina retuvo a la tripulación de la nave, integrada por quince venezolanos y cuatro iraníes, bajo sospecha de que las verdaderas tareas de sus tripulantes no eran precisamente las del transporte de carga.

Para sostener esta hipótesis, se basaron, entre otras cosas, en que el piloto de la aeronave era Gholamreza Ghasemi, un iraní que era directivo de la aerolínea Fars Air Qeshm, vinculada al grupo terrorista Hezbollah.

En la imputación realizada por el juez Villena se señalaba que Fars Air Qeshm operaba "vuelos entre Irán y Siria de forma regular" y formaba parte de los esfuerzos realizados por Irán y la Fuerza Quds "para equipar a Hezbollah con armas y componentes militares avanzados" e indicaba que las armas estaban siendo contrabandeadas "desde Irán a Hezbollah en el Líbano utilizando vuelos civiles de Teherán a Damasco".

El año pasado la Justicia dictó la falta de mérito para el comandante, el copiloto y tres integrantes de la tripulación, al no encontrar elementos para sobreseerlos ni para procesarlos, por lo que, junto al resto de las personas que venían abordo, fueron autorizados a abandonar el país.

Citando documentos judiciales, Washington afirma que el capitán del avión era "un excomandante" de la Fuerza Qods, una rama del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, además de "accionista y miembro de la junta directiva de una segunda aerolínea iraní sancionada, Qeshm Fars Air".

Según el gobierno estadounidense, las autoridades argentinas recuperaron un registro de Mahan Air "que documenta los vuelos de la aeronave".

Estos registros confirman "violaciones adicionales de las leyes de control de exportaciones de Estados Unidos entre febrero y mayo de 2022 cuando Emtrasur reexportó la aeronave" entre Caracas, Teherán, y Moscú "sin autorización del gobierno de Estados Unidos", añade.

De su lado, Venezuela denunció el "robo descarado" del traslado de la aeronave "consumado" este lunes tras "la confabulación entre los gobiernos de los Estados Unidos de Norteamérica y de la República de Argentina".

"El Estado ejercerá todas las acciones que permitan restablecer la justicia y lograr la restitución de la aeronave a su legítimo propietario", dijo la Cancillería venezolana en un comunicado.