Quieren que Esquel sea el polo de desarrollo de la marihuana medicinal en la Patagonia

Tras la reglamentación de la Ley 27350, que regula la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados, la Asociación de Cannabicultores de la cordillera chubutense viene protagonizando reuniones con representantes de distintas instituciones para lograr la implementación local de la nueva normativa. La expectativa es que Esquel se convierta en un polo de desarrollo regional del programa nacional para el estudio y la investigación de la planta de cannabis, a partir del trabajo conjunto con la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, CONICET, INTA y el Hospital Zonal. 

En diálogo con EL CHUBUT, Federico Galván, presidente de la asociación de cannabicultores, explicó que “la idea es formalizar el trabajo que venimos haciendo en el hospital y al que desde hace un tiempo se sumó la Universidad. Para eso juntamos los requerimientos y presentamos la asociación formalmente ante la Inspección General de Justicia: hicimos la presentación y ahora estamos esperando la devolución, que nos den la personería jurídica y podamos empezar a sellar acuerdos de trabajo para implementar la ley 27350, más conocida como ley del cannabis medicinal”. 

Confió que “la ley insta a las instituciones como el hospital, el INTA, universidades, el CONICET, o a toda la sociedad en sí, a tomar un problema que nos está tapando, y que tiene que ver con la necesidad de acceso al cannabis como una alternativa de tratamiento y manejo del dolor”.  A modo de ejemplo, señaló que “el hospital empezó a recibir desde hace un tiempo a pacientes cansados de esperar a que el Gobierno actue, que querían conseguir su propio aceite y recorrían los consultorios preguntando por dosis para controlar la mejoría. A partir de ahí es que nos acercamos para compartir nuestra experiencia pero esperamos que este trabajo se transforme en un trabajo más formal. Constantemente recibimos la demanda de gente que nos pide que hagamos talleres o charlas y en eso estamos. Vamos a oficializar el trabajo con las distintas instituciones”.

TRABAJO EN EQUIPO
Galván advirtió que días atrás “ya tuvimos una primera reunión con representantes de distintas instituciones y con suerte vamos a empezar a trabajar de manera conjunta. Por lo pronto el 26 de noviembre se va a realizar una jornada de cannabis en el Melipal, a la cual están todos invitados. Y la charla no sólo va a girar en torno al cannabis medicinal, sino también se va a incluir la fase del cannabis industrial, que es por ahí la menos conocida, pero que apunta a la utilización para la confección de telas, extracción de celulosa, materiales de construcción y todo tipo de subindustrias que pueden llegar a beneficiar el desarrollo de la zona”. 
“Obviamente que la parte medicinal es importantísima y la de mayor impacto, por eso se va a compartir el trabajo de las distintas instituciones, la experiencia del trabajo de Cuidados Paliativos del Hospital Zonal, o la experiencia que estamos teniendo con la gente de la universidad”.

AUTOCULTIVO PENDIENTE
La nueva legislación opinó que todavía “es insuficiente”. Para Galván hay ciertos aspectos que repensar, como el caso del autocultivo: “creemos que al Estado le va a ser muy difícil abastecer a todas las personas que necesitan el cannabis. Hay muchas variedades de cannabis disponibles y no todas son eficientes para todas las enfermedades. Por eso el proceso va a llevar un tiempo importante cuando la gente no puede esperar, la gente necesita el aceite y resolver hoy el dolor. Estamos solicitando que permitan hacer el aceite en las casas, con la que el paciente ya sabe que le hace bien, con el control propio de pesticidas. El autocultivo nos parece fundamental para resolver la situación actual”.