A 35 años de una jornada que jamás olvidaremos

No fue un día más por el contrario fue una jornada que ha de quedar marcada en la mente de todos los madrynenses que se volcaron a las calles de la ciudad para recibir a esos valerosos jóvenes que con escaso conocimiento y adiestramiento bélico debieron afrontar una guerra que dejó muchas heridas difícil de cerrar, pero que no ha de ser olvidada por el coraje y el valor que afrontaron en una lucha desigual.
Aun para muchos madrynenses que nos tocó vivir aquel día histórico, nos corre una sensación difícil de explicar por nuestras venas, al recordar la cara de esos jóvenes soldados a bordo de camiones del ejército y la armada que habían llegado hasta nuestra ciudad para trasladarlos hasta la ex Barraca Lahusen, en la intersección de las calles Alvear y Belgrano, donde fueron temporalmente alojados hasta llevarlos a sus respectivos destinos militares y luego enviarlos sin más a sus hogares, sin ningún tipo de apoyo psicológico ni humano que les permitiera un normal reencuentro con sus seres queridos.

Han pasado 35 años de aquella gesta, y aun sigue fresco el recuerdo de los días vividos en el continente para quienes éramos simple habitantes. Ni que decir de aquellos hombres que con apenas 18 años pasaron sus días en una trinchera, en un puesto, o en algún lugar de esas recónditas Islas, tratando de ganar una guerra que nunca debimos haber enfrentado, pero que por obra de un puñados de mesiánicos nos obligó a una lucha fraticida.
Hoy  no es un día más para los madrynenses, hoy es el día que Madryn , su comunidad dio todo de sí para contener a un puñado de jóvenes que sin saberlo habían dado su vida por la Patria.