"La marginalidad vinculada a los consumos problemáticos genera más robos, no la pobreza"

En diálogo con FM EL CHUBUT, el obispo de Rawson, Roberto Álvarez, dio su visión respecto a lo que ocurre en Trelew con los hechos delictivos y la inseguridad, señalando que responde a "la pérdida del mandamiento de No Robarás".

El sacerdote indicó que "la marginalidad vinculada a los consumos problemáticos es la gran variable" para el aumento de la delincuencia, ya que "cuando uno la vincula con no tener trabajo o dejar de recibir subsidios, se está en la línea chica de creer que la gente muy pobre no puede ser honesta".

Frente a este razonamiento, el Obispo subrayó que "hay gente que antes de robar o crear violencia prefiere morirse de hambre, porque es pobreza digna que jamás tendría gestos violentos".

Fue por ello que planteó a la educación como elemento fundamental para combatir la delincuencia, planteando "no solo la educación formal, sino la educación constante que nace desde la emulación, porque se generan estilos en base a lo cotidiano".

Consideró que como sociedad, en varios aspectos, "hemos sido abandónicos: desde el consejo familiar, lo vecinal, lo comunitario y desde el Estado", para generar los hábitos y costumbres a emular, "me parece que el repliegue de todo eso es más evidente en Trelew, es donde está más rota la red, donde está más quebrado el sistema de ayuda, la estructura de lo que está bien y mal, el estímulo".

En esta línea, subrayó que "el principio donde avanzo sobre los demás y delinco es más visible en barrios pobres de Trelew, pero el haber perdido el mandamiento de 'No Robarás' también está en el asaltante de guante blanco, en los que han saqueado la Provincia o los que ensucian el mar".

Fue en este punto donde retomó lo planteado al principio, "no creo que sea la pobreza lo que genera más robos, sí la marginalidad vinculada a los consumos problemáticos y de otros estilos, esto sí genera más robos, pero no la pobreza".

Frente a este panorama, el sacerdote planteó que "es un hermoso momento en Trelew para ponernos de acuerdo y ver qué vamos a hacer", considerando que "la sociedad pide un castigo que sacie la sed de venganza" sobre quién delinque, pero "no resolvemos nada".

"El castigo por su puesto que debe existir, porque se debe responder por el mal hecho, pero (esa persona) debe reparar, reparar su corazón, la educación, la cercanía, la integración comunitaria; ese es el tema; y desde la iglesia estamos dispuestos a articular o ayudar", cerró.