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Educación: ¿Existe un modelo de evaluación flexible?

En términos absolutamente educativos, la evaluación sería el acto de juzgar la efectividad del proceso de enseñanza y aprendizaje a partir de la información obtenida, procesada y analizada por los estudiantes.

Si bien esta definición es correcta en sí misma, es importante que esta estrategia educativa se adapte a las necesidades del estudiante en términos de situación social, familiar y de capacidad personal, de expresión.

 

Para lograr ese objetivo es necesario poder flexibilizar el concepto, donde solo se logra el objetivo expresando o demostrando conocimiento a través de un único método evaluador pensado de manera general, obviando los procesos individuales.

 

Según Piaget, lo que buscamos es ofrecer al estudiante la certeza de que su persona esta siendo considerada en su historia, en su contexto y en su realidad y que desde allí deben abordarse los objetivos.

 

Tomar en cuenta tanto las características del contexto donde se desarrolla el proceso educativo como las particulares necesidades, posibilidades e intereses de cada estudiante y la zona y realidad familiar es importante, porque nos va a marcar sus ritmos estilos y potencial a futuro.

Adecuar las técnicas que permitan lograr el mejor desempeño de sus capacidades no solo el tema en cuestión sino teniendo como objetivo el desarrollo de todo su potencial en función de su desempeño a futuro.

 

Los modelos flexibles se caracterizan por tener un propósito social a largo plazo, al entender las necesidades de cada zona, cada realidad social e individual.

 

Estas se pueden apoyar en distintos ejes, que van desde lo más cotidiano y básico, como apoyarse en la tecnología, metodologías innovadoras y disruptivas como pilares que favorezcan el desarrollo del proceso evaluatorio, como sucede en los casos de niños con dislexia, donde el formato teórico/escrito no incrementa su potencial y desempeño.

 

En síntesis, la importancia de poder ver a la persona y sus circunstancias más allá de lo pequeño y formal. Entendiendo que en este proceso hay mucho más en juego y eso nos acompañara por el resto de nuestra existencia.

Me gustaría dejar como ejemplo el relato de una docente sobre una evaluación y como tuvo en cuenta el contexto, el momento y las consecuencias y a mi criterio, logro mucho mas que una limitada evaluación, para convertirla en una enseñanza, en dignidad dando herramientas a futuro. Evaluar el esfuerzo y el contexto personal puede alentar el crecimiento y el potencial de un niño.

 

Si entendemos este concepto, seguramente entenderemos la historia que les dejo a continuación, publicada por una docente.

La docente que aprobó a una alumna que "no sabía nada"

Una niña se presentó sin haber estudiado a un examen en un colegio de Mar del Plata y la maestra decidió cambiar el rumbo de la evaluación El modelo educativo en cada país suele diferenciarse. Cómo mejorar el aprendizaje de los alumnos es un tema a tratar cada año en el inicio del ciclo educativo. En la ciudad de Mar del Plata, una profesora decidió modificar el rumbo de una evaluación cuando una de sus alumnas le manifestó que "no sabía nada" para el examen.

 

En su blog, Lucía Gorricho contó la historia que vivió junto a su alumna, que necesitaba aprobar un examen para pasar de año. El relato se viralizó en Internet. La docente le confesó al diario La Capital de la ciudad costera que no se imaginaba que iba a tener tanta repercusión. "Me emocioné", dijo.

 

Dijo que no sabía nada

 

Así lo relató la docente: "Este año tomé horas en una escuela en Sierra de los Padres, una localidad del Partido de General Pueyrredón que cuenta con una población estable de unos 4 mil habitantes. El lugar forma parte del sistema montañoso de Tandilia y está compuesto por sierras de unos 150 metros de altura. La vegetación es muy diversa y se pueden apreciar pastizales, monte y bosque.

 

En el espacio conviven un barrio residencial con calles que respetan la topografía y campos productivos ubicados sobre los márgenes; siendo el más destacado en la actualidad por su rentabilidad, el cultivo de frutillas. Hay varias agro-empresas operando en la zona y todas contratan mano de obra boliviana y han recibido diversas denuncias por parte de organizaciones sociales y ambientales que señalan, no solo situaciones de semi-esclavitud en relación con la mano de obra, sino que han advertido sobre el uso de agroquímicos como parte del paquete tecnológico de producción.

 

Esta semana me citaron para evaluar a una estudiante que debía una materia que la habilitaría, en caso de aprobarla, a pasar de año. El director me anticipó que el nivel académico no era bueno, pero que era una alumna que se esforzaba mucho para estar en la escuela.

 

Como no fue estudiante mía decidí preguntarle a ella los temas que habían visto en geografía el año anterior; pero no se acordaba ninguno. Con piel morena y voz muy bajita, me dijo que no había podido estudiar porque no tenía libro ni carpeta. Entonces le dije que yo tenía toda la voluntad de aprobarla, pero que era fundamental que escribiera algo que justificara la nota.

 

A pesar de mi insistencia no supo decir nada en relación con los contenidos de la planificación anual y entonces le pregunté:

 

-¿De las frutillas sabes algo?

 

Abrió los ojos enormes.

 

-Sí, me dijo.

 

Entonces sobre la hoja de carpeta que ella misma me dio escribí:

 

Evaluación de Geografía / Fecha: 07/04/16 / Año: 2º / Estudiante: G.C

 

1) Describir una actividad económica.

 

Y ella preguntó:

 

-¿Puedo escribir también sobre Bolivia?

 

Porque yo soy Boliviana.

 

-Si claro, le dije. Entonces agregué:

 

2) Mencionar los aspectos más importantes del algún país latinoamericano.

 

A las dos horas me entregó 3 hojas escritas de ambos lados con letra clara y prolija.

 

Hacía tiempo que no corregía una evaluación con tanto entusiasmo. Todo el relato de esta nena de 14 años aportó, sin duda, a mi formación como geógrafa y como docente. Comparto el desarrollo de la evaluación porque creo que no pueden quedar estos contenidos solo en mí.

 

Corregí las faltas de ortografía y agregué algunos signos de puntuación para facilitar la lectura.

 

1) En la frutilla trabajan aproximadamente 200 personas que cosechan la fruta, limpian el campo, sacan las hojas, sacan la maleza, tienen que carpir. Ahora pagan más que antes aún mejor, pagan todo lo que hacen si carpean, limpian la cunita, etc. Algunos niños trabajan ahí aproximadamente de la edad de 13 años para arriba y algunas embarazadas también pero no hacen tanto esfuerzo o si no, no trabajan. Eso depende de ellas. A veces lo hacen para ayudar a sus maridos. Algunos de ahí, bueno casi todos, son juntados.

 

Casi todos los bolivianos trabajan en el campo y siempre llegan cansados y que no le toman importancia a los hijos que nunca le preguntan nada qué cómo estás o algún problema en la escuela.

 

La frutilla se cosecha en cunitas en un carrito y un balde. El balde es para descartable y la cunita es para armar caja. Eso se llama embalada. A mí me gusta embalar y armar cajas y claro, a la frutilla se le pone esa cosa rara en las plantas. Las riegan con un tubo que está debajo del plástico. Lo ponen los tractores.

 

Las cajas con frutilla y las cunitas con frutilla descartable se lo lleva un tractor que viene a las 12:15 o cerca aproximadamente y a la tarde también.

 

Los bolivianos pueden soportar más el campo que los argentinos porque los bolivianos tienen el trabajo más pesado y los argentinos están en las oficinas, ¿o será porque ellos sí pudieron estudiar? Yo pregunto en mi casa porque no estudian porque no hay tiempo, es la misma respuesta que me dan todos los días.

 

Ya que la frutilla es una empresa, a nosotros nos dan techo, agua potable, luz, menos gas. Pero claro, a veces nos quitan un poco de plata para ayudar en las pagas. Para que los padres se vayan tranquilos a trabajar hay una guardería que los cuidan. Ahí les dan desayuno, comida y merienda y hay reuniones para levantar la basura. Porque además de levantar la basura de su casa, tienen que levantar la basura del patio o del suelo del baño y si no están presentes, tienen que pagar 5 pesos por cada día que falten.

 

También hay donaciones que mandan o traen en camiones y se le dejan a una señora que se llama Graciela y parece que ella se queda con las ropas de las cosas bonitas que llegan y lo descartable lo dejan en una carretilla para que la gente lo use.

 

2) Bolivia me encanta porque la primera vez que fui me encantó. Cuando es de noche todas las luces se encienden de todos colores y yo escucho tambores y cosas, así como una banda porque mi casa está en una montaña. Me acuerdo cuando fui a la cancha. La cancha es una cosa que llega casi a la terminal. Hay tiendas de comida, ropa, bebidas y cosas de mercadería. A mí me gustó donde venden caña de azúcar.

 

En Bolivia hay montañas chicas y en la escuela les dan uniformes. ¿Sabía que en el jardín de niños estudian las líneas, los cuadrados, triángulos y números?

 

La gente del campo vive en casas de barro y paja y lo único que comen es chuño y mate y cuando es cumpleaños de alguien de la familia comen seco que significa arroz con papa y ensalada y carne seca y queso de vaca y de desayuno arroz con leche y buñuelo. Todo eso lo cocinan en una clase de horno a la parrilla y yo me sé el nombre, pero no sé cómo se escribe.

 

La gente, más bien las mujeres, tienen que ir con ropa lavada desde su casa hasta que llegan a un río caminando y la ropa la llevan en un aguayo en la espalda. Más o menos lo que tienen que caminar es desde aquí hasta Zulema para enjuagar la ropa.

 

¿Alguna vez comió tostado? Se hace con habas. Las haces secar al sol hasta que estén más secas. Después tenés que poner en una olla sal y después poner las habas secas y tostarlas hasta que revienten. Mi abuela las hacía. ¿Sabe que mi abuela tiene ochentaialgo y fue al doctor y le dijo que estaba muy fuerte ella? Vive en el campo y solamente dos veces la vi. La aprobé.

 

La abracé cuando se fue. Le pedí permiso para compartir su texto en internet y le dije que escribiera todo lo que pudiera porque escribir hace bien y porque siempre hay cosas importantes para contar. Con un 4 (cuatro) pasó de año y por eso no estará en mi aula durante este ciclo lectivo, pero espero cruzármela en los pasillos o en el patio y preguntarle:

 

¿Cómo fue tu día de ayer? ¿Lo querés contar en un papel?

 

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1888837-la-docente-que-aprobo-a-una-alumna-que-no-sabia-nad

 

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