"Para servir a Dios y A Usted"

La docencia un estilo de vida, diálogo con Trinidad Aguila

Trinidad Águila cruzó el Atlántico siempre ejerció la docencia y ahora jubilada disfruta de lo que en mucho tiempo no pudo hacer por estar abocada al trabajo.
Nací en España Almería,  vine a la Argentina con 4 años.

por REDACCIÓN CHUBUT 05/02/2018 - 18.05.hs

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Mis primeras letras las aprendí en la escuela de Bryn Crwn con cinco años a esta altura ya puedo decir que soy más argentina que española.
Mis compañeros sentían curiosidad por mi (hasta el día de hoy me encuentro con ellos y algunos  maestros de aquella época que se acuerdan de mi acento español) una de mis ex compañeras Elda Griffiths cada vez que me llama por teléfono me dice “Oh, Trinidad Águila para servir a Dios y a Usted”; esto es a raíz que cuando me preguntaban mi nombre yo me ponía de pié y decía Trinidad Águila para servir a Dios y a Usted.
Después seguí mis estudios en la Escuela 100 de Gaiman y terminé en la Escuela 12 de Bryn Gwyn hoy escuela Abraham Mathews número 61 donde paradójicamente yo fui alumna y, terminé mi carrera docente.
Mi secundario lo hice en el Colegio Camwy culminando mis estudios para la docencia en el colegio María Auxiliadora de Rawson. Mi periplo por diferentes escuelas fue a raíz de que mi padre era agricultor y donde conseguía una chacra allí se iba a trabajar.
La docencia antes se estudiaba de otra manera, por eso en cuarto año ya comenzábamos con las practicas en el aula y también en educación física que se hacían en el patio.
Me recibí en 1968  (sigue su relato Trini) y en marzo de 1969 el señor Sabino que era en aquella época presidente del Consejo de Educación me llama porque había una suplencia en la Escuela 130 de La Angostura, así que comienzo mi carrera docente con 18 años recién cumplidos en esa escuela.
Ahí trabajé tres meses hasta que vino el titular.
Recuerdo que lloré mucho cuando terminé esa suplencia porque creía que no iba a trabajar más.
Pero… no fue así a los tres días ya estaba trabajando en el Dique Ameghino.
Al Dique me llevó mi papá y mi hermano me acompañó porque tenía que vivir sola, él tenía 12 años, me dieron una casita de Agua y Energía, ahí enseñé un mes.
A la semana siguiente ya tenía trabajo en Dolavon donde estuve tres meses, la directora era la señora de Derín y me quedaba de pensión en la casa de una viejita galesa «Nain Mery». 
Todo esto ocurrió durante 1969. En 1970, fui a Rawson por que yo quería enseñar en el interior. Ni bien lo mencioné me dieron un pasaje y me mandaron a hacer una suplencia a Río Mayo. Toda una odisea cruzar la provincia – recuerda- fui en Aerolíneas Argentinas hasta Comodoro Rivadavia, allí subí al avión de LADE y llegué a Río Mayo donde tengo mi primer anécdota,  al tocar pista el avión hacía sonar una bocina (yo no sabía que los aviones tenían bocina) así que, pregunté que pasaba y  me dijeron que la pista estaba llena de caballos.
Cuando bajé del avión me esperaba el portero.
Con mi valijita me instalé en la casa número 5  que correspondía a las maestras solteras y, estuve dos años en un internado hermoso, donde el ciclo lectivo comenzaba en agosto y te ibas en marzo, fue una experiencia muy linda y gratificante. Tenía compañeras de todo el país, trabajé con la señora Luisa Acomazzo de González a quien recuerdo muy bien, de ella recuerdo que aprendí muchísimo.
Trabajar en un internado es como ser la madre de los chicos además de la maestra.
Había más de doscientos alumnos, muchos de ellos internos que venían desde los 6 años.
De Río Mayo fui a Camarones. Al internado de Ketty, por que la directora era Catalina de Maizal, excelente persona que también me enseñó muchísimo. Ahí ya tenía compañeras de Gaiman como Aida Evans, Ivon Owen, Alicia Morejón. En Camarones estuve solo un año pero con mucha felicidad porque en los internados se trabajaba de una manera especial.
En 1974 decidí casarme y ya no podía seguir yendo al interior, (era muy bueno mi novio aguantando tantos periplos) pero teníamos que formalizar.
Así es como pido el traslado a la Escuela 21 de Trelew donde estaba de directora la señora Chiche Linares y además haciendo doble función en la 130 de la Angostura  donde tenía  cuatro grados.
Estuve catorce años viajando del corazón del valle a Trelew.

 

La funcion de madre y docente
La función de madre y docente es dura pero yo tuve la suerte de tener a mi mamá joven que vivía conmigo así que era, como que me despreocupaba.
Tuve por siete años un solo hijo Marcelo, que mientras estaba en Trelew me lo cuidaba mi mamá.
Cuando nació Marianela ya ahí pedí traslado porque me parecía que estaba muy lejos si me necesitaban, así que me fui a Bryn Gwyn.
Renuncio a la escuela de La Angostura y me quedo con un solo turno pero ¡Oh sorpresa! la escuela de jornada simple se transforma en jornada completa así que, otra vez a trabajar siete horas y… al año siguiente me ofrecen un cargo en la Escuela 609 de adultos. 
Así que previa reunión familiar para ver si estaban de acuerdo que yo tomara este cargo y; ante el apoyo familiar acepté el desafío.
Y repito agradezco el haber tenido a mi mamá que es la que realmente me crió a mis tres hijos. No sólo estuve al frente de las aulas en mi carrera docente. 
En la escuela de Bryn Gwyn estuve primero como secretaria, después como vicedirectora y  más tarde a cargo de la dirección. Tener personal a cargo es difícil, cuando uno es sólo docente parece todo muy fácil y lindo, pero cuando el personal está a tu cargo te das cuenta que no es fácil ni lindo pero de todos modos tuve una buena experiencia. En la escuela de Bryn Gwyn trabajé hasta que me jubilé es decir que estuve allí 18 años al igual que en la 609 para adultos, tuve muchas satisfacciones con las personas mayores que aprendieron conmigo.
Ahora disfruto mucho este retiro de las aulas. Viajo, me acuesto a la hora que quiero y me levanto tarde. Descanso por todo lo que trabajé desde que tengo memoria, porque nunca dejé de tener doble turno incluso en Río Mayo que trabajaba en el colegio Secundario. 
Pero inquieta como soy estoy segura que comenzaré a trabajar para la comunidad en alguna cooperadora o comisión.
Por ahora quiero darme el lujo de descansar que creo, me lo merezco.

 

Anecdotas en el recuerdo
Además de mi experiencia con la bocina de aviones tengo algunas otras anécdotas.
En Río Mayo nos propusimos inaugurar la biblioteca escolar para poder hacerlo; necesitábamos ayuda así que mandamos una carta a LU 20 Radio Chubut de Trelew la emisora hizo eco de nuestro pedido y en un programa que dirigía Carlitos Ferrari, Luis Alberto Jones y Baby Orellano donde imitaban a los galeses y … como te decía ellos hicieron una campaña donde se juntaron una cantidad impresionante de libros en la plaza Independencia de Trelew.
Era tal la cantidad de libros que tuvieron que alquilar un avión de la Base. Los tres viajaron a Río Mayo con el cargamento no solo de libros, sino también de revistas.
Nosotros entre tanto organizamos un acto para inaugurar la biblioteca y  para recibirlos.
Como yo era de la comisión, la directora me pidió que preparara un discurso.
Imaginate en Río Mayo, todas las autoridades presentes, los locutores que llegaban con la carga de libros, los padres de los alumnos, toda la comunidad y…yo empiezo a referirme al tema, meto la mano al bolsillo para sacar el papel donde tenía el discurso y no lo tenía así que….tuve que improvisar.
Cuando pregunté la gente ni cuenta se había dado pero yo, estuve una semana sin dormir porque me parecía que había hecho el papelón del siglo. 
Hasta el día de hoy cuando me ve la directora se acuerda.
Otra de mis anécdotas en el recuerdo está referida a mi primera elección democrática en el año 1983, cuando termina el gobierno militar y llaman a elecciones, me envían una notificación donde me decían que había sido designada presidente de mesa. 
Yo estaba en Camarones pero tenía mi domicilio en Gaiman, así que nos vinimos en un Fiat 600 con una amiga, traía mi ropa impecable para lucirla ese día tan especial.
Cuando estábamos llegando a Trelew miro el bolso y me había olvidado los zapatos ¿y ahora que hago? me pregunté desesperada ; mi compañera me dice: “ la única posibilidad que nos queda es pasar por LU 20 Radio Chubut y mandar un comunicado al poblador rural”, porque en Camarones había quedado una compañera mía que venía más tarde y podía traerme el calzado.
No sabía como poner el comunicado porque me daba vergüenza. En LU 20 me atiende Hugo Edgar Gómez y al comentarle lo que me pasaba y que no sabía que poner en el comunicado el me dice: “es muy simple, se le comunica a Aida Evans en Camarones que Trinidad le pide  por favor le traiga lo que se olvidó debajo de la cama”.
Por supuesto mi compañera escuchó el mensaje y me trajo los zapatos.

 

El recuerdo de un alumno muy especial
Uno siempre tiene recuerdos de los alumnos que pasaron por las aulas pero uno de ellos me dejó un recuerdo imborrable.
Me acuerdo de quien hoy es el doctor Raúl Omar Ferrero, abogado, que fue uno de mis primeros alumnos.
Era excelente, participaba en los actos, hacía teatro, era un chico completísimo.
Estaba en primer grado y recuerdo cuando le enseñaba a leer y escribir. A los dos meses me sorprende al  abrir un Billiken donde estaba la propaganda de los diccionarios y… con sólo dos meses de ir a la escuela empezó a deletrear y decía "Lala rrou se", no sé como no me lo comí a besos porque me parecía mentira que en dos meses había aprendido a leer y escribir.
Así nos despedimos de Trini, que compartió experiencias, alegrías y anécdotas.
Sabemos que hay  otras docentes que habrán experimentado estos mismos sentimientos en Trini, reflejamos a muchas de ellas.
Archivo Es Tiempo del Valle… María Cristina Berruezo.

 


 

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