Sociedad

López Salaberry fue nombrado Académico del Tango por el trabajo de difusión realizado en Costa Rica

Oscar López Salaberry, conocido como el Embajador Plenipotenciario del Tango, fue nombrado como miembro honorario de la Academia Nacional del Tango de Argentina, por el trabajo de difusión, constante y sistemático, realizado en Costa Rica durante casi tres décadas.

por REDACCIÓN CHUBUT 06/05/2024 - 16.17.hs

Tras concluir sus labores como embajador de Argentina, López Salaberry se quedó a vivir en Costa Rica y descubrió que había aquí una legión de tangueros; entonces se propuso llevar al tango a todos los lugares posibles, desde las universidades hasta los pueblos más remotos. Desde entonces no ha parado su labor académica enseñando a tocar, a cantar y a bailar tango. 

 

El trabajo tesonero y serio de este patagónico, realizado aquí durante 27 años, fue conocido y valorado por los miembros de la Academia Nacional del Tango de su país, quienes tras analizar los atestados de este artista y comunicador, acordaron sumarlo como miembro y Académico por Costa Rica.

 

El legado

Nadie se ha entregado aquí tanto al tango como Oscar López Salaberry. Su tarea empezó siendo embajador de Argentina entre 1997 y el 2.000; entonces tomó el tango como un estandarte de la identidad argentina; fue este diplomático, abogado y músico, quien captó esa identidad y, a partir de ahí, ha hecho un trabajo serio y fructífero que hoy se le reconoce al más alto nivel.

 

Una vez afincado en Costa Rica, gracias a una iniciativa de Alfredo “El Chino” Moreno con el aval de Sebastián Tena, empezó con “Simplemente tango”, en Radio Eco que, durante siete años, convocó a los tangueros por excelencia y a muchos que se fueron interesando en el tema. En aquella legendaria emisora sumó tres mil episodios. Además, durante tres años, produjo y presentó El Barco, en Canal 13. También dirigió, durante varios años, el espacio radiofónico de análisis informativo Magazine Internacional.

 

Tocaba guitarra y se hizo saxofonista. Formó un conjunto, empezó a dar clases, a bailar, a soñar y a tocar el bandoneón para que el tango sonara más a tango: hoy sigue en lo mismo y no se detiene, la cuerda no se le acaba… hay tango para rato. Ha ido a Limón, al norte y al sur a tocar y a bailar: también va a los colegios, a los asilos y ha actuado a cielo abierto en el Mercado Central de San José. También fue el bandoneón el que le permitió subir al escenario del Teatro Nacional con Malpaís. 

 

Oscar va y viene, sube y baja. Es como el tango mismo: inagotable, profundo, misterioso y a veces escabroso. Él nos muestra que cuando se tiene pasión por algo, debemos llevarla hasta todos los extremos posibles.

 

El tango ha crecido mucho más en nuestro país, gracias a su empeño. Ninguna embajada ha hecho tanto por el tango como él. Eso sí, nunca ha recibido ningún premio y reconocimiento oficial. Por eso resulta tan significativo que la propia Academia Argentina del Tango lo haya incorporado.

 

Natural difusor de la cultura de su país, López Salaberry, a quien ahora conocemos como el Embajador Plenipotenciario del Tango, también ha realizado coloquios, colaboraciones musicales, teatro, poesía, ha sido profesor universitario y coordinó una semana dedicada a José Luis Borges.

 

El tanguero López-Salaberry, exprofesor de ingeniería legal de la Universidad de la Patagonia y quien fuera Ministro de la Patagonia, Argentina, agradece cada vez que puede el abrazo de bienvenida que le dieron aquí los seguidores del tango, su pan de cada día.

 

Muchos logros más

Durante 4 años, López Salaberry ofreció clases gratis en la Universidad de Costa Rica, dirigidas a los adultos mayores, enseñando a 50 alumnos. 

 

Enseñó gratuitamente a bailar tango a cuatro invidentes del Instituto Hellen Keller. 

 

Dio conferencias en la Universidad de Costa Rica, bajo el título de La Historia No Autorizada del Tango, en la Escuela de Estudios Generales.

 

Desarrolló un programa para llevar el tango a las escuelas de enseñanza primaria, dirigido a niños desde los seis años de edad, en 14 centros educativos de Heredia y Santa Ana. 

 

Ahora está llevando el tango a Guanacaste, enseñando a bailar a escolares de diez años, y enseñando a cantar tango a los adultos mayores en los hogares diurnos de Playas del Coco, Filadelfia y Sardinal.

 

Dirigió un taller para más de 50 profesores de tango en San Ramon, de seis horas, donde mostró la historia del tango, enseñó a bailar y, lo más interesante, fue que les enseñó cómo se debe tocar un tango.

 

Además, ha dirigido y producido los dos Festivales de Tango de la Escuela Municipal de Artes Integradas (EMAI) de Santa Ana, realizados en el 2023 y 2024, catalogados como un ejemplo de difusión cultural y un éxito de asistencia, durante una semana de actividades en ambos casos. En este festival, con la participación de la Banda Sinfónica del EMAI, la Banda de Conciertos de San José, con músicos, cantantes y bailarines invitados, logró múltiples reconocimientos por presentar la historia viva del tango a través de la danza. 

 

Por esta amplia lista de realizaciones en pro del ritmo argentino, y tras un exhaustivo estudio de sus logros en tierra costarricense, durante casi tres décadas, fue que el Concejo Directivo de la Academia Nacional del Tango, en Buenos Aires, tomó la decisión de incorporarlo y nombrar al ex Embajador de Argentina en San José, como Académico por  Costa Rica.

 

El fin de semana anterior Oscar López Salaberry enseñó a los talentosos muchachos de la Banda Juvenil de Nicoya, cómo tocar, bailar y cantar un tango. Lo muchachos están como locos… y él también.  Esta fiebre artística no se detiene, sigue llegando a muchas más comunidades y a muchos corazones, gracias al trabajo y a este difusor de la cultura tanguera.

 

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