En la antesala del Gran Premio de Brasil de Fórmula 1, Franco Colapinto protagonizó un emotivo reencuentro con Rubens Barrichello, uno de los íconos del automovilismo brasileño y mundial.
En la casa del ex piloto de Ferrari y Jordan, el joven argentino se subió a uno de sus históricos monoplazas, en una postal que une pasado y futuro del deporte motor sudamericano.
“El placer de tenerte en mi casa, amigo”, escribió “Rubinho” en sus redes, mientras Colapinto respondió con humor argentino: “Ojo con el asador, Rubens. Algo aprendiste en Argentina.”
El lazo entre ambos se remonta a 2018, cuando Colapinto competía en Fórmula 4 en Estados Unidos. En aquel entonces, Barrichello —ya retirado de la Fórmula 1, pero siempre cerca de los jóvenes talentos— se acercó al paddock para saludar al adolescente bonaerense que ya mostraba un talento especial.

Desde ese momento, el brasileño siguió de cerca su carrera, alentando su crecimiento hasta llegar a la Fórmula 2 y a su actual rol como piloto reserva de Williams en la máxima categoría.
El reencuentro en Brasil tuvo un tono simbólico y emocional. Barrichello, uno de los pilotos con más grandes premios disputados en la historia de la F1, abrió las puertas de su hogar y permitió que Colapinto se subiera a uno de sus monoplazas más emblemáticos, testigo de sus años de gloria.
Ambos compartieron charlas, risas y el respeto mutuo que une a dos embajadores del talento motor sudamericano, justo en la semana donde Interlagos vuelve a rugir con el alma en suelo “Verdeamarelho” y donde Colapinto será local con una marea argentina.+