Si la historia se cuenta de atrás hacia delante, como exige la información, se dirá que Carlos Tevez vuelve al ruedo después de sus pasos por Rosario Central e Independiente para hacerse cargo de Talleres, de Córdoba, que este mismo miércoles empezará a entrenar al primer equipo después de arreglar este mediodía su incorporación al club, y que ya el viernes estará dirigiendo en el debut frente a San Lorenzo en el Clausura, y en el estadio Mario Kempes.  

Pero para que todo esto pasara, hubo un episodio anterior muy inmediato, que ocurrió nada más en la mañana de este mismo martes, cuando tras el desayuno que estaba tomando en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CARD) Amadeo Nuccetelli, antes de hacerse cargo del entrenamiento, Cocca se enteró que ya no podría contar con Juan Portillo, que presiona para irse a River Plate, y probablemente con el también volante Matías Galarza Fonda, que puede seguir el mismo camino que el anterior.

Al enterarse de esto, que fue la gota que rebalsó el vaso luego de otros episodios divergentes con la dirigencia "tallarín" encabezada por Andrés Fassi, y a tres días del debut en el torneo Clausura, Cocca, quien había asumido el pasado 28 de mayo, decidió renunciar al cargo por diferencias con la dirigencia en el armado del equipo.

El experimentado director técnico le comunicó la decisión al plantel inmediatamente, incluso antes que la dirigencia que intentara convencerlo.

Cocca había sido elegido para conducir a la T luego de los interinatos de Pablo Guiñazú y Mariano Levisman, quienes estuvieron al frente del equipo tras el flojo segundo ciclo del “Cacique” Alexander Medina, ganándole inclusive la pulseada para el cargo al otro candidato, que no era ni más ni menos que el propio Tevez. Y al final, el “Apache” se quedó con todo.