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Transporte Wenú enfrenta a Jockey Club en la final de la División de Honor
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Transporte Wenú enfrenta a Jockey Club en la final de la División de Honor

El conjunto cordillerano superó por 4 - 2 a Los Gordos de Mar Chiquita y definirá este sábado, por la noche, ante los mendocinos, que dejaron en el camino a Andes Talleres, por 2 - 1, en el otro cruce de semifinales.

Foto: @australdigitalstudio
Por REDACCIÓN SUPERDEPOR

(Por Carlos “El Chavo” Ortiz). – Habrá que pellizcarse para saber si es cierto. Porque lo que está viviendo Transporte Wenú es un verdadero cuento de hadas. Anoche le ganó a Los Gordos de Mar Chiquita por 4 a 2, en un partido también increíble como los anteriores y esta noche jugará su séptimo partido del campeonato, el más importante de todos, jugará la final de la Divisional de Honor.

Impensado, increíble, emocionante. Transporte Wenú jugará la final ante el multicampeón Jockey Club de Mendoza, quien le ganó a Andes Talleres por dos a uno (después de estar abajo en el marcador) en el otro encuentro de semifinales.

La victoria de ayer fue tan difícil como las anteriores. En un partido sumamente parejo, todo se definió por pequeños detalles. Aunque tras el tercer tanto, a 13 minutos del final, parecía que todo ya estaba terminado. 

Wenú tomó la iniciativa del partido con distintos cuartetos que pusieron en cancha Sergio Tusset y Lucas De Godos. Tuvo más trabajo, o al menos debió prestar más atención, el arquero Gabriel Leguizamón que el grandote arquero de Wenú, Josué De Godos. Pero estos partidos se definen por pequeños detalles.

Juliano Muñoz perdió el balón en la mitad de la cancha, Emanuel Rosas dispara al arco y Josué que da rebote, la pelota que le queda al interminable Cristian Banegas quien se acomoda y mete un tiro cruzado, inatajable para el arquero de Wenú.

A seis minutos del final del primer tiempo, Wenú estaba en desventaja. Los Gordos no habían hecho los méritos suficientes para estar arriba en el marcador. Pero a este nivel las equivocaciones se pagan caros. 

Y tras cartón, una desinteligencia en la defensa de Wenú y la pelota que dio de lleno en el travesaño, ante una salida en falso de De Godos, lo que pudo haber sido el segundo tanto para Los Gordos.

En la jugada siguiente se produce el gol de Wenú. Trastabillándose Elvis Bahamonde recupera un balón en la mitad de la cancha, toca hacia atrás para Paul quien mete un pase precisamente para el mismo Elvis y este a su vez habilita a Enzo quien estaba recostado sobre la izquierda. El corte de Elvis hacia el medio del área y el pase preciso. Para que el mejor jugador del campeonato, frente al arco, conquiste el empate.

La pelota la recuperó Elvis en la mitad de la cancha, la pelota la metió Elvis dentro del arco. 

La jugada la arrancó él, la jugada la terminó él. Maravilloso lo de Elvis Bahamonde. 

Pero la historia no terminaría siendo tan fácil, como se pensaba.

Después de un quite milimétrico de Paul Crespo ante un rival que solo encaraba el área de Wenú, uno de los árbitros consideró falta en el borde del área. Frente al arco, el disparo rasante de Banegas, un nuevo rebote que da Josué de Godos y la concreción de Emanuel Rosas, quien estaba recostado sobre un poste al lado del arquero para poner el dos a uno. 

Por eso la historia no iba a ser tan fácil.

Durante el segundo tiempo se vio la mejor versión de Wenú. Fue superior a su rival, donde lo presionó en todos los sectores de la cancha.

La pelota le llegó a De Castro (el arquero que remplazó a Leguizamón para la segunda mitad) y jugó la pelota hacia adelante, de primera con el pie. Justo el balón le quedó a Gonzalo González, quien desde el medio hizo una diagonal hacia la derecha, dejando a dos rivales en el camino. Se acomodó con velocidad, sacó un remate alto y cruzado que dio de lleno en el travesaño.

El rebote lo tomó Jonathan San Martín para poner la igualdad.

En 3min 30seg de la etapa complementaria Wenú lograba su segundo tanto del partido y la cabeza le jugó de otra manera. No solo a Wenú, también al equipo bonaerense.

En el mejor momento del equipo de Esquel se produjo el tercer gol. La pelota le llegó a Nehemías Barría en la mitad de la cancha por el sector izquierdo. Avanzó unos metros con pelota asegurada hasta que encontró el hueco para pegarle al arco, inatajable para De Castro que solo la pudo buscar adentro de su valla.

A 13 minutos del final del partido, Wenú daba vuelta el marcador. A partir de allí solo había que jugar con el corazón caliente y con la cabeza bien fría.

Y hubo tiempo para un cuarto gol, Bahamonde recuperó una pelota en el centro de la cancha con velocidad va en diagonal hacia la derecha y con la misma velocidad ejecuta un disparo al arco cuyo balón dio en el arquero De Castro que no pudo contenerlo de entrada, cuyo rebote le quedó justo para Enzo San Martín, quien solo tuvo que empujarla, levantar los brazos y festejar.

Asunto liquidado. Los Gordos ya no tuvieron respuestas para al menos descontar en el resultado y dejar el partido con un manto de suspenso. Nada de eso sucedió. 

Wenú aguantó hasta el fin del encuentro ante el delirio de su gente que no lo podía creer. Transporte Wenu jugará esta noche la final de la Divisional de Honor. Impensado, pero sin dudas, merecido.

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Transporte Wenú enfrenta a Jockey Club en la final de la División de Honor

El conjunto cordillerano superó por 4 - 2 a Los Gordos de Mar Chiquita y definirá este sábado, por la noche, ante los mendocinos, que dejaron en el camino a Andes Talleres, por 2 - 1, en el otro cruce de semifinales.

(Por Carlos “El Chavo” Ortiz). – Habrá que pellizcarse para saber si es cierto. Porque lo que está viviendo Transporte Wenú es un verdadero cuento de hadas. Anoche le ganó a Los Gordos de Mar Chiquita por 4 a 2, en un partido también increíble como los anteriores y esta noche jugará su séptimo partido del campeonato, el más importante de todos, jugará la final de la Divisional de Honor.

Impensado, increíble, emocionante. Transporte Wenú jugará la final ante el multicampeón Jockey Club de Mendoza, quien le ganó a Andes Talleres por dos a uno (después de estar abajo en el marcador) en el otro encuentro de semifinales.

La victoria de ayer fue tan difícil como las anteriores. En un partido sumamente parejo, todo se definió por pequeños detalles. Aunque tras el tercer tanto, a 13 minutos del final, parecía que todo ya estaba terminado. 

Wenú tomó la iniciativa del partido con distintos cuartetos que pusieron en cancha Sergio Tusset y Lucas De Godos. Tuvo más trabajo, o al menos debió prestar más atención, el arquero Gabriel Leguizamón que el grandote arquero de Wenú, Josué De Godos. Pero estos partidos se definen por pequeños detalles.

Juliano Muñoz perdió el balón en la mitad de la cancha, Emanuel Rosas dispara al arco y Josué que da rebote, la pelota que le queda al interminable Cristian Banegas quien se acomoda y mete un tiro cruzado, inatajable para el arquero de Wenú.

A seis minutos del final del primer tiempo, Wenú estaba en desventaja. Los Gordos no habían hecho los méritos suficientes para estar arriba en el marcador. Pero a este nivel las equivocaciones se pagan caros. 

Y tras cartón, una desinteligencia en la defensa de Wenú y la pelota que dio de lleno en el travesaño, ante una salida en falso de De Godos, lo que pudo haber sido el segundo tanto para Los Gordos.

En la jugada siguiente se produce el gol de Wenú. Trastabillándose Elvis Bahamonde recupera un balón en la mitad de la cancha, toca hacia atrás para Paul quien mete un pase precisamente para el mismo Elvis y este a su vez habilita a Enzo quien estaba recostado sobre la izquierda. El corte de Elvis hacia el medio del área y el pase preciso. Para que el mejor jugador del campeonato, frente al arco, conquiste el empate.

La pelota la recuperó Elvis en la mitad de la cancha, la pelota la metió Elvis dentro del arco. 

La jugada la arrancó él, la jugada la terminó él. Maravilloso lo de Elvis Bahamonde. 

Pero la historia no terminaría siendo tan fácil, como se pensaba.

Después de un quite milimétrico de Paul Crespo ante un rival que solo encaraba el área de Wenú, uno de los árbitros consideró falta en el borde del área. Frente al arco, el disparo rasante de Banegas, un nuevo rebote que da Josué de Godos y la concreción de Emanuel Rosas, quien estaba recostado sobre un poste al lado del arquero para poner el dos a uno. 

Por eso la historia no iba a ser tan fácil.

Durante el segundo tiempo se vio la mejor versión de Wenú. Fue superior a su rival, donde lo presionó en todos los sectores de la cancha.

La pelota le llegó a De Castro (el arquero que remplazó a Leguizamón para la segunda mitad) y jugó la pelota hacia adelante, de primera con el pie. Justo el balón le quedó a Gonzalo González, quien desde el medio hizo una diagonal hacia la derecha, dejando a dos rivales en el camino. Se acomodó con velocidad, sacó un remate alto y cruzado que dio de lleno en el travesaño.

El rebote lo tomó Jonathan San Martín para poner la igualdad.

En 3min 30seg de la etapa complementaria Wenú lograba su segundo tanto del partido y la cabeza le jugó de otra manera. No solo a Wenú, también al equipo bonaerense.

En el mejor momento del equipo de Esquel se produjo el tercer gol. La pelota le llegó a Nehemías Barría en la mitad de la cancha por el sector izquierdo. Avanzó unos metros con pelota asegurada hasta que encontró el hueco para pegarle al arco, inatajable para De Castro que solo la pudo buscar adentro de su valla.

A 13 minutos del final del partido, Wenú daba vuelta el marcador. A partir de allí solo había que jugar con el corazón caliente y con la cabeza bien fría.

Y hubo tiempo para un cuarto gol, Bahamonde recuperó una pelota en el centro de la cancha con velocidad va en diagonal hacia la derecha y con la misma velocidad ejecuta un disparo al arco cuyo balón dio en el arquero De Castro que no pudo contenerlo de entrada, cuyo rebote le quedó justo para Enzo San Martín, quien solo tuvo que empujarla, levantar los brazos y festejar.

Asunto liquidado. Los Gordos ya no tuvieron respuestas para al menos descontar en el resultado y dejar el partido con un manto de suspenso. Nada de eso sucedió. 

Wenú aguantó hasta el fin del encuentro ante el delirio de su gente que no lo podía creer. Transporte Wenu jugará esta noche la final de la Divisional de Honor. Impensado, pero sin dudas, merecido.

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