Los jugadores de River que dejaron el club durante el exitoso ciclo del entrenador Marcelo Gallardo, en su gran mayoría para continuar en el exterior, no repitieron el éxito deportivo y en muchos casos lejos de potenciarse, perdieron brillo y trascendencia, con Matías Kranevitter y Lucas Alario como principales exponentes de una tendencia que se repitió una y otra vez.
| Por REDACCIÓN SUPERDEPOR |
El caso más emblemático quizá sea el del tucumano Kranevitter, quien se fue a fines del 2015 al Atlético de Madrid, pedido especialmente por el «Cholo» Simeone, pero no logró encajar jamás y su carrera se fue diluyendo con pasos intrascendentes por el Sevilla y luego el Zenit, de Rusia, hasta que recaló en enero pasado en el Monterrey, de México.
Los primeros que padecieron ese paso de la gloria a la intrascendencia fueron también Ariel Rojas, quien eligió irse libre al Cruz Azul de México, y Teo Gutiérrez, quien optó por marcharse al Sporting de Lisboa.
Los casos de otros dos jugadores que se fueron porque no tenían tanta continuidad son los de Emanuel Mammana y Germán Pezzella.
Los que siguieron el mismo camino también fueron Ramiro Funes Mori, quien pasó al Everton inglés y luego al Villarreal español, y Lionel «Piri» Vangioni, vendido al Milán donde casi no jugó y tuvo que buscarse un lugar en el Monterrey. La historia no cambió con los casos del chubutense Gabriel Mercado (Foto) que continuó su carrera en Sevilla y con Alario que se sumó al Bayern Leverkusen. Asimismo Carlos Sánchez o el propio Marcelo Barovero eligieron el fútbol mexicano como destino posterior a River.
Otro caso similar es el de Sebastián Driussi, quien se fue al Zenit de Rusia, mientras que los dos últimos en partir, el «Pity» Martínez a la MLS estadounidense, y Jonatan Maidana al Toluca de México, donde apenas jugó una decena de partidos, tampoco recuperaron el brillo de su etapa en Núñez.
Todos estos jugadores mencionados que son parte de los logros más importantes de River de estos últimos seis años sumaron contratos millonarios pero restaron actualidad deportiva y crecimiento en sus carreras.
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Los jugadores de River que dejaron el club durante el exitoso ciclo del entrenador Marcelo Gallardo, en su gran mayoría para continuar en el exterior, no repitieron el éxito deportivo y en muchos casos lejos de potenciarse, perdieron brillo y trascendencia, con Matías Kranevitter y Lucas Alario como principales exponentes de una tendencia que se repitió una y otra vez.
El caso más emblemático quizá sea el del tucumano Kranevitter, quien se fue a fines del 2015 al Atlético de Madrid, pedido especialmente por el «Cholo» Simeone, pero no logró encajar jamás y su carrera se fue diluyendo con pasos intrascendentes por el Sevilla y luego el Zenit, de Rusia, hasta que recaló en enero pasado en el Monterrey, de México.
Los primeros que padecieron ese paso de la gloria a la intrascendencia fueron también Ariel Rojas, quien eligió irse libre al Cruz Azul de México, y Teo Gutiérrez, quien optó por marcharse al Sporting de Lisboa.
Los casos de otros dos jugadores que se fueron porque no tenían tanta continuidad son los de Emanuel Mammana y Germán Pezzella.
Los que siguieron el mismo camino también fueron Ramiro Funes Mori, quien pasó al Everton inglés y luego al Villarreal español, y Lionel «Piri» Vangioni, vendido al Milán donde casi no jugó y tuvo que buscarse un lugar en el Monterrey. La historia no cambió con los casos del chubutense Gabriel Mercado (Foto) que continuó su carrera en Sevilla y con Alario que se sumó al Bayern Leverkusen. Asimismo Carlos Sánchez o el propio Marcelo Barovero eligieron el fútbol mexicano como destino posterior a River.
Otro caso similar es el de Sebastián Driussi, quien se fue al Zenit de Rusia, mientras que los dos últimos en partir, el «Pity» Martínez a la MLS estadounidense, y Jonatan Maidana al Toluca de México, donde apenas jugó una decena de partidos, tampoco recuperaron el brillo de su etapa en Núñez.
Todos estos jugadores mencionados que son parte de los logros más importantes de River de estos últimos seis años sumaron contratos millonarios pero restaron actualidad deportiva y crecimiento en sus carreras.
