Esquel

Esquel se sumó a los festejos por el Día Internacional del Voluntario

“El voluntario es alguien que da algo que no lo puede recuperar nunca y que es lo más valioso que tenemos”, dijo Sonia Correa, de Cáritas Prelatura Esquel.

por REDACCIÓN CHUBUT 15/12/2018 - 00.00.hs

Con una concentración de numerosos vecinos que integran las instituciones voluntarias de Esquel se celebró el pasado 5 de diciembre en Esquel el Día Internacional del Voluntario.  El acto tuvo lugar en la sede de Cáritas Esquel, en Perón al 200, donde se brindó el espacio para socializar el trabajo que se viene realizando de manera silenciosa en beneficio del vecino. 

 

Desde Cáritas Prelatura Esquel, Sonia Correa explicó que el 5 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Voluntario desde hace ya varios años. “Es una fecha promulgada por las Naciones Unidas hace ya 33 años, pidiendo a los países y naciones destacar, recorrer y celebrar el trabajo de todas las personas que dan su tiempo voluntariamente por el servicio y por el bien común”.

 

Subrayó en diálogo con FM Sol que se trata de “un trabajo que generalmente se hace de manera silenciosa, a veces levantando un poco más la voz.  Pero siempre trabajando por el bien común y para mejorar esta sociedad que estamos viviendo”. 

 

En el caso de Caritas, “tenemos en cada barrio una sede donde los voluntarios salen a visitar a las familias. Porque nuestra misión es estar al lado de las familias que más lo necesitan. Que pueden necesitar ropa y alimento, pero también otras cosas: necesitan una beca escolar pueda terminar la escuela o que pueda seguir una carrera terciaria. Por ahí necesitan apoyo para un emprendimiento”. 
Correa agregó que “los voluntarios caminan los barrios, escuchan a la gente, comparten un mate. El voluntario es alguien que da algo que no lo puede recuperar nunca, que es el tiempo, y que es lo más valioso que tenemos”.

 

Asimismo, confió que en Esquel “tenemos en nuestras comunidades muchos abuelos que están solos, que abren sus corazones y se ponen felices cuando llegan los voluntarios de Cáritas o de cualquier otra institución, a pasar un momento”. 
También reconoció que la devolución que reciben los voluntarios es el cariño de la gente. “Muchas veces es más lo que recibimos que lo que damos. Generalmente damos nuestro tiempo y la retribución es una sonrisa, reconocernos en la calle, y un gracias. Ser voluntario es un estilo de vida”.

 

TRABAJO SOLIDARIO 
Tras casi 16 años haciendo trabajos voluntarias, Correa recordó, “me acerqué por la catequesis de mi hijo y luego me convocaron para hacer pan para familias que lo necesitaban. De ahí me fui enamorando de este servicio voluntario. Siempre pensando que hay que tratar de hacer lo posible para que el que está a mi lado esté mejor”. 

 

Por último, hizo referencia a que “éste es un año particular donde el tema de la asistencia se ha sentido, con un número más elevado de personas que no llegan a fin de mes. a mediados de mes se nota que suben los pedidos de asistencia porque la gente no llega a fin de mes. Tratamos de generar esperanza, de transmitir que con el esfuerzo de todo se puede hacer que esto cambie”. 

 

Por ello indicó que “cada uno tiene algo que lo destaca y puede llegar a ofrecer. Desde ayudarnos a difundir hasta ayudarnos a visitar familias. Según donde se sienta cómodo cada uno puede colaborar de manera voluntaria”. 
 

 

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