Estudiantes estuvo a punto de dar vuelta la historia en el Jorge Luis Hirschi y meterse en semifinales de la Copa Libertadores de América. Venció por 1-0 a Flamengo e igualó el global 2-2, pero en los penales se topó con el arquero experto en la materia, Agustín Rossi, que jugó en el Pincha entre 2015 y 2017, y se despidió en cuartos de final. Los brasileños irán frente a Racing en busca de la final.

El trámite del partido no tuvo nada que ver con el de la semana pasada en el encuentro de ida. Aunque no tuvo la pelota durante gran parte del encuentro, el equipo argentino se plantó con gran templanza y seriedad, por lo que se quedó con un merecido triunfo, aunque lastimosamente no pudo pasar más allá de la valla del golero argentino, que tapó los penales de Gastón Benedetti y Santiago Ascacibar para meter a los suyos entre los cuatro mejores de América.

Fue un primer tiempo muy disputado. La pelota se la repartieron de a ratos y, si bien el Pincha se pudo plantar por momentos en el campo del Mengao, los brasileños tuvieron dos situaciones clarísimas para ponerse en ventaja y casi liquidar la serie, pero no las aprovecharon.

Lo que más incomodó a la última línea del equipo de Filipe Luís fueron los pelotazos cruzados desde los zagueros locales a las espaldas de los marcadores de punta. Y fue precisamente así como los dirigidos por Eduardo Domínguez consiguieron la ventaja que igualó parcialmente la serie.

Santiago Núñez buscó a Guido Carrillo con un largo lanzamiento casi desde mitad de cancha. Pero no encontró al delantero, sino a Gastón Benedetti, quien no necesitó controlar la pelota para desenfundar un envidiable zurdazo que venció la resistencia del argentino Rossi. Es cierto, dio la sensación que el arquero pudo haber hecho algo más. 

El complemento tuvo tramos de largas posesiones de los cariocas ante un elenco argentino muy bien plantado en su campo. Flamengo controló las acciones durante varios minutos, pero no dominó. Estudiantes le tapó correctamente cada vía de ataque y esa tenencia no prosperó para pisar con profundidad el último tercio del terreno pincharrata.

Los platenses entendieron que su papel debía ser el de contragolpear. O al menos así lo interpretó Domínguez, porque con el equipo replegado y habiendo aceptado el rol de pseudo protagonismo que tomaron los brasileños, sacó a un defensor, Santiago Arzamendia, y mandó a la cancha a Edwin Cetré para tener más vértigo y velocidad en las réplicas.

A su vez, el técnico de los de Río de Janeiro no creyó óptimo el estancamiento de su ‘nueve’ de referencia Pedro, por lo que, junto al ecuatoriano Gonzalo Plata (a quien la Conmebol le revocó la expulsión de la semana pasada y fue titular),  los reemplazó con dos veloces atacantes como Bruno Henrique y Luiz Araújo. Empero, la lentitud en las acciones de los volantes, cuya tarea era facilitar las acciones de los de arriba, no permitió que los cambios surtieran efecto.

Precisamente en un contraataque el Pincha encontró el 2-0 en el último cuarto de hora de partido, aunque fue anulado tras la revisión del VAR por offside de Benedetti: el autor del 1-0 había definido con vasta clase y categoría luego de que la peinara Carrillo. Así las cosas, el equipo argentino se sintió superior desde lo anímico con respecto a su rival brasileño, aunque no lo pudo plasmar en el resultado, que terminó con la serie igualada a dos.

De esta manera, el semifinalista se definió por penales. En la tanda, Rossi reeditó sus heroicas noches en el arco de Boca, atajó dos y depositó a Flamengo -que tuvo ciento por ciento de efectividad en sus remates desde los doce pasos- en la semifinal de la Copa Libertadores.

La ida será el 21 o 22 de octubre en el mítico Maracaná de Río de Janeiro. La vuelta, una semana después en el Presidente Perón, donde Racing viene definiendo todas sus series desde la Sudamericana que terminó ganando en 2024. Y no perdió ninguna. El tiempo y el fútbol definirán al finalista de esta edición 2025. Por el otro lado estarán Liga Universitaria Deportiva de Quito y Palmeiras, que sacó al River de Marcelo Gallardo.