superdepor.com.ar
Estudiantes venció por penales a Racing y se coronó campeón del fútbol argentino
Cargando...

Estudiantes venció por penales a Racing y se coronó campeón del fútbol argentino

Luego de una igualdad 1-1 a lo largo de 120 minutos, con goles de Martínez y Carrillo por lado, el arquero uruguayo Muslera contuvo dos tiros desde los doce pasos y festejó en Santiago del Estero.

Por REDACCIÓN SUPERDEPOR

Estudiantes se hizo gigante el sábado en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero, le ganó por penales (5-4) a Racing Club y se adjudicó el campeonato del Torneo Clausura. Es el cuarto título de Eduardo Domínguez como entrenador del equipo, el tercero en este recinto.

En el mismo arco donde en mayo del año pasado el Pincha gritó campeón también por penales ante Vélez por la Copa de la Liga, esta vez fue Fernando Muslera el héroe, al contener dos tiros desde los doce pasos. Los 120 minutos de juego acabaron 1-1, con goles de Adrián Martínez y de Guido Carrillo.

No pasó demasiado en el primer tiempo. Lo más peligroso por parte del elenco de Avellaneda se vio cuando el colombiano Duván Vergara encaró por izquierda, aunque no logró más que dos disparos inofensivos. Los platenses intentaron tanto por izquierda como por derecha, con Thiago Palacios y el otro cafetero Edwuin Cetré, respectivamente. Sin embargo, lo más cercano al arco de Facundo Cambeses fue un disparo del goleador Carrillo.

Durante los primeros minutos se lo vio mejor al Pincha. Más metido, más concentrado, más agresivo. Aunque el reloj empezó a correr y el desarrollo se tornó parejo, algo más parecido a una final. Y sobre todo entre dos equipos importantes de la Argentina, que en la actualidad son los mejores representantes del fútbol local.

No hubo mucho para recalcar. La pelota se repartió en el mediocampo y ninguno de los dos equipos pudo imponer sus condiciones. Tanto Agustín Almendra por parte de la Academia, como Santiago Ascacibar y Cristian Medina por el lado pincharrata, estuvieron contenidos y no lograron tener la cancha de frente en muchas ocasiones. Mas bien se vieron obligados a jugar hacia los costados con los laterales de sus respectivas formaciones.

En un campo de juego que no estuvo en las mejores condiciones, por la época del año y por la elección del recinto en el que se disputó la final, no hubo un dominador absoluto en los primeros 45 minutos. Fue un tramo de estudio de ambas partes y de entender qué errores no había que cometer. Los arqueros, prácticamente, fueron espectadores a la distancia de lo que ocurrió entre las medialunas de las dos áreas. Si Adrián Martínez la tocó dos veces, fue mucho. Casi no participó del circuito de juego y, mucho menos, en ataques racinguistas.

El complemento sufrió un ligero cambio con respecto al dominio territorial y futbolístico. “Ligero” que conforme fueron pasando los minutos se hizo absoluto. Los volantes y atacantes de Estudiantes no hicieron pie y los de Racing se los comieron a pura presión y pierna fuerte. Con buenos ingresos de Adrián Fernández y Tomás Conechny, el equipo de Gustavo Costas se hizo dueño de la pelota.

Y así como ocurrió en la Bombonera el domingo pasado frente a Boca, “Maravilla” Martínez, que no había pesado en el desarrollo del partido, fue determinante en un momento crucial. Controló óptimamente un pelotazo largo en tres cuartos de terreno adversario y, con complicidad de un defensor rival, se puso mano a mano con Muslera, pero no definió apurado. Como quien dice, en el área siempre hay tiempo: se acomodó, enganchó para su derecha y con un tiro elevado logró eludir cualquier rechazo adversario. Así venció a la valla del Pincha y estampó el 1-0 albiceleste.

El equipo de Eduardo Domínguez, entonces, intentó adueñarse de la posesión, pero sus intentos fueron en vano. Santiago Sosa, imbatible entre la defensa y el mediocampo, acompañado por Agustín García Basso y Nazareno Colombo, hicieron imposibles cualquier tipo de aproximación peligrosa por parte del elenco contrario. En realidad, fueron los diez jugadores de campo quienes defendieron la ventaja parcial con uñas y dientes para evitar la igualdad.

Así, los minutos pasaron y el Pincharrata platense no logró nunca acorralar a la Academia. Sin embargo, un centro desde la derecha conectó de manera oportuna con el intratable Carrillo, quien cabeceó al palo derecho de Cambeses, que no pudo reaccionar. De esa manera, en el tercero de los seis minutos agregados por el árbitro Nicolás Ramírez, igualó la final y la mandó al alargue, cuando parecía que el título se iba para Avellaneda.

Esos primeros quince minutos de tiempo extra fueron ligeramente favorables -en términos de posesión- a Racing, aunque la más clara la tuvo Estudiantes. Se notó la presión, el ahogo, el cansancio. Ninguno fue muy punzante. Es cierto que el elenco albiceleste fue ligeramente más agresivo, pero no comprometió demasiado a Muslera, porque sus intentos fueron aéreos y no muy bien direccionados. El segundo cuarto de hora también fue de dominio académico, con el aditivo de la chance clara que gozó “Toto” Fernández en el último suspiro del encuentro. Todo se definió en los penales.

Allí, Muslera se quedó con los remates de Gastón Martirena y de Franco Pardo para que Estudiantes, que había sufrido la atajada de Cambeses al tiro de Cetré, consiga un título de liga después de 15 años, tras aquel campeonato del equipo de Alejandro Sabella.

Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en whatsapp

SUPERDEPOR no se responsabiliza por los comentarios vertidos por sus lectores. Y se reserva el derecho de bloquear y o eliminar aquellos que contengan mensajes con contenido xenófobo, racista, y o discriminatorios.

Comentarios

Estudiantes venció por penales a Racing y se coronó campeón del fútbol argentino

Luego de una igualdad 1-1 a lo largo de 120 minutos, con goles de Martínez y Carrillo por lado, el arquero uruguayo Muslera contuvo dos tiros desde los doce pasos y festejó en Santiago del Estero.

Estudiantes se hizo gigante el sábado en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero, le ganó por penales (5-4) a Racing Club y se adjudicó el campeonato del Torneo Clausura. Es el cuarto título de Eduardo Domínguez como entrenador del equipo, el tercero en este recinto.

En el mismo arco donde en mayo del año pasado el Pincha gritó campeón también por penales ante Vélez por la Copa de la Liga, esta vez fue Fernando Muslera el héroe, al contener dos tiros desde los doce pasos. Los 120 minutos de juego acabaron 1-1, con goles de Adrián Martínez y de Guido Carrillo.

No pasó demasiado en el primer tiempo. Lo más peligroso por parte del elenco de Avellaneda se vio cuando el colombiano Duván Vergara encaró por izquierda, aunque no logró más que dos disparos inofensivos. Los platenses intentaron tanto por izquierda como por derecha, con Thiago Palacios y el otro cafetero Edwuin Cetré, respectivamente. Sin embargo, lo más cercano al arco de Facundo Cambeses fue un disparo del goleador Carrillo.

Durante los primeros minutos se lo vio mejor al Pincha. Más metido, más concentrado, más agresivo. Aunque el reloj empezó a correr y el desarrollo se tornó parejo, algo más parecido a una final. Y sobre todo entre dos equipos importantes de la Argentina, que en la actualidad son los mejores representantes del fútbol local.

No hubo mucho para recalcar. La pelota se repartió en el mediocampo y ninguno de los dos equipos pudo imponer sus condiciones. Tanto Agustín Almendra por parte de la Academia, como Santiago Ascacibar y Cristian Medina por el lado pincharrata, estuvieron contenidos y no lograron tener la cancha de frente en muchas ocasiones. Mas bien se vieron obligados a jugar hacia los costados con los laterales de sus respectivas formaciones.

En un campo de juego que no estuvo en las mejores condiciones, por la época del año y por la elección del recinto en el que se disputó la final, no hubo un dominador absoluto en los primeros 45 minutos. Fue un tramo de estudio de ambas partes y de entender qué errores no había que cometer. Los arqueros, prácticamente, fueron espectadores a la distancia de lo que ocurrió entre las medialunas de las dos áreas. Si Adrián Martínez la tocó dos veces, fue mucho. Casi no participó del circuito de juego y, mucho menos, en ataques racinguistas.

El complemento sufrió un ligero cambio con respecto al dominio territorial y futbolístico. “Ligero” que conforme fueron pasando los minutos se hizo absoluto. Los volantes y atacantes de Estudiantes no hicieron pie y los de Racing se los comieron a pura presión y pierna fuerte. Con buenos ingresos de Adrián Fernández y Tomás Conechny, el equipo de Gustavo Costas se hizo dueño de la pelota.

Y así como ocurrió en la Bombonera el domingo pasado frente a Boca, “Maravilla” Martínez, que no había pesado en el desarrollo del partido, fue determinante en un momento crucial. Controló óptimamente un pelotazo largo en tres cuartos de terreno adversario y, con complicidad de un defensor rival, se puso mano a mano con Muslera, pero no definió apurado. Como quien dice, en el área siempre hay tiempo: se acomodó, enganchó para su derecha y con un tiro elevado logró eludir cualquier rechazo adversario. Así venció a la valla del Pincha y estampó el 1-0 albiceleste.

El equipo de Eduardo Domínguez, entonces, intentó adueñarse de la posesión, pero sus intentos fueron en vano. Santiago Sosa, imbatible entre la defensa y el mediocampo, acompañado por Agustín García Basso y Nazareno Colombo, hicieron imposibles cualquier tipo de aproximación peligrosa por parte del elenco contrario. En realidad, fueron los diez jugadores de campo quienes defendieron la ventaja parcial con uñas y dientes para evitar la igualdad.

Así, los minutos pasaron y el Pincharrata platense no logró nunca acorralar a la Academia. Sin embargo, un centro desde la derecha conectó de manera oportuna con el intratable Carrillo, quien cabeceó al palo derecho de Cambeses, que no pudo reaccionar. De esa manera, en el tercero de los seis minutos agregados por el árbitro Nicolás Ramírez, igualó la final y la mandó al alargue, cuando parecía que el título se iba para Avellaneda.

Esos primeros quince minutos de tiempo extra fueron ligeramente favorables -en términos de posesión- a Racing, aunque la más clara la tuvo Estudiantes. Se notó la presión, el ahogo, el cansancio. Ninguno fue muy punzante. Es cierto que el elenco albiceleste fue ligeramente más agresivo, pero no comprometió demasiado a Muslera, porque sus intentos fueron aéreos y no muy bien direccionados. El segundo cuarto de hora también fue de dominio académico, con el aditivo de la chance clara que gozó “Toto” Fernández en el último suspiro del encuentro. Todo se definió en los penales.

Allí, Muslera se quedó con los remates de Gastón Martirena y de Franco Pardo para que Estudiantes, que había sufrido la atajada de Cambeses al tiro de Cetré, consiga un título de liga después de 15 años, tras aquel campeonato del equipo de Alejandro Sabella.

Mustang Cloud - CMS para portales de noticias