Carta del Lector

DOCENTE JUBILADA

Sr. Director:
Solicito a usted la publicación de la siguiente «Carta abierta a quien corresponda»:

por REDACCIÓN CHUBUT 01/06/2021 - 00.00.hs

Me recibí de profesora para la Enseñanza Primaria en la ciudad de Crespo, Entre Ríos, ciudad de inmigrantes alemanes del cual son mis orígenes; familias que vinieron a la Argentina como tantas otras a trabajar y a poner lo mejor de sí  en estas tierras que los cobijó y abrió sus puertas.

 

Me formé en ese ámbito de sacrificio, compromiso y fe, con el ejemplo de mi familia quienes me inculcaron el amor por el trabajo digno y de servicio.
Con ese espíritu de servicio desde la profesión docente me aventuré a solicitar trabajo en la provincia de Chubut donde se necesitaban muchos docentes, sobre todo en zonas desfavorables donde el clima y la lejanía muchas veces presentaban condiciones adversas.

 

Así fue que llegué a esta hermosa provincia a un pequeño pueblo que se llama Río Pico casi cercano al límite con Chile.

 

Fueron 16 años de trabajo en la cordillera donde el frío, el viento y la nieve no hacían la vida tan fácil, se trabajaba de septiembre a mayo porque los inviernos eran tan crudos que era imposible realizar la tarea en esas condiciones; igualmente primaba la convicción y la pasión por la profesión de acompañar a los niños en el maravilloso camino del aprendizaje.

 

En la provincia de Chubut me casé, nacieron mis cuatro hijos (hoy ya profesionales); dejé mis mejores años en pos de la educación, recorrí luego muchas escuelas en Trelew, Rawson, Playa Unión y escuelas de chacras; en cada una de ellas poniendo el corazón con responsabilidad y mucho amor en la tarea como docente y luego como vicedirectora y directora de varias escuelas hasta que llegó la etapa de la jubilación.

 

Hoy a pocos años de haberme jubilado siento mucha decepción y dolor al ver como no somos considerados: nuestros sueños se esfuman, nos deben nuestro sueldo de tres meses, nos van a pagar en junio el mes de marzo.

 

Pregunto ¿quién puede vivir sin cobrar lo que le corresponde? ¿Ya no le servimos al Estado? ¿y nuestros mejores años de juventud dedicados a educar? 
Cuando se trabajaba aún los fines de semana en escuelas con internado donde las escuelas eran nuestra familia. Tanto esfuerzo para colaborar desde nuestro humilde lugar con esta hermosa provincia que nos recibió con los brazos abiertos y que hoy presumo tan triste y agobiada!

 

¿Qué hacemos ahora? No es justo que nuestros hijos o familiares nos tengan que sostener económicamente. No es justo. No es lo que nos merecemos. No es humano. ¿Nos olvidaron? ¿Quién nos escucha? ¿Qué autoridad nos representa? Estamos solos. Somos muchos. Somos jubilados docentes de Chubut.

 

María Beatríz Gette
DNI 14.445.360 

 


 

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