Sierra Pintada la reserva de uranio más grande del país III
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Preocupación en la ciudadanía de San Rafael, Mendoza por la probable reiniciación de esta controvertida mina. En 1997 su actividad se detuvo, entre otras razones, por objeciones ambientales de la comunidad sanrafaelina. En 2010 una decisión judicial impidió su reapertura.
El 21 de enero pasado el Diario San Rafael y FM Vos 94.5 entrevistaron a Rodolfo Kempf, físico de la Universidad de Buenos Aires e investigador de la CNEA quien manifestó que la extracción se detuvo por objeciones ambientales y debates en la sociedad sanrafaelina. “Se inició un proceso de remediación ambiental, pero no para cerrar la mina definitivamente”. Kempf sostiene que aún queda un largo camino por recorrer. Reconoció que “El proceso de remediación está avanzado, pero no se ha completado en su totalidad”
En igual sentido, el 23 de enero, el mismo diario y FM Vos entrevistaron al reconocido biólogo y activista ambiental Raúl Montenegro, quien advirtió sobre los riesgos latentes y las falencias en gestión. Expresó el biólogo que “es absolutamente descabellado pensar en términos de apertura” subrayando que el inicio de la remediación de la mina en 2019 no fue el fin de los problemas, sino el inicio de un proceso que, según el experto, está lejos de concluir.
Haciendo hincapié en el cierre de la mina Montenegro subrayó que “La Multisectorial del Sur, acompañada por varias otras instituciones, tuvo un rol realmente fundamental para que se cerrara la mina que estaba contaminando en forma activa el ambiente. Pensemos, por ejemplo, el arroyo El Tigre, con valores altísimos de uranio”. Para este profesional es imprescindible concluir totalmente la remediación exigida.
Lo anterior es solo un resumen de los expresado por los entrevistados por los medios sureños. De ambos se destacan la imprescindible necesidad que la remediación se complete cuanto antes y que la reiniciación, en caso se insista, debería decidirse con la participación de la comunidad afectada por la operación de la mina.
Los pasivos ambientales, después de más de veinte años, siguen afectando la calidad del agua y el suelo de San Rafael.
Es fundamental recordar la medida que tomó el juez federal Raúl Héctor Acosta, en 2010, impidió la reapertura de la mina.
El tema está planteado y las voces se comienzan a escuchar y las que resuenan siempre son las de la población sanrafaelina que nunca recibió respuestas absolutas sobre el grado de contaminación de su suelo y menos respecto al agua que consume y que pasa por arroyos que atraviesan el cerrado emprendimiento minero de uranio de Sierra Pintada.
Esperemos que no se tomen decisiones a nivel nacional o provincial en forma acelerada y que la opinión del sur sea escuchada por el bien de las generaciones futuras.
El último informe oficial enviado al Concejo Deliberante de San Rafael, en febrero 2024, indica que la remediación aún está en “Fase I” del proyecto.
Eso sugiere que las tareas de tratamiento no se han completado o al menos no se informan públicamente como finalizadas.
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