Insólita actitud de los gobiernos cuando los ensayos nucleares III
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Los verdaderos efectos de las pruebas nucleares se revelaron en la década de 1990 cuando se desclasificaron documentos reveladores de las terribles consecuencias de los ensayos nucleares en territorio estadounidense. La prueba Harry, el caso más grave, emblemático y devastador.
Los documentos muestran un plan deliberado de mostrar las explosiones como atracciones turísticas, incentivaban tomar fotografías y notas de prensa, presentar la nube hongo como “símbolo del progreso estadounidense”. El objetivo era reducir el rechazo social y mantener continuidad operativa.
Documentos de los años 60 ya mostraban que la AEC sabía que el polvo radiactivo tenía efectos acumulativos, que las pruebas habían generado “exposición dosis-significativa” en la población infantil, y que había correlación entre zonas de polvo y cáncer tiroideo. Decidieron no divulgarlo “hasta contar con directrices políticas”.
Los documentos desclasificados mostraron decisiones conscientes de ocultar información, minimizar riesgos, continuar con pruebas pese a advertencias, y proteger el programa nuclear antes que a la población.
Son hoy una de las bases históricas más sólidas para entender por qué los “downwinders” fueron víctimas de políticas federales opacas y negligentes.
Entre todos los episodios documentados, el caso más grave, emblemático y devastador es el ocurrido alrededor de la prueba nuclear "Harry" del 19 de mayo de 1953.
La prueba “Harry”. El desastre de St. George, Utah
Harry fue una detonación de fisión pura, con rendimiento moderado pero muy baja altura con enorme producción de polvo radiactivo. Era una de las pruebas consideradas “más sucias” por los técnicos. Vientos advertidos soplaban directamente hacia el noreste, en dirección a St. George, Utah, y a zonas rurales densamente habitadas.
Documentos meteorológicos desclasificados muestran que los técnicos recomendaban no realizarla ese día. A pesar de las advertencias, la AEC decidió seguir adelante para no retrasar ejercicios militares.
Con la desclasificación se supo que en St. George se midieron tasas de dosis externas increíblemente altas para población general. En pueblos cercanos se registraron niveles suficientes para producir daño cutáneo.
El público recibió textual mensaje: “No existe riesgo para la salud.”
Tras la prueba, ocurrieron casos de quemaduras beta en manos de niños que habían jugado con el “polvo blanco”, muerte de ganado posteriormente ocultada, enfermedades respiratorias y malestares agudos en parte de la población.
Los rancheros que habían visto caer el “polvo” como nieve describieron que los animales “Se desmoronaban como si se derritieran por dentro” Los documentos desclasificados confirmaron después que las dosis internas en los animales eran altísimas.
En condados rurales de Utah murieron entre 4.000 y 15.000 ovejas, se reportaron fetos deformes, corderos nacieron sin ojos, sin lana, con órganos expuestos. Los veterinarios del gobierno inicialmente registraron niveles de radiación “capaces de producir daño biológico severo”.
Documentos desclasificados muestran órdenes de modificar los informes veterinarios, e instrucciones para “no vincular públicamente” la mortandad con la prueba Harry. Los rancheros perdieron parte significativa de su economía, nunca compensada.
Décadas más tarde se documentó un incremento significativo de cáncer tiroideo, linfomas, leucemias, mieloma múltiple, cáncer de mama y próstata, cáncer de esófago.
Funcionarios de la AEC, ante la prensa local, dijeron tras la prueba Harry que “El polvillo es tan seguro como la luz del sol.” Frase que quedó para la historia.
Décadas después, documentos internos mostraron que sabían perfectamente que ese polvillo contenía niveles peligrosos de elementosradiactivos.
Solo en los años 90 el National Cancer Institute, usando datos desclasificados, estimó que la prueba Harry contribuyó a miles de casos potenciales de cáncer tiroideo, distribuidos en el país.
Los modelos de dispersión mostraron que la nube de Harry llegó a Colorado, Nebraska, Kansas, las Dakotas e incluso Canadá, dispersando elementos radiactivos.
Muchas áreas rurales de Idaho y Montana recibieron niveles inesperadamente altos que recién se vieron al liberar mapas.
La prueba “Harry” es el caso más grave entre los downwinders porque combina alta cantidad de polvo radiactivo, vientos conocidos que llevaban la nube a zonas pobladas, daños inmediatos y a largo plazo, encubrimiento activo mediante manipulación de informes, mentiras al público sobre la seguridad, decisiones conscientes de no evacuar ni advertir.
Es una historia donde confluyen ciencia, política, negligencia, encubrimiento y tragedia humana.
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