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Happy Whale: La curiosa plataforma que une a Chubut con una red científica mundial

Una plataforma digital convierte imágenes casuales en pistas científicas. En la costa de Chubut, el proyecto Patagonia Azul suma sus registros a una red global que ya permitió descubrir rutas migratorias desconocidas. Lo interesante de la plataforma es que cualquier persona puede registrarse en el sitio y cargar su foto. Cuando aparece una coincidencia, la plataforma notifica al usuario y actualiza la base global.

por REDACCIÓN CHUBUT 25/09/2025 - 17.16.hs

HappyWhale nació como un sistema para identificar ballenas jorobadas a partir de fotos y hoy se expande a otras especies, desde delfines hasta ballenas francas. Cada imagen cargada por un ciudadano funciona como un dato único: el vientre de la cola, la aleta dorsal o la cabeza permiten distinguir individuos con la precisión de una huella digital.

 

“Es una página web para el estudio y seguimiento de distintas especies de ballenas y delfines. Originalmente estaba orientada a ballenas jorobadas, pero cada día se incorporan más especies”, explica Lucas Beltramino, biólogo a cargo del estudio de ballenas en el Parque Provincial Patagonia Azul.

 

El valor no está solo en la tecnología, sino en el alcance: cualquier persona puede registrarse en el sitio y cargar una foto. Cuando aparece una coincidencia, la plataforma notifica al usuario y actualiza la base global. “Muchos ojos, o cámaras, ven más que uno”, resume Beltramino.

 

Patagonia Azul en el mapa global

 

En la costa de Chubut, el Parque Patagonia Azul mantiene un catálogo propio que permite saber cuántos individuos visitaron la zona, en qué épocas, cuánto tiempo permanecieron y con quiénes interactuaron. Pero al sumar esa información a HappyWhale, los registros se enlazan con los de otras regiones del mundo.

 

“Si nos quedamos solo con nuestro catálogo, nos estamos perdiendo mucho. Al cargar los datos en HW, no solo se enriquecen nuestros registros, sino también los de otros grupos de investigación. Podemos ver coincidencias entre áreas de distribución: a dónde van los individuos cuando no están acá”, señala Beltramino.

 

Un caso concreto lo ilustra: un ejemplar registrado en Patagonia Azul apareció luego en el Canal de Beagle, fotografiado por un turista, y más tarde en Brasil. Gracias a ese cruce de imágenes dispersas se confirmó un trayecto antes desconocido. “Hoy solo con HW estamos develando que existe una ruta migratoria para las ballenas jorobadas que hasta hace cinco años se desconocía”, subraya.

 

La fuerza de lo fortuito

 

El procedimiento para participar es simple: ingresar a happywhale.com, crear un usuario y subir fotos con fecha y lugar del avistaje. La plataforma analiza si sirven para identificar a un individuo y, en caso afirmativo, devuelve la información al observador.

 

“Involucrar a la gente es una gran ayuda para quienes estudiamos a las ballenas, porque uno no puede estar en todos lados. Y para los ciudadanos también es alentador, sobre todo cuando se dan cuenta de la importancia de su registro. Se convierten, de alguna manera, en investigadores”, afirma Beltramino.

 

En tiempos en que cada instante se captura en una cámara, la ciencia ciudadana convierte lo fortuito en un eslabón clave para la conservación. Un recuerdo de vacaciones puede terminar revelando un patrón migratorio y aportar a la protección de especies en todo el Atlántico Sur.

 

Una red de memorias y rutas

 

El aporte ciudadano no se agota en la ciencia. Según Beltramino, participar abre la puerta a nuevas formas de conciencia ambiental: primero surge la curiosidad por subir una foto, luego el interés por la situación de la especie y, finalmente, decisiones más informadas sobre cómo vincularse con el entorno.

 

“El conocimiento lo podemos hacer entre todos y el aporte de cada uno vale un montón. Una foto para uno puede ser un recuerdo, pero también para otro puede ser una conexión de dos sitios para una especie”, concluye.

 

HappyWhale demuestra que la historia de las ballenas ya no se escribe solo desde los barcos de investigación. También se teje, imagen por imagen, en la memoria de quienes se cruzan con ellas en el mar abierto.

 

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