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Se relanza el cantante trelewense Gustavo Giallatini, que supo deslumbrar a la manager de Whitney Houston

El intérprete y compositor, que en su juventud se destacó en realities musicales, como “La oportunidad de tu vida”, segmento del programa “Sorpresa 2002”, conducido por Julián Weich, en Canal 13, y en “Latin American Idol”, en Sony, hoy tiene puestas todas sus energías en el relanzamiento de su carrera artística en el género pop. 

por REDACCIÓN CHUBUT 17/04/2023 - 16.37.hs

Muchas veces un artista intenta escapar de su destino. Pero por más que lo ignore, este vuelve a ponerse frente a él, con más fuerza y sin que pueda evitarlo. Este es el sentimiento que atraviesa a Gustavo Giallatani, quien está relanzando su carrera musical en el género pop.

 

Lo hace luego de su destacado paso por dos concursos televisivos de talentos, “La oportunidad de tu vida”, segmento del programa “Sorpresa 2002”, conducido por Julián Weich, en Canal 13, y “Latin American Idol”, en Sony.

 

Si bien este relanzamiento tiene que ver con varios factores, dos de ellos se deben a impensados elogios en inglés que recibió en su IG @gusgiallatini por “The greatest love of all”, una interpretación que grabó en homenaje a su máxima ídola, Whitney Houston, y que ya posee más de 57 mil vistas en YouTube.

 

El primer elogio se lo envió Keara Halley, actriz que interpretó en la ficción a la pequeña Whitney en el video del cuarto single perteneciente al álbum titulado Whitney Houston. Como si fuera hoy, Gustavo lo recuerda con emoción. “Por privado de IG comenzamos a chatear. Por supuesto, le conté mi idolatría por el tema ‘The greatest love of all’ y el videoclip. Ella, que también estaba maravillada, no tardó en responder: ‘Es increíble como el arte puede tocar la vida de las personas’. La frase me pegó mucho y es lo que trato de generar con cada una de mis interpretaciones”, revela.

 

Al poco tiempo, llegó el segundo “¡Beautiful!”. Se lo había enviado la mismísima Pat Houston, cuñada de Whitney, manager y actual albacea de los millonarios bienes de “La Voz” fallecida el 12 de febrero de 2012, en Beverly Hills. Como no podía ser de otra manera, el corazón de Gustavo llegó al límite de la taquicardia.    

 

LOS SUEÑOS DEL CHICO DE TRELEW

 

Desde muy chico, el don se despertó en Gustavo Giallatani a través del canto y la interpretación. Pero fue recién en la adolescencia que sintió que quería dedicarse a la música. Como muchos jóvenes, a los 19 años dejó su Trelew natal para probar suerte en la ciudad de Buenos Aires.

 

Una vez instalado, lo primero que hizo fue ingresar a un coro, cuyo repertorio era música en inglés y jazz, fundamentalmente. “En una de las pruebas, me pidieron que cante y al escucharme me ofrecieron hacer un sólo. Esa fue la confirmación de que estaba en el camino correcto y que a los demás les gustaba como cantaba. Era lo que necesitaba para decidirme a ir por mis sueños”, recuerda el rubio longilíneo.

 

En el 2002, más allá que el país atravesaba una crisis galopante, los realities shows eran furor en la pantalla chica. Cómo era de esperar, la gerencia de programación de Canal 13 gestó un concurso de talentos artísticos, primero como segmento de “Sorpresa 2002”, programa conducido por Julián Weich, y luego como ciclo propio. Aquel formato se llamó “La oportunidad de tu vida”, y Gustavo, con solo 21 años, fue uno de los seleccionados para participar del mismo. Estuvo entre los finalistas y hasta fue parte del disco que se lanzó con todos los integrantes del programa.

 

La experiencia resultó tan gratificante que decidió participar nuevamente en otro reality. Pero esta vez de mayor amplitud y alcance internacional. Así fue que realizó una audición en Bogotá para el Latin American Idol. En este formato de Sony, que se emitía en diferentes capitales de Latinoamérica (además de Estados Unidos), Gustavo llegó a estar entre los primeros treinta finalistas. “Fue una experiencia increíble. Me sirvió para darme cuenta que mí desempeño musical, tenía repercusión más allá de la Argentina”, admite.

 

Su carrera iba en ascenso vertiginoso. A tal punto que, unos productores lo convocaron para ser telonero del mexicano Cristian Castro, en el Festival de Coquimbo. En esta ciudad chilena, Gustavo cantó al aire libre frente a una platea exigente, que superaba las 180.000 personas.

 

Tiempo después se radicó en Costa Rica, país centroamericano en donde vivía su tío y en donde se largó a cantar tangos, pero en formato más pop, actuando en teatros, eventos privados, y diferentes shows. Posteriormente, viajó a Venezuela, en donde trabajó como modelo de pasarela y vendedor de una agencia de viajes.

 

CRISIS Y REVELACIÓN

 

Ese futuro promisorio, en un momento lo abrumó bastante y decidió dejar todo atravesado por una crisis personal. “Recordé una frase que dijo Thalía, la famosa cantante, cuando nos visitó en La oportunidad de tu vida: ‘si la pasan muy mal, pueden dedicarse a otra cosa, no pasa nada. En la vida, se puede ser de todo’. Eso es lo que me pasó a mí. Comencé a sentirme muy mal, porque ya no disfrutaba lo que hacía. Me sentía insuficiente, mi vara era muy alta y me provocaba una terrible ansiedad, que no me permitía seguir en el camino de la música. Así que, decidí dejar todo y volver a empezar”, confiesa Gustavo sobre aquel angustiante momento.

 

A los 29 años, se encontró de nuevo en Argentina, haciendo trabajo de administrativo de 8 horas, de lunes a viernes.  Al respecto, Giallatani sintetiza: “No me arrepiento de esa etapa, es más me sirvió para crecer y encontrarme con mi verdadero yo. Si no lograba sentirme más seguro conmigo mismo y aceptarme, menos iba a poder cantar y exponerme a los demás. Siempre interpretaba canciones de otros, esta vez me tocaba interpretarme a mí mismo”. Y así fue como, de a poco, pudo comenzar una etapa, en la que ya no contemplaría el qué dirán ni tendría sobre sus hombros, la mochila de la agobiante búsqueda de aprobación.

 

Criado en una familia tradicional, sentía como un peso y una obligación revelar a sus padres sus verdaderos sentimientos. “Para mí era algo terrible en ese momento, después de sufrir mucho decido contarle a mi familia que soy gay. Si no podía superar esto, ¿qué proyecto podía hacer y lograr? Mi familia lo tomó naturalmente, lejos de lo que yo me imaginaba. Fue un alivio. Cuando resolví esto, empecé a sentir que no tengo límites y que puedo hacer cualquier cosa”, manifiesta emocionado.

 

 

 

Esa sensación que sintió fue irrefrenable. Tal es así que, una situación que le sucedió en el trabajo, le develó lo que estaba irradiando a partir de ese momento. “A última hora, me toca atender a una mujer. No estaba totalmente simpático y casi no intercambié palabras con ella. Sin embargo, antes de marcharse, me miró y me dijo: ‘Como se nota ese peso que te sacaste de encima. Una mochila te arrastraba y te tiraba para abajo. ¿Sabés cómo se llama eso? Liberación. Qué increíble cómo obra Dios. Él hizo que tengas que atenderme hoy para poder decirte esto’. Sin más palabras, se despidió. Por cierto, me quedé estupefacto. Nunca más la vi, pero la recuerdo siempre”, rememora Gustavo emocionado.

 

VOLVER A EMPEZAR

 

Finalmente, el chubutense dejó el trabajo de administrativo y comenzó a dar clases de canto. Así volvió a encontrarse con su destino en el camino que tomó para evitarlo. Entre alumnos y enseñanzas, comenzó a subir a las redes vídeos con sus interpretaciones. Una de ellas, era una versión del tema de su estrella favorita, Whitney Houston, que se mencionó más arriba.

 

 

 

Actualmente, se dedica a componer y a seleccionar temas de terceros. En esa búsqueda, Giallatani se reunió con varios compositores. Entre ellos, con Facundo Monty, hijo del famoso cantante argentino de la década del ‘60, Yaco Monti. Con buen olfato, Facundo le acercó un tema que lo sedujo: Por hoy. “Es un placer trabajar con Facu, tenemos una onda y un gusto muy parecidos”, afirma Gustavo en plena edificación de su carrera en el género pop.

 

“De a poco, estoy armando mi repertorio. Busco canciones que transmitan algo, y así puedo expresar ese sentimiento y emoción al cantar, que es lo que más valoran, los que me siguen. No solo es cuestión de una técnica vocal para dar expresión, pero sí, a eso, hay que sumarle una intención, un sentimiento. Tengo muchas ganas de hacer un show y reencontrarme con el público”, concluye Gustavo Giallatani lleno de alegría.

 

Para disfrutar sus temas deben ingresa a su cuenta de IG @gusgiallatini

 

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