Sánchez Albornoz dijo que la emergencia hídrica tiene que ser el punto de partida de una gran discusión

La edil confió a la prensa que la nueva reglamentación municipal surgió después de aportes de todos los concejales y, sobre todo, con la colaboración de técnicos del CIEMEP, quienes asesoraron a las comisiones sobre la temática de la sequía. Señaló que «la Cooperativa 16 de Octubre también participó, aunque su interés principal parecía ser instalar los micromedidores y controlar el agua a través de la medición, para lo cual ya existe una ordenanza previa».

Pese a que se logró mejorar la ordenanza en su discusión, Sánchez Albornoz se mostró crítica, argumentando que, además de declarar la emergencia, la normativa aprobada «lo único que hace es duplicar las multas por riego fuera de horario». Por otra parte, apuntó que el dictamen legal que recibió el proyecto «fue una muestra de cómo la iniciativa inicial estaba mal formulada, no solo por desprolijidades de forma, sino por errores de fondo», un aspecto que le resulta preocupante.

Desde el bloque del PJ, la concejal subrayó su postura, «hay que debatir la implementación de los micromedidores y quién los va a pagar». Enfatizó que no hay que mercantilizar el derecho al agua y que es necesario encontrar un formato para que pague quien derrocha, y no solo por el consumo personal de cada uno.

SIN AGUA 
Además, señaló la necesidad de discutir qué se hará con los barrios que no tienen agua potable. «Hay muchos vecinos en Esquel que están sufriendo porque no solo no tienen agua, sino que no tienen obras, no tienen conexiones», indicó, lamentando que estos temas fundamentales «no quedó nada en la ordenanza». No obstante, la edil concluyó que la ordenanza sancionada es «un puntapié inicial para poner sobre la mesa estos debates con mayor seriedad y profesionalismo».