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Hong Kong conmemora un cuarto de siglo de su regreso a la soberanía china

El 1 de julio se cumplen 25 años desde que Reino Unido devolvió la soberanía de Hong Kong a la República Popular China, un cuarto de siglo marcado por creciente efervescencia política y enmarcado en el modelo "un país, dos sistemas" que mostró tanto luces como sombras.
 

por REDACCIÓN CHUBUT 30/06/2022 - 13.04.hs

Hong Kong, enclave comercial entre China y el mundo, quedó en medio del tironeo con Occidente tras la Guerra del Opio y desde 1842 estuvo bajo anexión británica.

En 1898, Reino Unido forzó a China a arrendarle sus nuevos territorios y 235 islas periféricas por 99 años, con lo que la superficie de la colonia aumentó significativamente, en un alquiler que vencía en 1997.

En 1982, después de la visita de la ex primera ministra Margaret Thatcher a Beijing, se iniciaron las negociaciones de retorno a China.

La Declaración Chino-Británica firmada dos años después, que articuló la retrocesión, estableció el mantenimiento durante al menos 50 años a partir de esa fecha de una serie de condiciones en el marco de "un país, dos sistemas", el modelo de gobernanza acordado entre Londres y Pekín para que la región conservara su autonomía y sus libertades.

Para el presidente chino, Xi Jinping, este modelo constituye una "gran iniciativa china que (..) ofrece una nueva forma de pensar y una nueva fórmula a la comunidad internacional para abordar problemas similares", según recordó la agencia Xinhua, entre una serie de opiniones publicadas por el líder chino sobre esa región, a la que viajó hoy para las celebraciones por el aniversario.

 



En una atmósfera política mundial fuertemente tensionada por la guerra de Ucrania y -como efecto lateral- la situación de Taiwán, que Beijing considera una de sus provincias, el mandatario agregó que China tiene la "determinación inquebrantable de salvaguardar la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo" de su país y que se opondrá firmemente "a cualquier fuerza externa que interfiera en los asuntos de Hong Kong".

Para el consultor político, docente universitario (UCA) y director del Observatorio Sino-Argentino Patricio Giusto, el balance de estos 25 años "ha sido muy positivo" para Hong Kong", ya que a partir de la integración con China, la excolonia británica "empezó a recibir muchas más inversiones, proyectos de infraestructuras.".

Si bien poco después de la retrocesión la crisis financiera asiática sacudió a Hong Kong, en 2021 el PBI per cápita de esta región administrativa especial fue de casi 45.000 dólares, que la ubica en el puesto 21 del ranking.

A su vez, el Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora la ONU para medir el progreso de un país, indica que los hongkoneses se encuentran entre los que mejor calidad de vida tienen.

En el plano político, sin embargo, en los últimos años varias movilizaciones dieron cuenta de una creciente tensión entre las autoridades y algunos sectores ciudadanos, que reclaman participación y "libertades democráticas".

 



Una serie de leyes de seguridad, que prohibían los actos de "traición contra China" y habilitaban perseguir y acusar a los disidentes y activistas políticos que critican al gobierno chino, provocaron varias manifestaciones en 2003.

En 2012, los estudiantes se rebelaron contra un nuevo programa educativo que debía impartirse en todas las escuelas de Hong Kong y que ensalzaba las virtudes del comunismo en China.

En tanto, 2014 tras imponer Beijing una ley electoral que limitaba quién podía presentarse a las elecciones, y solo habilitaba a candidatos favorables al Partido Comunista Chino, los hongkoneses reaccionaron saliendo a la calle para protestar. Durante dos meses organizaron movilizaciones y consiguieron detener la actividad económica del territorio semiautónomo.

La llamada "Revolución de los Paraguas" no consiguió su objetivo y los líderes de la revuelta fueron juzgados y condenados.

Sin embargo, la protesta más grande registrada en Hong Kong desde la retrocesión fue en 2019, contra un proyecto de ley que autorizaba la extradición de criminales sospechosos a China.

La violenta ola de manifestaciones, cuyo desarrollo dio la vuelta al mundo, provocó la cancelación del debate del proyecto de ley en el Consejo Legislativo.

Pocos meses después, en mayo de 2020, Beijing anunció un proyecto para redactar una ley de seguridad nacional para Hong Kong.

Aprobada el 30 de junio de 2020 sin siquiera someterla al parlamento local, la ley se impuso para zanjar de raíz la colosal ola de protestas de 2019 y cubrir aquel vacío legal que ningún Gobierno autónomo había querido tocar debido a su alto coste político.

Castiga con penas que alcanzan la cadena perpetua la "subversión", el "secesionismo", el "terrorismo" y la "traición", delitos definidos de manera muy vaga y prohíbe que organizaciones extranjeras lleven a cabo actividades políticas en la antigua colonia británica, mientras que las organizaciones locales no pueden mantener lazos con otras instituciones políticas extranjeras.

Los opositores a la norma aseguran que fulmina los principios del modelo "un país, dos sistemas", único en el territorio chino y considerado durante décadas un modelo dentro de Asia.

Giusto, por su parte, asegura que la controvertida norma "no es un capricho, sino que es consecuencia de las protestas más violentas de la historia de Hong Kong, donde los manifestantes destrozaron aeropuertos, estaciones de metro, tomaron la legislatura, tomaron universidades"

"Beijing resolvió responder con mucha dureza, restringiendo autonomía en términos de seguridad y poniendo un jefe que responde directamente a Beijing, pero sin alterar el principio de 'un país dos sistemas', que sigue vigente", apunta.

El especialista consideró que "Estados Unidos, entre otros, fue uno de los que impulsó y exacerbó estas protestas" y frente a ellas "el partido sintió que necesitaba tener más presencia en esa materia".

 

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