Meseta y Pueblos

«Las 7 cabras»: la cerveza elaborada con agua de Catarata Corbata

Porque siempre se puede empezar de nuevo, «Las 7 cabras» nació en un lugar que supo ser consumido por el fuego en dos oportunidades. Marido, esposa y cuñada decidieron avanzar en la puesta en marcha de una fábrica de cerveza artesanal que hoy se impuso en el mercado de la cordillera y entre los turistas. Con aromas, sabores y agua proveniente de Catarata Corbata.

por REDACCIÓN CHUBUT 01/09/2017 - 16.18.hs

Sobre la Ruta 40, en la mano que da al Cerro Pirque, pero con vista hacia el imponente Cerro Piltriquitrón, se erige la fábrica de cerveza artesanal «Las siete cabras», un nombre que no pasa desapercibido y que no tiene su origen en la Comarca, sino que rinde un homenaje a un sueño iniciado en la provincia de Córdoba. Pero que quedó ahí. 
En el año 2012 nació el proyecto, de mano de Andrés Rapoport, que es artesano cervecero; su esposa Alejandra Romero y su cuñada Mónica Smit. Andrés y Alejandra vivían en Córdoba, donde críaban cabras y elaboraban quesos. No pudieron seguir y orientaron su norte en la Comarca Andina. Mónica tenía la fábrica de dulces «La Casona del Chubut», que se la llevó uno de los fuegos.
Así, con sueños, decidieron avanzar en el proyecto de la fábrica artesanal, siendo artífice Rapoport, que realizó inicialmente el curso básico de elaboración de cerveza casera. Posteriormente realizó un curso en la Universidad del Comahue; otro curso con el maestro Martín Bohan en Buenos Aires. Y obtuvo la certificación que lo habilita a elaborar cerveza de tipo industrial.
Así, con las habilitaciones correspondientes, con la maquinaria adecuada, con un trabajo que insume entre 12 y 14 horas por día cuando se elabora, nació «Las 7 cabras». Andrés gusta de la cerveza. Invita, la disfruta, la explica. La principal característica de la fábrica es la limpieza, ya que la cerveza es muy fácil de contaminarse.
La materia prima para su elaboración es cebada malteada, semillas, agua desclorinada con un mínimo de sales, lúpulo y levadura. Se elabora cerveza en botellas de 660 centímetros cúbicos y 330 centímetros cúbicos; y barriles de 20 y 50 litros. Cervezas rubia (pale ale), negra (stout) y roja (irish red).
Con detalles puntillosos, pero sin revelar tantos secretos, Andrés contó cómo se elabora la cerveza y su proceso, para qué sirve cada olla, cada tambor, el fermentador, las mangueras, tubos, cómo se usa el almidón de la malta, su transformación en caldo, el mosto, la fermentación, el trabajo de afuera (molinos y la influencia del agua cordillerana, la de la Catarata Corbata) y la calidad de la levadura, que es lo más importante en la elaboración de una buena cerveza. El color de la cerveza lo proporciona la malta, para la cerveza rubia la malta debe estar pálida; para la roja, la malta debe tener color semejante a los caramelos de cristal.
Cuando se logra el mosto hay que hervirlo por una hora a cien grados, luego pasa a fermentador, de allí a un enfriador de placas, se echa la levadura. Para lograr entre 500 a 600 litros de cerveza debe desarrollarse este trabajo de 12 a 14 horas.
El fermentador es una maquinaria cerrada al vacío. Y entre 10 y 12 días, queda lista la cerveza, adentro de una cámara.
Luego a envasarla, exhibirla y venderla. En cada feria, el llamativo stand con las pintorescas pintas, no pasa desapercibido por el nombre y por la explicación que Rapoport, con deleite, brinda a quienes se acercan.

 

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