Nidia, una taxista con trayectoria

“Cuando arranqué fue porque no me quedaba otra, tenía la necesidad de trabajar. Estaba con mis hijos sola, y tenía que solventarme. No estaba tan convencida. Y después lo tomé como mi profesión y hoy además de ser mi profesión es lo que disfruto, mi lugar”.

Nidia recuerda que, en sus comienzos, no sabía mucho los nombres de las calles siquiera, pero aprendió rápido y le agarró la mano enseguida.  “Subirme al taxi no fue fácil. Fue un desafío tremendo. En ese tiempo, además, no estaba tan incorporada la mujer en varios rubros. Eran 200 taxis y 4 o 5 mujeres trabajando en esto. En su tiempo, fui ganando un poco de espacio, siempre llevándome súper bien con mis compañeros que me respetaron siempre. Hoy por hoy hay calles nuevas, pero las tengo ya de memoria, los números, los barrios”. 

Nidia trabajó un tiempo en la Terminal, y al tiempo comenzó en 25 de mayo y Buenos Aires, en donde lleva ya 18 años. “Comenzar a circular por toda la ciudad implica conocer y escuchar muchas historias, calles nuevas, la gente te cuenta lo que vivió o lo que le pasa. Terminas siendo como un psicólogo. He hecho muchas amistades y conocido personas maravillosas. Tengo mi entorno, mi familia mis amigos, pero conocí muchas personas gracias al taxi, clientas de siempre que me cuentan sus historias, lo que han pasado, lo que han vivido” cuenta.

“Disfruto mi trabajo. Desde manejar hasta sociabilizar”.  Además, confiesa que a sus clientas les encanta que las lleve, no solo por ser mujer, sino por ser ella misma. “Siempre que voy a buscar a alguna chica o señora me dicen ´que lindo que viniste vos´”.

“Cabe mencionar que mis compañeros son todos muy buenos, pero al ser el viaje entre mujeres, se generan otro tipo de charlas o conexión entre nosotras. Me encanta manejar, relacionarme con las personas.” Nidia Asegura que es muy importante “la buena onda” con la que maneja y trata siempre a sus clientes. “No sabes quien se va a subir y qué trae atrás, asique elijo estar siempre con la mejor predisposición y onda. La gente siempre queda conforme con mi atención y servicio”.

Asimismo, este trabajo no es nada fácil, y más aún para una mujer. “Me cuido mucho, sobre todo por la noche. Tomé conciencia que tengo que cuidarme yo y tomo mis recaudos, ya que los peligros están. Y más siendo mujer”.

El disfrute por su trabajo es tal, que tiene ya sus clientes fijos, hombres y mujeres, de toda la ciudad. Incluso, muchos de ellos son amigos y amigas de sus hijos, o niños que lleva a la escuela. “Todo es gracias a mi profesionalismo y el servicio que doy. Por ejemplo, cuando me piden que lleve a los nenes a la escuela, me aseguro que entren, les mando mensajito a sus padres para que se queden tranquilos que entró.  Eso les da seguridad a las mamás, yo lo entiendo porque también soy mamá. Es algo mío, y me gustaría que otra persona haga eso por mí y mi hijo”.

Nidia aprovecha para hacer un llamado a todas las mujeres, a que se animen a seguir su camino. ”Siempre hay que estar en lugares que nos hagan felices y estemos a gusto. Esto no era lo que yo pensaba estudiar o a lo que pensaba dedicarme, pero hoy estoy donde me gusta y donde quiero, y me encantaría que sean cada vez más las mujeres que disfruten del taxi”.

Y para finalizar, asegura “Estoy súper agradecida del taxi y las personas que viajan conmigo. Gracias a esto vivo. Es mi trabajo y me siento cuidada, contenida y respetada por mis compañeros y mis pasajeros. Estoy contenta.”.