Pasteleando Bakery : un emprendimiento con amor, dedicación y pasión por la cocina

"Desde chica lo tuve incorporado, fui aprendiendo sola durante toda la vida. Recuerdo cuando tenía 8 o 9 años, que hacía mezclas, sacaba recetas de Utilísima, lo tenía innato. Además, durante mi adolescencia también tuve el chip emprendedor muy presente y cocinaba para vender alguna que otra vez que necesitaba juntar un dinero extra, pero nunca me había dedicado de lleno a esto", recuerda.

De esta manera, y debido a la necesidad de poder desconectar de su trabajo y responsabilidades, al buscar un hobby que disfrute y le haga bien, Silvana se comenzó a dedicar a la cocina y vender por instagram sus productos y haciéndose conocida con el “boca en boca”.  “Esto fue durante mucho tiempo mi hobby y mi cable a tierra”.

Con la llegada de la pandemia, en pascua, empezó a ofrecer roscas de pascua y se sorprendió del gran éxito que tuvo. De a poco, la gente empezó a preguntar por otros productos, como tortas.  Silvana afirma que “ahí me tuve que preguntar si me iba a dedicar a esto de lleno. Cocinar es algo que me gustaba, me desestresaba. En aquel entonces, éramos mi batidora y yo en la cocina y además, en Playa Unión, aún no había casi pastelería que tenga delivery, algo que hoy, es muy común. Además, Pasteleando Bakery fue el primer emprendimiento en tener un carrito para armar en WhatsApp de Playa Unión. Con el tiempo fuimos incorporando más productos”.

Así, Silvana comenzó a organizarse y decidió ofrecer algo más que un producto, una experiencia. “Una de las bases nuestra era esa. Nos gusta que el cliente se sienta cómodo, y que vea que nos importa, queremos marcar la diferencia, mostrándole que lo conocemos, sabemos quién es, lo que le gusta, trabajando el trato con las personas, para que se sientan parte. No quiero que solamente me compren algo, sino que me incluyan en sus vidas. Nuestra premisa era que vivan siempre la experiencia desde el primer momento que nos mandaban un mensaje.”

Además, cuando son clientes nuevos, se interesa mucho en preguntarles qué les pareció el producto, si les gustó. Etc. “Vamos conociendo a nuestros clientes, y sabiendo qué les gusta y qué no, y eso hace que podamos darles una atención personalizada, con productos que sean realmente de su gusto y preferencia.  Tenemos ese valor agregado.  Nos gusta que disfruten, y que se sientan parte”.

“Me encanta eso, que la gente participe todo el tiempo. No me interesa que me compren todos los fines de semana, sino que cuando tengan un evento, o quieran quedar bien con alguien o comer bien, se acuerden de nosotros. Ese es nuestro mantra. No es una cuestión de números, sino de pasión” afirma.

Cabe destacar que en Pasteleando Bakery trabajan con productos del valle y productos orgánicos. “También hacemos nuestro propio queso y yogures. Todo lo trabajamos nosotros. Y nos gusta enseñarle a la gente el sabor real de los productos”. Silvana agrega “De donde haya un productor que quiera vender materia prima para hacerle un valor agregado, sea frutas, verduras, harinas, yo compro.  La fruta fina es del valle, o la cordillera”.

“Todo esto lo hacemos para que el producto sea lo más natural posible. La experiencia del sabor y del producto natural es totalmente diferente. Por ejemplo, nuestros pastelitos son muy famosos y la gente los espera mucho. Lo hacemos con el dulce casero que hacemos nosotros. Es muy importante trabajar con materia prima de estación. Entender el tiempo del producto. Esa es la cuestión. Así sale 100 por ciento como debe salir. Es armarlo crearlo y entregarlo en las condiciones que se tiene que comer” asegura. 

Silvana es la cabeza de este proyecto, y tiene gente que la ayuda en la cocina. También son parte del emprendimiento con ayuda constante su familia, compuesta por sus dos hijas y su marido, ya que el emprendimiento creció a pasos agigantados durante estos años. Pero destaca que es muy importante poder mantener la calidad del producto cuando uno va ampliando su negocio. 

“Diseñamos cada producto, desde la cookie hasta la pastelería. Todo tiene su diseño, su proceso, se piensa, se trabaja durante un tiempo, hasta que se llega al producto que tiene que ser. Son productos muy laburados. Llegué a estar dos años pensando y preparando un producto. Lo que ves en las fotos es lo que vas a recibir”.

 “La gente se ha vuelto muy fan nuestro. Aún no sabemos bien si es por el producto en sí que hacemos o por lo que nosotros le comunicamos del producto y cómo nos apasiona hacerlo. Yo para cada producto tengo una historia. Y por eso los hago”. 

En Pasteleando Bakery hay producción constante, trabajan de lunes a sábados, con pedidos especiales anticipados o en el mismo día. Y de jueves a sábados hay mostrador virtual, en el cual los productos estrella son las masas y las facturas argentinas. En su WhatsApp se encuentra el menú actualizado siempre.  Además, uno de sus fuertes son los regalos, en donde hay opciones de cajones o canastos con delicias. En fechas especiales abren su casita pastelera en Playa Unión, donde la gente puede ir personalmente a comprar. 

“Todo es muy pensado y trabajado. Nuestra idea es hacer algo original, que nos destaque y diferencie. Me gusta que el día de mañana los clientes se acuerden de esos momentos que generamos. Acá no se van a aburrir nunca porque si no me aburro yo. A la gente le encanta experimentar cosas nuevas. Siempre ofrecemos cosas nuevas, además de lo que hay siempre”.

“Hemos logrado encontrar el rumbo después de 5 años. Y después de haber transitado varias variables. Logramos compaginar un negocio a nivel familiar muy bien. Mi familia me acompaña en lo que me gusta, se acoplaron totalmente. Hay armonía y nos dividimos y complementamos muy bien cada uno en su rol. Yo estoy feliz de hacer lo que más me gusta y eso se nota en la experiencia de Pasteleando Bakery. La comida es una trasmisión se sentimientos” concluye orgullosa.

@pasteleando.bakery
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Playa unión