Argentina registra en este arranque de año la visita de 180 mil turistas provenientes de más de 300 cruceros

Los datos invitan al optimismo. Según la información manejada por el Ministerio de Transporte, los diferentes puertos marítimos del país recibieron durante el primer mes del año un total de trescientas sesenta recaladas de cruceros, lo que se tradujo en casi ciento ochenta mil visitantes que contribuyeron a impulsar el sector turístico argentino.

Para el ministro Diego Giuliano se trata de un repunte más que prometedor, teniendo en cuenta que se ha producido una subida del diez por ciento en este tipo de visitas con respecto al mismo periodo de 2019, en época prepandémica. 

Son tres los destinos principales a los que llegan estas embarcaciones: el puerto de Buenos Aires, situado en la gran capital de Argentina; el de Ushuaia, en el archipiélago de Tierra de Fuego; y el de Puerto Madryn, en la costa del norte de la Patagonia. Gracias a estos enclaves estratégicos el viajero cuenta con la posibilidad de adentrarse en la zona del país que prefiera, desde el norte hasta el sur. El propio Giuliani destaca que la entrada de barcos y visitantes en estos puntos está siendo mucho más pronunciada que la que tuvo lugar antes de la crisis sanitaria. Como consecuencia de ello, el mandatario entiende que el turismo, la hostelería y el comercio de los territorios aledaños se han visto especialmente reforzados. 

Este arranque de curso no sólo está beneficiando al sector turístico de una manera puntual, sino que alberga una proyección en el tiempo que se alargaría presumiblemente durante los próximos meses. Desde el Ministerio de Transporte aseguran que todavía quedan numerosos cruceros por llegar en lo que resta de campaña, y que esta podría extenderse varias semanas, como así lo demuestran las reservas turísticas que ya están confirmadas de cara a marzo y abril. 

Uno de los motivos que explica este escenario de prosperidad radica en el esfuerzo económico que el gobierno está llevando a cabo en favor de las navieras. No sólo se han reducido las tarifas por el uso de los puertos, sino que además se han reforzado las instalaciones con la última tecnología para agilizar el tránsito de pasajeros. En este sentido, los sistemas de seguridad empleados para la identificación de personas ocupan un lugar relevante. Poco a poco está llevándose a cabo la implantación de dispositivos de carácter biométrico en estos entornos, siguiendo con ello el modelo de software que usan las entidades bancarias y la industria del juego en internet, que son las grandes referencias en la materia. 

Sin ir más lejos, los bancos de nueva generación se han convertido en verdaderos especialistas a la hora de identificar a sus clientes mediante pruebas de detección de huellas dactilares. En el sector de juegos de azar ocurre algo parecido, no es difícil encontrar plataformas digitales como desde el casino online de Argentina en casinos-seguros donde ya se ha normalizado el uso de la tecnología de reconocimiento facial, que se posiciona como uno de los recursos más eficaces para identificar a los jugadores y ponerle así freno a los delitos de suplantación de perfiles. 

Señales de mejoría 

Para constatar el buen estado de forma por el que atraviesa el sector tan sólo hay que poner el foco en el ritmo de recaladas que han registrado los diferentes puertos nacionales en lo que llevamos de año. El de Buenos Aires recibió en enero una cuarentena de buques y algo más de cien mil visitantes, una cifra que casi se repite en febrero, donde la recepción ha superado las treinta embarcaciones.  

Por su parte, Tierra de Fuego es a día de hoy el territorio en el que se ha producido la mayor recepción de cruceros durante la temporada: trescientos diecisiete, con un total de sesenta y un mil quinientos turistas. Cabe poner de relieve que la mayoría de los cruceros son viajes que están diseñados no sólo para disfrutar del interior de los barcos, sino para conocer las ciudades en las que estos atracan, que con una afluencia tan grande de turistas se ven directamente beneficiadas desde el punto de vista económico.