Legislatura trataba la nueva Ley de Ministerios y el aumento de sueldos que envió Arcioni en septiembre

En la previa de la última sesión de los actuales diputados se vivieron momentos tensos en la Legislatura. Portazos, cruces enérgicos entre legisladores del mismo bloque, llamados telefónicos y una sesión que peligró en todo momento.
El encuentro final del período parlamentario comenzó cerca de las 20.45, después de negociaciones permanentes. La situación se destrabó a media tarde, cuando el gobernador Mariano Arcioni aceptó que la propuesta del Frente Para la Victoria de aprobar la Ley de Ministerios, pero con los aumentos salariales de la propuesta que envió el Gobierno en septiembre de este año en pleno conflicto docente.
El Gobernador tuvo que ceder por varios motivos: El lunes 9 de diciembre asume todo el Gabinete y sin la ley de la nueva estructura del Estado más de la mitad de los ministros no podían asumir. Además, Arcioni tenía el compromiso de varios funcionarios de aceptar el desafío de conducir una cartera, pero con sueldos actualizados.  
Arcioni había pensado en un «Plan B»: Instrumentar un Decreto de Necesidad y Urgencia que ponga en vigencia la Ley de Ministerios con los aumentos salariales y que la Legislatura con Ricardo Sastre a la cabeza la ratifique antes de los 30 días. Pero el plan era muy arriesgado, porque el hecho de aumentar los salarios por decreto le generaría duros reproches.
Al cierre de esta edición, la Legislatura trataba varios proyectos, entre ellos la ley que regulaba el funcionamiento de las Asociaciones de Bomberos de la provincia del Chubut; la creación del Colegio Profesional de Agrimensores; la creación del Consejo Provincial de Defensa de la Transparencia y Lucha contra la Corrupción; y la creación del Servicio Penitenciario en Chubut; entre otros. Todo estaba dado para que el oficialismo y parte de la oposición aprueben la Ley de Ministerios y los aumentos de sueldos que Provincia envió hace tres meses atrás a la Legislatura.
 
CRUCES POR LOS AUMENTOS 
Consumado el mediodía, la disputa entre el oficialismo, aliados y la oposición se focalizó en una nueva alternativa que nació en el seno del FPV: aprobar la Ley de Ministerios sin los aumentos salariales que estipulaba, pero darle luz verde a la suba de sueldos de la planta política del Ejecutivo a través del primer proyecto que había enviado Arcioni en septiembre de este año.
Las posturas en la oposición fueron de las más variadas. El FPV estaba partido: Blas Meza Evans no quería ningún tipo de aumentos salariales; a Dufour no le disgustaba aprobar las subas salariales del proyecto de septiembre; y Grazzini y Navarro apoyaban la ley completa de Arcioni.
En Cambiemos y el Frente de Agrupaciones respaldaban solamente la Ley de Ministerios, pero ningún tipo de aumentos; y en Chubut Somos Todos avalaban la iniciativa del Gobierno en forma completa.  
En el medio hubo comunicaciones fluidas entre Grazzini y las principales autoridades de Fontana 50 para ir analizando las variables que surgían minuto a minuto. En el Gobierno el mensaje era inequívoco: La aprobación de la Ley de Ministerios completa.
Sin embargo, a medida que se consumaban las horas, todas las partes fueron cediendo y llegaron a la sesión con el compromiso de tratar la Ley de Ministerios, pero con los aumentos de sueldos que Arcioni había enviado meses atrás a la Legislatura.