Policiales

Policia secuestra mortero de guerra y un arsenal en Corcovado

Personal de la Policía de la provincia, a cargo del jefe de la comisaría de Corcovado, José Fernández, llevó a cabo tres allanamientos en esa localidad, en donde se logró secuestrar una importante cantidad de armamentos, entre ellos, como dato sorpresivo del procedimiento, el hallazgo de un mortero de guerra.

por REDACCIÓN CHUBUT 02/07/2020 - 00.00.hs

Debido a la magnitud del procedimiento se contó con la colaboración de personal de la Comisaría de Carrenleufú, de la Guardia de Infantería y de la División de Seguridad Rural de Trevelin.
Los allanamientos se llevaron a cabo en simultáneo en tres inmuebles de Corcovado y estaban vinculados a una investigación por abigeato lo que permitió dar con varios revólveres, pistolas, una escopeta, municiones, armas blancas y el mortero. 

 

ARMAMENTO SECUESTRADO
En el primer allanamiento se secuestró un arma de fuego calibre 38, tipo revólver, marca Coll, con seis municiones; un celular; municiones calibre 351, 38 y 22 punta hueca; dos cuchillos; una chaira y un cinto porta municiones con pistolera.
En el segundo allanamiento se incautaron tres armas largas; un fusil marca Winchester Trade Mark modelo 1892; un rifle marca Mahelly calibre 22 con mira telescópica y otro marca Mauser modelo argentino 1808; un revólver calibre 44-40 American y más de 50 municiones de variado calibre, además de una escopeta marca Orbea. En el lugar se hallaron además, dos indoor para cultivo con cinco plantas de cannabis sativa.

 

EL MORTERO
En la misma casa, personal de la División de Explosivos secuestró un proyectil de guerra tipo mortero ECIA, 81 mm, sin espoleta, el que será periciado a fin de establecer sin cuenta o no con carga explosiva. El tercer allanamiento se realizó en una carnicería de Corcovado, donde no se encontraron elementos de interés para la causa que se investiga. En el procedimiento, participó el área de Inspecciones de la Municipalidad de Corcovado, ya que la policía encontró una vaca faenada, de 230 kilos, la que fue depositada en el matadero municipal ya que los dueños del comercio carecían de la factura de compra y la carne no tenía sello de faena.

 

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