Carta del lector : Don Lautaro Gallardo y «El Día de la Pala»

Días pasados, las redes sociales se vieron atosigadas por un video en el que una muchacha, jactándose de su calidad de «planera», afirma que, precisamente por serlo, no trabaja, y que tiene derecho a vivir a costa de los que sí trabajan. Más aún, en un tono de claro desafío hacia quienes no comulgan con su «doctrina», los invita a que, en tal caso, se vayan del país.
En estos tiempos de confusión y de flaca esperanza que vive nuestra vapuleada y querida Argentina, actitudes como la descripta, fomentadas y amparadas desde el poder, en nada contribuyen a retomar el buen rumbo que todos anhelamos para el diario vivir.

Sin embargo, hay en esta bendita tierra quienes apuestan al trabajo, al compromiso y a la solidaridad, y no al ocio, la desvergüenza y la esclavitud en que se halla sumida, junto con otras miles y miles como ella, nuestra «planera» de turno. Y la intensa nevada que desde la tarde del día 23 y el mediodía del 24 de este mes de julio cayó en este rincón cordillerano del Chubut (Trevelin y los parajes aledaños, y Esquel) sirvió para ilustrar lo que digo, con dos casos que paso a relatar.

Voy con el primero de ellos: en la mañana del lunes 25, primer día hábil después de la nevada, directivos y personal docente, en su mayoría mujeres (pero ninguna «planera») de las escuelas «Puerta del Sol» y «Ysgol y Cwm» (escuelas públicas de gestión privada), empuñando palas y escobillones quitaron la nieve de las veredas y puertas de acceso a cada uno de esos edificios.
Y el segundo caso es el del señor Lautaro Gallardo, de Esquel, quien, con casi 84 años de edad, pero con un encomiable gusto por la vida, armado de una pala limpió prolijamente la nieve de la vereda de su casa, y a continuación, hizo lo propio con los casi cien metros de la vereda de enfrente, que corresponde a un establecimiento escolar. Alguien lo fotografió en ese menester y subió la foto a las redes. Al día siguiente fue entrevistado vía telefónica por Ricardo Bustos, conductor el programa «Viva la radio», que se emite por FM Del Lago, y allí explicó que había limpiado la nieve por entender que corresponde hacerlo para la comodidad y seguridad de los peatones, especialmente en el caso de las escuelas.

Y como remate de todo ello, ante un comentario del periodista en cuanto a si «la pala muerde», como se suele decir, con marcado énfasis Don Lautaro respondió al instante: «No, la pala no muerde. La pala es salud», y agregó: «Así como hay un Día del Abuelo y tantos otros, tendría que haber también un ‘Día de la Pala’». Conozco a Don Lautaro Gallardo desde los tiempos en que vivía en cercanías de Los Cipreses, y él y su esposa eran vecinos y muy amigos de mis padres, con quienes se frecuentaban con asiduidad. Don Lautaro es un hombre honesto, solidario, humilde y trabajador. Nadie mejor que él para acuñar la frase: «La pala es salud».