CENTENARIO DEL COLEGIO NACIONAL

Celeste Vitulli, Promoción 1951, aún recuerda los pasillos y las ventanas del antiguo edificio de la calle Sarmiento

Celeste Vitulli tiene 90 años y es de la Promoción 1951 del Colegio Nacional de Trelew, cuando aún el edificio funcionaba en la calle Sarmiento. Fue al secundario entre 1947 y 1951. Sólo ella y un excompañero más, Alberto Fernández, que vive en Puerto Madryn, están vivos.
 

por REDACCIÓN CHUBUT 12/04/2024 - 00.00.hs

Celeste Vitulli, egresada de la Promoción 1951 del Colegio Nacional de Trelew.

Algunos nombres y fechas los ha perdido, pero se esfuerza por recordar en estos días que le generan mucha emoción. Concurrió al Colegio especialmente para dialogar con EL CHUBUT y contar sus recuerdos. 

 

El próximo 26 de abril, el Colegio Nacional de Trelew, que fue el primer colegio secundario de la Patagonia, celebrará su centenario. Las actividades comenzarán el miércoles 24, con una muestra histórica en la que se está trabajando junto a grupos de exegresados; el jueves 25, a las 19 horas, se realizará la caminata tradicional de las distintas promociones, desde la calle Sarmiento hasta la sede actual de 25 de Mayo y Pellegrini.

 

Celeste ha estudiado Profesorado de Matemáticas y Arquitectura en Buenos Aires, antes de la Revolución Libertadora del año 1955, entonces tuvo que volverse. Sus padres quisieron que ella estudiara y elija la carrera que desee, por lo cual cuando estudiaba Matemática, vio a otra compañera diseñando planos y les pidió permiso a sus padres para estudiar la carrera de Arquitectura. Cuando llegó a Trelew «me puse a trabajar». Durante 30 años, fue bibliotecaria en la Biblioteca Universitaria «Gabriel Puentes», en donde se jubiló.

 

«El Colegio se inició en 1924. Diez años después nací yo, en 1934. Y fui alumna del Colegio desde 1947 a 1951. Tengo recuerdos maravillosos. No había timbre para los recreos, se tocaba una campana que estaba en el rincón del patio. Mi recuerdo es para el profesor Marcos Pfefferman, que fue mi profesor de Matemáticas y gracias a él después fui a iniciar mi carrera a Buenos Aires. Ese profesor me hizo gustar de las Matemáticas. También estaba el profesor Fiochi, en Literatura. No recuerdo el nombre del director. Ya se me van perdiendo los nombres y voy frenando mi mente cuando me olvido», dijo, sonriendo.

 

El edificio de la calle Sarmiento «tenía ventanales al frente. Y en el primer año se ingresaba por un pasillo; en mano izquierda estaba el aula de primer año. Ahí fue mi profesora la docente Expedita Calvo, buenísima. Tuve mucha suerte con los profesores de Matemática».

 

Evocó al patio grande «con el mástil y la bandera en el centro y todo el entorno eran aulas. El pasillo nos llevaba a otro patio donde terminaban las aulas para 4º y 5º año», recordó.

 

QUIERO HACER LA CAMINATA

 

Para mí «es mucha emoción esto. Yo vine a hablar con la directora, con María Pentucci, y quiero hacer la caminata desde la calle Sarmiento hasta acá, porque a mí esto me parece increíble», agregó.

 

«Encontrarme a esta altura de mi vida en el centenario del Colegio, poder intercambiar con la gente, eso es importante y todo me emociona. Todos los compañeros de mi Promoción están fallecidos. Quedamos Alberto Fernández, que vive en Puerto Madryn y yo. Intenté comunicarme con él, y no lo logro. Es el único de ésa época», comentó.

 

«De los egresos de 1951 hasta los años ’70 mucho no puedo decir. Mis hijos luego fueron alumnos del Nacional, cuando ya el Colegio estaba en esta sede», señaló.

 

En su paso por el Colegio Nacional «hicimos el Bachiller hasta tercer año y después se dividía el curso entre quienes estudiaban Magisterio y las que estudiábamos para Bachiller. Los últimos dos años, de Magisterio, ya se formaban los maestros. Y cuando terminamos 5to año egresábamos con ellos».

 

Cuando terminó el secundario, Vitulli se fue a Buenos Aires «a estudiar la carrera de Matemática y empecé a estudiar Arquitectura, porque en el Pensionado donde yo estaba había una chica estudiando Arquitectura, entré y vino la Revolución de 1955, así que no pude cursar y tuve que abandonar. Volví a casa, me puse a trabajar», dijo. 

 

Todos los años, cada 26 de abril, se hace presente en el aniversario del querido Colegio, honrando la memoria de quienes no están y de quienes contribuyeron a su formación.

 

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