PERSPECTIVA
Se ve una puerta blanca, es de la casa antigua de la esquina.
por REDACCIÓN CHUBUT 17/08/2025 - 19.57.hs
Suelen entrar hombres de todos los tamaños y colores, y a todas horas del día. A veces, la dueña de casa vuela en camisón por los techos averiados. Un mechón azul le cae en el rostro tapando sus anteojos.
Por la vereda transitan personas, acelerando el paso; algunos perros van destrozando bolsas de basura y se ven niños perdidos.
En la esquina sopla un viento que puede hacer desaparecer, hay que agarrarse fuerte de los mojones de cemento que protegen la edificación.
En ese barrio los ladrones se visten de traje y corbata, con el pelo engominado.
Los cables cortados caen entorpeciendo a los caminantes; no se puede estacionar por un cordón amarillo que abusa de su longitud.
Cuando cortaron los árboles añejos, la madera, las ramas con sus hojas y las raíces inundaron como ríos desbocados los alrededores. Rodajas de madera se asemejaban a islas sobre el asfalto. Se cortó el tráfico y la ciudad cambió su ritmo, el nuevo delta revivió zonas olvidadas.
Al lado de la casa antigua de puerta blanca, cruzando la calle, en un primer piso, se ve a una mujer con sus ojos vaciados de tanto mirar sin ver. Reposa en un sillón vetusto con sus piernas enyesadas de un tiempo que le impide avanzar.
¿Qué sucede en esa esquina, en esa manzana? ¿Te atreverías a recorrerla? La miro desde el balcón de enfrente, desde siempre y hasta que el tiempo ya no exista…
Susana Arcilla
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