Puerto Madryn

A propósito de la laguna rosada

Por Ing. José María Molina, Presidente Colegio de Ingenieros y Técnicos de Chubut: Se ha difundido por todos los medios informativos la coloración rosa en aguas residuales provenientes de la industria pesquera. Parecería que está bien producir valor de exportación con la industrialización de los productos de la pesca pero no lo que produce algún efecto negativo en la disposición final de esos residuos, ya sean líquidos o sólidos. 

por REDACCIÓN CHUBUT 30/07/2021 - 00.00.hs

La coloración rosada de la aguas en las lagunas de estabilización químico-biológica es resultado probable de la tinción de las aguas de  proceso durante la manufactura de langostinos en sus variados productos. Una es consecuencia de la otra y no se pueden separar. Ambas se deben gestionar adecuadamente. 
El pigmento que colorea las lagunas, probablemente sea la Astaxantina. La misma es un carotenoide cuya manifestación más conocida es la tintura de las zanahorias (carrot en inglés). Este pigmento es liposoluble, de cadena carbonada larga con varios dobles enlaces y dos grupos hidroxilo en los extremos de la cadena que le da sus características particulares como antioxidante y rejuvenecedor celular. También  esa conformación química aseguraría la degradación en el medio ambiente aunque posee cierta estabilidad a temperatura normal. Esa podría ser la razón de su persistencia, a la vista de todos, durante varios días. No es un residuo tóxico y es una materia prima importante para la industria del salmón con el fin de otorgarle la coloración rosada a los peces que después van a ser faenados. Agrego, que los vistosos flamencos rosados tampoco serían tan encantadores si no tuviesen la capacidad de asimilar este pigmento en su organismo y transmitírselo a su plumaje. 
Abundando en la información técnica, su degradación se acelera mediante la ventilación mecánica del cuerpo acuoso que aporta oxígeno del aire y produce la turbulencia que rompe la capa límite a la transferencia del gas hacía el pigmento, activando su descomposición. En tratamientos más acelerados y con restricciones de espacio para el proceso, se inyecta Ozono (O3) lo cual asegura un 75% de mayor efectividad frente a la aireación mecánica. 
Otra posibilidad, por la coloración rosa dominante, sería la presencia del micro crustáceo Artemia salina, pero el cuerpo de agua posee una salinidad menor que el agua de mar lo cual la hace inviable. Bacterias del tipo halotolerantes de coloración rosada tampoco son posibles por la misma razón. 
Definitivamente los sulfitos antioxidantes utilizados para evitar la melanosis en los crustáceos no dan ningún tipo de coloración a las aguas residuales.
Lamentablemente se nota cierta ausencia profesional con la Colegiación y matrícula respectiva que garanticen a la ciudadanía que, frente a todo este tratamiento, hay un responsable con la formación universitaria en Química o en la Ingeniería respectiva. 
Nos hemos ido acostumbrado, en los últimos 20 años, a que cualquier persona con alguna experiencia o simplemente una formación no habilitante acometa cualquier desafío técnico o científico. Se ha perdido la exigencia del sentido común por la cual, los funcionarios a cargo de los organismos públicos y empresas privadas posean el título universitario correspondiente y que estén matriculados en el Colegio Profesional de su especialidad. El canal legal y conveniente  es que estén habilitados a realizar proyectos, hacer el seguimiento de obras o la evaluación científica de eventos fuera de lo común. Deberían estar todos con la firma del profesional matriculado. Evitaríamos así, que se someta a la incertidumbre ciudadana o a la  discusión pública, temas que son de preciso nivel técnico. 
El resultado, no deseado, es la desprofesionalización de la sociedad. No perdamos de vista que “el que puede más también puede menos” así que apuntemos alto y nos irá mejor como comunidad organizada.

 

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