Quisieron linchar a un conductor ebrio que chocó de frente con motociclista y luego atacaron a la Policía y a la subcomisaría

Increíblemente, el conductor que se encontraba demorado en el hall de acceso al destacamento sorprendió al guardia tomándolo del cuello e intentando sacarle el arma con intenciones de «matar a todos los que estaban afuera», según esgrimía.

Durante la lucha el empleado policial resultó levemente lastimado pero logró reducir y esposar al agresor, quien por esa acción y por el siniestro vial terminó quedando detenido a disposición de la fiscalía y a la espera de una audiencia de control en los tribunales locales, en la que desde la fiscalía le iban a pedir la prisión preventiva.  

Todo aconteció en los últimos minutos del viernes, el choque frontal entre la moto y el auto se registró en las inmediaciones de la subcomisaría del barrio INTA, sobre la avenida Pascual Daleoso. Allí el motociclista salió despedido tras el impacto con el vehículo y dicen que cayó al pavimento de manera muy violenta y que luego con el arribo de la ambulancia constataron que tenía una fractura expuesta en su pierna izquierda además de traumatismos en otras partes del cuerpo, inclusive en la cabeza. 

En esas condiciones fue trasladado en ambulancia al hospital mientras un puñado de personas, presuntamente, en su gran mayoría conocidas del motociclista; se congregaron en el lugar y en medio de insultos y amenazas fueron a atacar al conductor del coche que pese a encontrarse muy alcoholizado intentaba defenderse cuando llegó la Policía e inmediatamente tras ponerlo a resguardo se lo llevó para la subcomisaría. 

Así fue cómo los que querían hacer «justicia por mano propia» se trasladaron hacia el frente de la dependencia policial y la atacaron arrojando contra la misma todo tipo de proyectiles, hasta que terminaron siendo desalojados a «escopetazos»: a los tiros con municiones, no letales, anti-tumulto. 

Tanto la motocicleta como el auto contra el que chocó quedaron secuestrados a disposición de la Justicia y el detenido, el conductor ebrio que quiso robarle el arma al policía, estaba hasta ayer alojado en dependencias de la seccional Primera. La víctima, en tanto, se encontraba internado en el hospital acusado lesiones graves pero no corría peligro su vida, según se aseguró desde el nosocomio. Tanto de él, como del automovilista la Policía mantuvo en reserva sus identidades. 

El caso que se le atribuye al conductor detenido fue calificado como de «lesiones graves en accidente de tránsito, que derivó en un atentado y resistencia a la autoridad, lesiones, amenazas y daños agravados».