El viaje de una madrynense a bordo de la Fragata Libertad

La Cabo Segundo Apoyo General, María Ayelén Hernández, nació San Rafael, Mendoza, pero se crió en Puerto Madryn y eligió dedicar su vida a la Armada Argentina. De este modo, a sus 31 años la mujer tuvo la oportunidad de ser parte del 50º Viaje de Instrucción a bordo de la fragata ARA “Libertad”. 

Destinada en el buque escuela desde 2021, es la segunda ocasión en que realiza este tipo de viaje en el que los Guardiamarinas en Comisión de la Escuela Naval Militar completan su formación profesional. Ella asegura que como resultado de estos viajes adquirió experiencia en diferentes áreas del buque, tanto a nivel interpersonal como profesional, conocimientos que hoy, sin lugar a dudas, son el bagaje que llevará a su próximo destino. 

“Viví hasta los dos años en Mendoza y por el trabajo de mis padres nos mudamos a Puerto Madryn. Mi papá, mamá y dos hermanos menores aún viven allí”, contó Hernández, quien recuerda con especial cariño su paso por el Colegio N° 736 “Aviadores de Malvinas” y las tardes en las playas del parador “Yoaquina”. 

Respecto de su decisión de entrar a la Armada Argentina, sostuvo: “En el año 2004 la fragata ARA ‘Libertad’ fue a Puerto Madryn. La vi y me gustó mucho. A fines del 2010, la hermana de una amiga nos mostró el video del primer ‘Velas Latinoamérica’ y en ese momento me terminé de enamorar del buque”. 

Fue entonces, mientras cursaba sus estudios secundarios, cuando comenzó a soñar con realizar un viaje en el buque escuela. En 2011 viajó hasta Trelew y se anotó para incorporarse a la Armada como Marinero Tropa Voluntaria.  “En el 2021 me llegó el pase a la Fragata. No me lo esperaba. Fue una mezcla de emociones. Uno siempre expresa que es voluntario para estos viajes, pero es algo que parece inalcanzable, que nunca va a llegar”, aseguró. 

LA PRIMERA ZARPADA 

“Cuando llegué estaba por comenzar el 49° Viaje de Instrucción. Sentí una mezcla de nervios, incertidumbre de cómo iba a ser. Me asignaron a la División que se encarga del servicio en la camareta de Guardiamarinas en Comisión. Era mucha cantidad de gente, pero por suerte, me enseñaron desde cómo poner una mesa hasta cómo armar un desayuno”, rememoró Hernández. 

Al recordar la primera zarpada, la mujer aseguró que fue muy difícil ya que aún se aplicaban los protocolos por la pandemia y sólo pudo despedirse de su familia desde a bordo de la unidad. Sus amigas, cuñada, sobrino y padres se acercaron a la dársena desde donde pudieron saludarla. 

AMOR A PRIMERA VISTA

Pasaron 10 años entre aquella decisión de emprender el camino para embarcar en la “Libertad” y su concreción. “No tengo ningún familiar en la Armada. Pero eso no me impidió ponerme como meta el querer embarcar en la Fragata desde aquella primera vez que la vi en Puerto Madryn”, destacó Hernández, quien actualmente se encuentra a la espera de su nuevo destino, esperando que sea cerca de su familia. 

“Extraño los mates con mi mamá por la mañana, compartir con mis hermanos y mi papá. Amo la playa y pasar las tardes con mis amigas ahí”, dijo, al mismo tiempo en que destacó: “Servir a la Patria es mi orgullo”. Finalmente, cabe destacar que la embarcación, emblema de la Argentina, ya realizó medio centenar de viajes por el mundo.