Puerto Madryn

Puerto Madryn y el Día Nacional del Inmigrante

Por Martin Fennen, presidente del CEHyS de Puerto Madryn. En 1812 el Primer Triunvirato firmó el primer decreto fomentando la acogida en nuestro país “a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio”. El Preámbulo de la Constitución de la Nación Argentina hace referencia desde 1853 “a todos los habitantes del mundo que quieran habitar el suelo argentino” y en su artículo 25 reafirma el fomento a la inmigración. Desde  1949 el 4 de Septiembre se celebra el “Día Nacional del Inmigrante”. 
 

por REDACCIÓN CHUBUT 05/09/2023 - 00.00.hs

Por ello, en este día se honra el aporte histórico y cultural que los inmigrantes tuvieron y tienen en la Argentina. Recordemos que nuestro país es uno de los países que más inmigrantes recibió entre 1880 y 1930. Hoy representa el 5,03% de población extranjera, aproximadamente 2.281.728 personas. 
Puerto Madryn, como réplica en todo el país, es un pueblo de inmigrantes. Desde aquel 1865 cuando Lewis Jones llegó a nuestras costas como el primer inmigrante y las distintas colectividades (boliviana, peruana, paraguaya, chilena, uruguaya, etc.) que dejaron y dejan el aporte para el progreso de nuestra ciudad.
Desde Francisco Pietrobelli, italiano de origen, que vino para la construcción del ferrocarril, pasando por el maquinista ruso José Krotevich, admirando a aquellos jóvenes que  se animaron a poblar la comarca como comerciantes de la talla de María Ebene de Meisen, italiana ella, como su connacional Carmela Farina de di Natale que ofició de partera, recordando a Agustín Pujol de origen español, con su comercio y tropas de carros.
A aquellos que pusieron ladrillos y levantaron paredes como el español José Santamaría o el italiano Ermes Furlanetto.  Los que alegraban el espíritu con su música como la española Josefa del Pino o el italiano Vicente Autiero. Y si de acopiar frutos del país se refiere, recordamos a Jorge Steinhoff alemán de origen o al estoniano Hermann von Buxhoeveden en el negocio lanero.
La leche fresca llegaba a los hogares de  la mano del español Jerónimo Azcárate con su tambo. Y arreglaba zapatos don José Kuperband de origen polaco. El ruso Adolfo Rapoport, relojero y joyero abría el negocio en el momento que el libanés Elías Seleme salía a la campaña a vender productos. 
El rumano Guillermo Zarlac, herrero de profesión, tenía la fragua lista para arreglar los carros que hacían extensos viajes al interior.
Los viajeros tenían la opción de alojarse  en el hotel del italiano Luis Marzullo o en de Ángel Margusino, el español.
La salud estaba cubierta con los italianos José Martinengo por el 1908 y hoy por  Vitángelo Daniele. 
De los frutos del mar, que procesaban en su planta industrial los yugoslavos Jerónimo Marinkovich y a Bartolomé Kovacevich o a los italianos con sus chalanas en sus remadas costeras a  Ángel Timinieri, Juan Tagarelli, entre otros. Esas delicias de mar o de tierra adentro, las cocinaba el español Ramón Medina.
En la humilde capilla del pueblo, ejercían el sacro apostolado el reverendo Juan Muzio, italiano, o el español Constantino Saiz.
La uruguaya Pilar Rubina de Verdaguer Larriera fue nombrada maestra de la Escuela Nacional N° 27 (hoy 84) y allí se desempeñó hasta su jubilación. A la enseñanza elemental, se incorporaba la del idioma alemán, inglés, francés y castellano en el Colegio Sarmiento a cargo de su director, el alemán José Toshcke.
A los periódicos del viejo Madryn, le debemos su impresión al español Vicente Pérez Medel y a su cuñado Eliseo García Sainz. También incursionó en este rubro Julio Mazzanti (norteamericano) dirigiendo “La voz del pueblo” y a Luis Montecinos, el chileno, le debemos la continuidad de la Imprenta Golfo Nuevo.
Con el avance tecnológico, llegaba el teléfono, la radio y siempre Petra Santamaría, la española, colocaba las clavijas en el tablero telefónico y te conectaba. A la campaña, según alguien era radioaficionado, te hacía la gauchada el español José Pallardó. 
Si de mecánica se habla contábamos con los servicios de Pedro Corradi o Mario Ramenzoni, venidos de la Península Itálica.
Agustín Pujol, el aventurero y emprendedor español, te llevaba la mercadería en sus tropas de carros hacia el interior o te la acercaba a las costas patagónicas.
En el poblamiento ganadero recordamos a Sebastián Garagarza, poblador primero y hotelero después, venido de España. Otros pobladores fueron Francisco Remussi, italiano, Teodoro Vergara, chileno, Domingo Boubee, el francés, Tomás Araujo de Uruguay, Pedro Saizar nacido en España, Alejandro Varni, llegado de su Nápoles natal, entre muchos otros.
La Port Madryn Argentine Company Limited incorporó a Enrique C. H.  James (Míster James) como contador de la misma. Inglés de nacimiento, administró las Estancias Bahía Cracker, Leleque, entre otras. Fue cónsul honorario de Gran Bretaña.
Cuando se amplió el ramal Madryn- Las Plumas y se construyeron los talleres para ese trabajo, el rumano Constantino Beke estaba al frente, y unos años más tarde se iniciaba como aprendiz el alemán Pedro Seibt y su compañero y guía, el búlgaro Jordan Mikoff en el arte de la carpintería.
En este día también debemos recordar a nuestro Padre de la Patria, cuyo apellido San Martín es de origen español y al creador de la bandera, Belgrano de origen italiano, apellidos que dejaron su impronta en Argentina.

 

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