NOCHES DE BOXEO LEGENDARIO

A 26 años de la pelea “Locomotora” Castro - Matthysse

POR GUSTAVO GÓMEZ 

por REDACCIÓN CHUBUT 23/12/2024 - 00.00.hs

3

El 23 de diciembre de 1988, el gimnasio del Club Racing de Trelew vibró como en sus noches de mayor gloria. El público abarrotaba el lugar, atraído por la promesa de un combate electrizante entre dos figuras del boxeo nacional: Mario Edgardo Matthysse, un santafecino de 31 años radicado en Trelew, y la joven promesa Jorge Fernando “Locomotora” Castro, el noqueador de Santa Cruz que, con apenas 21 años, ostentaba un récord perfecto de 18 victorias y era la esperanza más brillante del boxeo argentino.
Matthysse, experimentado y consciente de su veteranía, llegaba al combate con una estrategia clara: usar su experiencia y su movimiento para esquivar los temibles puños de Castro. “A mí Locomotora no me asusta; le dicen así porque es puro humo y ruido”, declaró Matthysse antes de la pelea, intentando ganar el combate psicológico. Bajo la tutela de su entrenador José Bachilleri y con el apoyo del Gringo Steimbach, Matthysse se preparó para aguantar el empuje arrollador del joven contrincante, apostando a que su experiencia sería el factor decisivo.
Desde el primer campanazo, Castro salió al ataque, demostrando su característico poder de golpeo. Sin embargo, Matthysse logró contener la furia de “Locomotora” usando cada rincón del ring, bloqueando y cerrando los ángulos, frustrando al joven púgil en su búsqueda de un nocaut temprano. La estrategia de Matthysse era clara: resistir y aguantar los embates iniciales, para luego, desde el cuarto asalto, intentar tomar la iniciativa y desgastar a su rival.
El público, que llegó atraído por el espectáculo y la fama de Castro, comenzó a impacientarse. La pelea, lejos de ser un intercambio de golpes explosivos, se convirtió en un duelo de tácticas, de espera y desgaste. Cada intento de Castro chocaba contra la guardia de Matthysse, quien hacía uso de artimañas y movimientos poco ortodoxos para frenar el avance de la “Locomotora”, extendiendo el combate más allá de los primeros asaltos a los que su joven rival estaba acostumbrado.
Pero cuando Castro decidió poner fin al duelo, no hubo táctica que pudiera detenerlo. En el séptimo asalto, con un certero derechazo que abrió el camino y una izquierda feroz contra la sien de Matthysse, “Locomotora” cerró la pelea. Al minuto con 11 segundos del séptimo round, Matthysse cayó, y el sueño de derrotar a la promesa argentina terminó en la lona. La multitud, aunque crítica por el ritmo del combate, estalló en aplausos, reconociendo el poder y la determinación de Castro, quien se había ganado el derecho a figurar entre los grandes.
Aquella noche, el gimnasio del Club Racing de Trelew se iluminó, evocando en el recuerdo las épocas en que figuras como Mingo Malvarez y el Chueco Sallago llenaban el recinto con su destreza. Trelew fue testigo del ascenso de “Locomotora” Castro, quien, con su carisma y talento, dejó su marca en una noche histórica para el deporte chubutense.
 

 

¿Querés recibir notificaciones de alertas?