Puerto Madryn

Entre la representación como bloque y la inacción política: las discusiones sin rumbo en el Concejo Deliberante

Las nuevas voces van marcando liderazgos dentro de un recinto donde prevalecen las discusiones estériles y carece de proyectos reales. El show de la política y los ediles a los que todavía no se les conoce la voz.

por REDACCIÓN CHUBUT 07/04/2024 - 00.00.hs

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En el seno del Concejo Deliberante de Puerto Madryn, las tensiones políticas alcanzaron un nuevo clímax esta semana, evidenciando la estatura política de las discusiones de muchos de sus integrantes.

 

La reciente sesión del pasado jueves, dominada por un debate estéril en torno al cuadro tarifario local, sacó a relucir tanto las nuevas voces referentes como a los meros espectadores que con su nula participación conforman este ámbito legislativo. En la última sesión, el telón se levantó sobre un escenario tumultuoso, donde el debate sobre el cuadro tarifario eclipsó las discusiones sustantivas, dejando al descubierto la verdadera estatura política de cada concejal dentro de sus respectivos bloques.

 

Desde diferentes sectores empezaron a encenderse las alarmas por la falta de propuestas claras para solucionar problemas en la ciudad, como la planificación de su crecimiento, el ordenamiento del boom turístico en las calles y los alquileres, la proliferación de basurales a cielo abierto en diferentes zonas de la ciudad, el mejoramiento y promoción del uso de aguas de reuso, la creación de herramientas de participación ciudadana, la promoción del uso de energías renovables en las conexiones domiciliarias, atender la escalada de robos a viviendas, la falta del servicio de la SUBE, entre otros tantos. 

 

Hay quienes ya empezaron a notar que el Concejo Deliberante adolece de una marcada falta de iniciativa legislativa dejando recaer sobre el intendente Sastre todos estos trabajos. Fue su equipo de gabinete municipal el que se ocupó y se movió, por ejemplo, con el reordenamiento de playa Paraná, y el que gestionó ante Servicoop para frenar aumentos. 

 

La abrumadora mayoría de los proyectos presentados se limitan a declaraciones de interés, solicitudes de excepción al Código de Planeamiento, o solicitudes de eximición impositiva, dejando de lado propuestas concretas que aborden las necesidades reales de la comunidad, y colaborando también con la gestión municipal. Tampoco el tiempo en las horas de preferencia es utilizado para explayarse en algún tema en particular, terminando la mayoría de las sesiones de manera precipitada porque ningún edil pidió la palabra. 

 

En este escenario, son los reclamos vecinales los que marcan la agenda y discusión dentro del Concejo, evidenciando una falta de iniciativa propia y de gestión por parte de los propios representantes. Sin embargo, más allá de la escasez de proyectos, son las discusiones estériles las que acaparan la atención en este ámbito legislativo. 

 

El show de la política
La última sesión fue testigo de un intercambio de gritos y respuestas vacías, carentes de sustancia y orientación hacia soluciones concretas. En un contexto marcado por la urgencia de abordar problemas reales, como la presión al bolsillo de los vecinos, estas disputas políticas estériles resultan no solo infructuosas, sino también frustrantes para los ciudadanos que pusieron su voto en sus representantes para encontrar soluciones efectivas. En medio de este panorama, sobresalen figuras que, con mayor o menor claridad, definen el rumbo de sus respectivos bloques. Federico Garitano demostró ser un activo participante tanto en las sesiones como en la militancia barrial, respaldando con firmeza los proyectos del oficialismo.

 

Por otro lado, Lorena Moreno, desde las filas del radicalismo, aporta en este nuevo Concejo una frescura al debate sin necesidad de recurrir a discursos prefabricados con lectura de papeles. En tanto, los ediles del Pro, con Hernán Pereira a la cabeza, se muestran como el brazo más combativo y de confrontación directa al oficialismo. 

 

Sin embargo, es necesario reconocer que no todos los integrantes del Concejo Deliberante parecen estar a la altura de las circunstancias. Hay quienes parecen limitarse a observar pasivamente el desarrollo de las sesiones, sin ofrecer aportes ni participar activamente en el debate. Los casos más llamativos son los de la concejal Lucila González y Walter Herrero, quienes sólo pidieron la palabra de manera escueta una sola vez a lo largo de las cinco sesiones.

 

Vale reconocer que siempre estuvieron los ediles cuya presencia se limitó a sumar votos para su espacio, sin realmente tener una participación activa ni en las sesiones, ni en las comisiones, y menos en la militancia. El Concejo Deliberante de la gestión anterior es una muestra clara de esto.

 

A este contexto también se suma la presencia de aquellos ediles cuya participación oratoria se ve sobrepasada de bravuconadas y consignas simplistas, careciendo de argumentos sólidos y propuestas constructivas, como el fustigamiento contra el orden capitalista en supuesta defensa a los trabajadores. 
Es repetitivo el pedido de vecinos para que terminen los discursos vacíos y se comprometan con una labor legislativa responsable y propositiva, a la altura de las demandas que comunidad enfrenta día a día. 

 


 

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