Puerto Madryn

Pesar por el fallecimiento de Joselin Proboste, un histórico del fútbol regional

Este jueves, Puerto Madryn amaneció con una noticia que entristeció profundamente a la comunidad: el fallecimiento de Joselin Proboste, conocido por todos como el Chiqui, un vecino entrañable que dejó una marca imborrable en distintos ámbitos de la ciudad.
 

por REDACCIÓN CHUBUT 13/11/2025 - 20.09.hs

Multifacético, inquieto y apasionado, el Chiqui fue un hombre de muchas facetas. A lo largo de su vida se dedicó al comercio en distintos rubros, y a fines de los años 90 fundó junto a dos amigos la Inmobiliaria APB, que aún atendía cada tarde con su estilo tan personal. Pero si había algo que lo definía, era su amor por el fútbol.
Debutó en primera división con apenas 15 años, defendiendo los colores de Guillermo Brown, club del que siempre habló con orgullo. En más de una oportunidad recordaba con emoción que fue José Gaspar Pepitoni quien le dio la oportunidad de jugar en la máxima categoría. 
A comienzos de los años 90 dio otro paso trascendental: fue uno de los fundadores del Club Alianza Fontana Oeste, del cual también fue su primer director técnico. Años más tarde, la sede de la institución pasaría a llevar su nombre, un merecido homenaje en vida que le brindaron quienes siguieron su camino. 
El Chiqui no solo fue entrenador: también se arremangó para levantar paredes, revocar, pintar y construir, demostrando que el amor por el club se expresa también con las manos.
Su consagración definitiva en el fútbol local llegó en 1996, cuando junto a Alberto Lazarte condujo a Guillermo Brown al tan ansiado campeonato de la Liga del Valle del Chubut, rompiendo una racha de 29 años sin títulos. A partir de ese logro, comenzó una nueva etapa en la historia del club portuario. Fue, además, el primer técnico en la liga local en consagrarse campeón en todas las categorías: la A con Brown, y la B y C con Alianza, marca que hasta hoy solo comparte con el querido galense Griffiths.
En los últimos años, Joselin había canalizado su inquietud y su voz en un nuevo desafío: la radio. Construyó un estudio en su propia casa, dio forma al proyecto y conducía cada mañana un programa dedicado al campo, ese mundo que conocía de memoria desde su infancia. Entre anécdotas, consejos y vivencias, compartía su pasión por la vida rural. Por las tardes, el fútbol volvía a ocupar su espacio, y hasta se animó a relatar partidos locales, disfrutando cada transmisión con la misma pasión que lo acompañó toda la vida.
De carácter fuerte y convicciones firmes, el Chiqui era frontal, directo y sin dobleces. Decía lo que pensaba, sin importar si estaba frente a un vecino común o un político de renombre. Amigo de las largas charlas, de los asados, las cartas y los buenos consejos, fue una de esas personas que marcan el camino y dejan huella.
Puerto Madryn despide a Joselin “Chiqui” Proboste, un hombre que vivió con intensidad, que sembró afectos, y que, sobre todo, honró sus pasiones.

 

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