Puerto Madryn

¿Por qué tantos loros barranqueros en Puerto Madryn?

Investigadores alertan sobre la pérdida de su hábitat natural por incendios y el avance la agricultura. Particularmente el Puerto Madryn es común ver gran cantidad de loros sobre los cables en distintos puntos de la ciudad

por REDACCIÓN CHUBUT 29/12/2025 - 12.30.hs

El loro barranquero (Cyanoliseus patagonus) es un ave nativa de lo que se conoce como diagonal árida argentina, que corresponde principalmente a la ecorregión del monte, y que también está presente en algunos lugares puntuales de Chile.

 

Sin embargo, este loro está cada vez más presente en las ciudades y, particularmente en Puerto Madryn, su presencia se hizo aún más notoria debido a su protagonismo en recientes cortes de luz en la ciudad.

 

La presencia de loros barranqueros en centros urbanos tendría su origen en la pérdida de su hábitat natural por diversas razones.

 

Alejandro Gatto, investigador del Centro para el Estudio de los Sistemas Marinos (CESIMAR-CONICET), basado en los detallados trabajos realizados por el investigador Juan Masello principalmente en la zona de Rio Negro por más de 25 años, explicó el fenómeno.

 

“Los loros no prefieren estar en las ciudades y en los pueblos, prefieren utilizar sus ambientes naturales nativos. El problema es que están sufriendo una pérdida de su hábitat muy fuerte que está dejando a esta especie sin la posibilidad de su alimentación natural y de la utilización de los refugios naturales que tenía en el monte”, señaló.

 

“En el sur de la provincia de Buenos Aires y en la parte costera de la provincia de Río Negro sufrió muchísima pérdida de hábitat por la ampliación de la frontera agropecuaria, además de grandes incendios; entonces los cultivos suplantan la vegetación nativa de la zona y a los loros no les queda otra que moverse a donde puedan conseguir refugio y alimento”, explicó Gatto.

 

Es probablemente por esta razón que grandes bandadas de loros se asientan en los centros urbanos como Puerto Madryn.

 

Los loros barranqueros son animales diurnos que se alimentan durante el día y durante la noche, en el caso de no estar reproduciéndose, buscan dormideros que en su hábitat natural son las matas grandes de arbustos del monte nativo ya que al ser espinosas, evitan que los predadores terrestres como gatos monteses, zorros y demás puedan atacarlos.

 

Es por ello que en las ciudades buscan estructuras altas como postes de alumbrado, de cableado o árboles altos para utilizarlos de dormideros. En cuanto a su alimentación, prefieren las hojas, brotes y frutos de la vegetación nativa de monte que está disponible principalmente en matas grandes de arbustos, de donde además de conseguir sustento nutritivo obtienen fitocompuestos que les permiten mantenerse saludables.

 

Gracias a esto último no se han encontrado parásitos sanguíneos en estos loros, algo bastante raro en poblaciones de aves silvestres. Es tan intensa esta preferencia que en lugares donde han perdido el monte nativo en adyacencias a sus colonias pueden volar más de 60 km hasta sectores con ambiente naturales para llevarle este preciado alimento a sus pichones.

 

Cuando no tienen ese alimento disponible pueden hacer uso de plantaciones y cultivos, aunque para ellos es una especie de comida “rápida” o “chatarra”, y a largo plazo les hace daño.

 

En cuanto a la cantidad de ejemplares a lo largo de su distribución, las investigaciones indican que se ha perdido cerca del 40 por ciento de la población histórica original de la especie.

 

Este dato es contrario a lo que se observa diariamente en la ciudad, pero tiene que ver con que los loros barranqueros “están agrupándose donde los vemos más. Antes estaban más dispersos a lo largo del monte y ahora están más concentrados en pueblos y ciudades donde encuentran las dos cosas que están perdiendo: refugio y alimentación”, aclaró Gatto.

 

El investigador del CENPAT aclaró que estos animales podrían comenzar a disminuir su abundancia en la ciudad a medida que se vaya recuperando la vegetación que ha sido modificada por los grandes incendios que se registraron en los últimos años en la región.

 

Sin embargo, “es probable que tengamos que convivir bastantes años con los loros. Va a tardar un tiempo la recuperación de matas buenas que ofrezcan hojas y frutos para estos animales, además de buenos refugios”, señaló.

 

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