El Obispo de Rawson señaló un aumento de la "indiferencia" frente a situaciones de inseguridad

Álvarez, quien asistió a un curso sobre la detección de abusos en la Iglesia, señaló cómo la perspectiva sobre este problema se ha ampliado desde el pontificado de Benedicto hasta la actualidad, subrayando que el abuso sexual es solo la "punta del iceberg" de problemas más profundos relacionados con el abuso de poder.

NUEVOS TEMAS QUE ENRIQUECEN

El Obispo de Rawson comento que semanas antes de ir a Roma tuvieron "la semana de estudios pastorales de los sacerdotes donde analizamos cuestiones de género, aspectos sobre la agenda 2030, vimos también sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el tema de las nuevas masculinidades, así que han sido 15 días muy ricos para ampliar la perspectiva".

Sobre los abusos sexuales, el Obispo de Rawson destacó que la mayoría de los abusos sexuales se dan en el seno intrafamiliar "donde priman estructuras muy machistas y muy patriarcales", aunque también ocurre en otros espacios comunes como en la iglesia. 

Con respecto a las violencias dentro de las familias, comentó que se exacerbaron durante la pandemia y la crisis económica: "muchas veces la falta de recursos nos mete para adentro y nos enoja más. Nosotros tenemos que poder mirar en serio como resolvemos el tema en nuestros espacios cuando nos sentimos impotentes y ejercemos la violencia hacia los demás y avanzamos sobre los otros", 

¿LA IGLESIA COMO EL ÚNICO INTERLOCUTOR VÁLIDO?

En lo local, el obispo reflejó preocupación por el incremento de la demanda alimenticia en los comedores, una situación agravada por la pandemia y acrecentado con la actual crisis económica. Afirmó que, aunque Cáritas y la Iglesia están haciendo grandes esfuerzos para mitigar esta demanda, es primordial reconocer y fortalecer el trabajo de otros movimientos sociales y organizaciones comunitarias en estos esfuerzos.

"Ojalá que los distintos gobiernos se abran a la posibilidad de conveniar con otros movimientos sociales o con otras estructuras sociales que tienen la misma pericia que tiene Cáritas y han trabajado con honestidad", subrayó el Obispo.

Álvarez se mostró preocupado por el lugar en que los ha dejado su relación con el nuevo Gobierno nacional: En el último tiempo ha salido en algunos lugares que la iglesia es el único interlocutor válido por el Gobierno nacional y eso nos genera un problema a nosotros, porque, en primer lugar, no solo que no llegamos a todos, sino que hay muchísimos lugares a los que nos llegaron y si llegan otros movimientos sociales u otras estructuras como las sedes vecinales, a donde nosotros no podemos llegar". 

"En el imaginario, van a decir que a nosotros nos van a dar todo lo que le daban a los movimientos sociales o a otras personas y eso no es así, porque nosotros no aceptamos nada que no podamos distribuir o manejar con pericia, eficacia y transparencia", dijo el obispo. 

INSEGURIDAD

Álvarez también abordó la problemática de la inseguridad, relatando incidentes recientes de robos en capillas y otras instalaciones eclesiásticas, lo que refleja un crecimiento de la "indiferencia" y la inseguridad en la provincia.

"Nosotros hemos padecido hace poco un robo en una de las capillas de una camioneta chocada. Cuando la aseguradora fue, se dio cuenta de que habían desvalijado a la camioneta", contó. 

"En el hogar de la misericordia, en Trelew, nos han robado en febrero y nos han vuelto a robar hace dos semanas. Hay un ambiente de indiferencia evidente, porque cuando te roban una cocina industrial, ¿cómo nadie vio nada?, se preguntó Álvarez. "En eso si se nota un crecimiento de la indiferencia y de la inseguridad que se expresa en un 'sálvese quien pueda' o 'miro para otro lado para no tener lío yo', eso es lo más complicado porque siempre va a haber alguien que rompa con alguno de los 10 mandamientos... el tema es cuando estructuralmente decidimos que lo que otro haga, mientras no me lo haga mi, no me importe". 

 "En el Hogar de la Misericordia, en Trelew, fuimos víctimas de robo en febrero y nuevamente hace dos semanas. Esto evidencia un claro ambiente de indiferencia, porque, ¿cómo es posible que nadie haya visto nada al robar una cocina industrial?", se cuestionó Álvarez. "Aquí se percibe un crecimiento de la indiferencia y de la inseguridad, manifestándose en actitudes del tipo 'sálvese quien pueda' o 'miro para otro lado para no involucrarme', lo cual es preocupante. Siempre habrá quien infrinja alguno de los 10 mandamientos... el problema surge cuando, estructuralmente, decidimos que lo que le ocurra a otros no nos importa, siempre y cuando no nos afecte directamente a nosotros mismos. 

Finalmente, el obispo hizo un llamado al diálogo y a la acción conjunta entre distintos sectores de la sociedad, incluido el gobierno, para priorizar la atención a los más vulnerables, especialmente en áreas críticas como la salud y la nutrición. "Los más vulnerables no nos precisan peleándonos", afirmó y enfatizó la urgencia de responder a las necesidades inmediatas de la población sin recurrir a disputas ideológicas.