PRETENDIAN SUMARSE A UNA AMNISTIA DEL ’73. SE FORTALECE LA POSTURA DE LESA HUMANIDAD
Masacre de Trelew: Falló la estrategia de la defensa de los marinos y desistieron de presentar testigos
Cuatro testigos había propuesto la defensa de los imputados Luis Emilio Sosa y Emilio Del Real, pero el primero en declarar comprometió la situación de los marinos y terminaron desistiendo del resto.
por REDACCIÓN CHUBUT 31/08/2012 - 00.17.hs
El militar retirado Aníbal Acosta se quedó ayer en las escalinatas del Centro Cultural José Hernández sin poder declarar como testigo en la causa por la Masacre de Trelew.
Era un testigo propuesto por la defensa de los procesados Sosa y Del Real, al igual que el Teniente de Fragata retirado Ricardo Hirsch, quien sí declaró por videoconferencia desde Buenos Aires.
La estrategia de la defensa era demostrar que existieron militares beneficiados con la ley de amnistía a presos políticos que dictó el gobierno constitucional de Héctor Cámpora en 1973, y a la que pretendían acogerse los imputados por la masacre por considerarse presos políticos.
Pero con el primer testigo tuvieron repercusiones negativas para los marinos enjuiciados, y pretendieron disistir del resto. Ocurre que la declaración de Hirsch fue utilizada por los querellantes para fortalecer su planteo de delito de lesa humanidad, dado el contexto en que se registró la muerte de 16 presos políticos en la Base Zar de Trelew en agosto de 1972.
LEVANTAMIENTO
Hirsch era guardiamarina cuando participó del levantamiento militar que encabezó quien fuera su superior, el marino peronista Julio Urien, en la Escuela de Mecánica de la Armada el 17 de noviembre del ’72, pretendiendo derrocar la dictadura de Agustín Lanusse.
«Apoyamos a Urien en defensa de los intereses de nuestro pueblo y para reivindicar a la Armada», dijo el testigo. Y en varias oportunidades reiteró que fue preparado «para defender los intereses de la Nación ante un ataque externo, pero luego la cúpula superior cambió el rumbo buscando un enemigo interno, y nosotros no nos íbamos a involucrar en cuestiones ilegales».
El guardiamarina Hirsch como el resto de sus camaradas fueron sometidos a la justicia militar y detenidos en la Esma. «Eramos presos políticos», enfatizó.
Posteriormente fueron beneficiados por la amnistía del ’73, la misma a la que pretendían sumarse actualmente los marinos enjuiciados por la Masacre de Trelew.
El ex militar Urien también había sido propuesto como testigo por la defensa de dos de los cinco marinos procesados, pero desistieron de su declaración. Sin embargo, las querellas lograron que sí declare hoy, convirtiéndose paradójicamente en un nuevo testigo de los acusadores.
ADMITEN TEMOR
Hirsch formó parte del operativo de seguridad que se montó en Puerto Belgrano cuando fueron trasladados a esa base los tres sobrevivientes de la Masacre de Trelew.
Allí fueron hospitalizados María Antonia Berger, Alberto Camps y Ricardo Haidar, y en la Armada «había temor a que algún grupo comando quiera recuperar a los sobrevivientes de la masacre», reconoció el ex militar.
Recordó que se enteró de los hechos de Trelew por un comunicado oficial.
Y aunque fue algo confuso en su declaración, fue el primer testigo que consideró que tanto la versión del intento de fuga, como la que da cuenta de una orden superior para asesinar a los presos políticos, «eran verosímiles».
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