Regionales

Las contradicciones históricas ¿a quiénes afectan?

(Por Luis López Salaberry) - La realidad y la historia de la Argentina son sorprendentes. Si cada uno de nosotros fuera un extranjero que observara, diría seguramente: ¡Qué interesante país! Es que desde la propia presidencia del creador del peronismo y del movimiento justicialista se han utilizado todas las variantes en la política argentina y siempre con resultados de frustración ciudadana o por lo menos con gran incertidumbre.

por REDACCIÓN CHUBUT 16/02/2014 - 02.52.hs

En los gobiernos peronistas ha sido frecuente observar políticas, algunas en las antípodas de las otras, y en varios momentos aun con los mismos actores. Juan Domingo Perón, de origen conservador, no dudó en preparar su retorno al país y al poder con la creación de la izquierda montonera fascista, la que luego con sus internas, llevaron a la muerte a tantos jóvenes en el famoso tiroteo de Ezeiza de 1972. Después del aprovechamiento de sus servicios no dudó tampoco en expulsarlos de sus propias columnas de adherentes, con el mote de jóvenes imberbes.

 

Luego de expulsados del peronismo estos grupos se sinceraron entregándose a las ideas de Lenín y de Marx. Es de destacar también que los últimos días de la presidencia de Isabel Perón, que continuaba el gobierno por la muerte del líder, se dictó el decreto que establecía la orden de aniquilamiento de los grupos armados, dando así piedra libre y libertad de acción para cualquier atropello por parte del Estado.

 

Una vez restaurada la democracia, y luego del gobierno de Alfonsín, dejado anticipadamente, contamos con un gobierno peronista de orientación neoliberal, donde comenzaron las llamadas relaciones carnales con los Estados Unidos de Norteamérica. También éstas luego fueron borradas de un plumazo por el siguiente gobierno justicialista y el actual, que también se autotitula peronista y continuador del anterior, abraza, como la verdad revelada, las enseñanzas que seguramente le ofrecen el líder revolucionario Fidel Castro y sus discípulos venezolanos en los encuentros secretos de los que no podemos tener noticias. 

 

Hasta tenemos un ministro de Economía de ideología marxista, aunque no leninista, y una presidenta que, aislándose del mundo, se centra en el silencio cómplice en la búsqueda de satisfacciones personales mostrándose honrada por el reconocimiento que recibe de aquéllos que siguen negando la libertad y los derechos fundamentales del pueblo cubano. Cuando rompe ese silencio, y sin admitir la realidad, observa conspiradores aun en aquellos sectores de trabajadores a los que supuestamente beneficia con admisiones de atesoramiento de moneda extranjera pretendiendo generar una discriminación que nuestra Constitución no autoriza o sembrando mayores divisiones en una sociedad que requiere todo lo contrario.

 

Así es el movimiento peronista, me sostenía un dirigente. Domina la teoría del péndulo, y un actual senador por nuestra provincia, que también adhiere a ese pragmatismo, sin renegar de ello, con la figura del círculo pretendía dar un ejemplo. Un sector a veces se encuentra arriba y a veces abajo. Y es posible que a ciertos funcionarios no les genere ningún inconveniente. Siempre pueden estar en el sector de mayor altura. ¿El peronismo murió con Perón, como afirma Julio Bárbaro? Yo creo que no, que del peronismo se sirvieron hasta ahora varias generaciones de dirigentes políticos que saben que ese capital electoral debe seguir siendo el trampolín para obtener los dividendos de la política que emerge del subconsciente imaginario de la justicia social como propia de un solo partido político.

 

Del mito que la muerte hizo de los líderes es de donde se nutre la fortaleza de aquél que lo representa. Visto de tal modo, da la sensación de que nosotros como sociedad no hemos avanzado mucho respecto a aquellas comunidades primitivas cuyos integrantes se comían el corazón del guerrero para aumentar su valentía y coraje. Visto de otro modo podríamos sostener que conformamos una sociedad que todavía se encuentra en la etapa de la adolescencia por obra y gracia de la propia dirigencia que impide una adultez de autonomía individual porque no le es funcional a sus propios intereses. 

 

¿Podría la sociedad argentina entender que en el mundo de la tecnología y de la ciencia no puede vivir aislada del mundo? ¿Podría la sociedad argentina saber de la riqueza potencial de su territorio, pero que la riqueza es creación humana y que su distribución y la eliminación de la pobreza obliga al trabajo y a la producción? ¿Podría saber la sociedad argentina que para que los términos del intercambio sean favorables en el largo plazo se necesita valor agregado y no la mera exportación de productos primarios sujetos a la especulación? ¿Podría saber la sociedad argentina la importancia de la inversión en sectores fundamentales de la economía y en un Estado participativo pero no necesariamente omnipresente? Sí, podría saber todo esto y mucho más, podría elegir alternativas necesarias y coherentes si gozara de la autonomía indispensable que solamente otorga el conocimiento. 

 

La cultura social tiene directa relación con la formación y la educación en sus distintas fuentes y su calidad es un tema central. Si la selección argentina saliera campeona en el mundial de fútbol de Brasil, en las actuales circunstancias, sólo producirá un hecho espasmódico. Sería bueno recordar que fuimos campeones del mundo en el año 1978, en plena dictadura militar, también con la presencia de Julio Grondona al lado del luego condenado militar por delitos de lesa humanidad, Videla, y el país entero festejó rodeando un obelisco imaginario en todo el país y haciendo flamear banderas celestes y blancas, dejando en el olvido las atrocidades de los gobernantes de turno. Hoy nadie lo dice pero Argentina pierde reservas cotidianamente porque tiene que compatibilizar distintas demandas. 

 

Una de ellas es la de la organización que también integra el mismo Julio Grondona de aquella época, que no puede permitir la existencia de un cepo cambiario que impida a los argentinos concurrir al mundial de fútbol. Básicamente por dos razones, una por cuanto la Fifa tiene más países que la conforman que la ONU y otra por cuanto la dirigencia política que gobierna confía que nuevamente y con la magia de Messi la selección haga olvidar la situación en que se encuentra el país.

 

Conservar el poder resulta necesario para quienes tienen tantas cosas que rendir si pudiéramos contar con una justicia independiente. ¿Qué importancia pueden tener las reservas del Banco Central? Ninguna, si la ideología se impone sobre la realidad aunque obligue explicar que aún no ha llegado la utopía de la igualdad social, pidiéndole disculpas a Fidel.

 

La misma que querían explicar los dirigentes del soviet a la población mientras ellos gozaban de todos los lujos y las ventajas de la riqueza que les ofrecía la burocracia gubernamental y la corrupción. Sin darse cuenta de la realidad, el muro se desplomó. ¿Estas políticas contradictorias a quienes afectan? Nos afectan a todos los argentinos porque se impide encontrar un rumbo de coherencia en el desarrollo que nos merecemos.

 



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