Biografía masónica del general José de San Martín
por REDACCIÓN CHUBUT 17/08/2015 - 02.01.hs
Renuncia a su carrera militar en España y se establece en Londres participando de la fundación de la «Logia Caballeros Racionales Nº 7». Allí se reúne con Carlos María de Alvear y en una de las Tenidas (o reuniones) deciden regresar a suelo americano para llevar a cabo una campaña independentista. Simultáneamente Simón Bolívar es iniciado por Francisco de Miranda.
Con el Conde de Fyfe (prominente figura de la Masonería londinense) acuerda los detalles finales de su viaje al Río de la Plata a bordo de la fragata George Canning. Viaja junto a sus Hermanos Masones Alvear, Zapiola, Holmberg, Chilabert y otros.
En América: la presencia de la Masonería en el Río de la Plata data de finales del Siglo XVIII. San Martín toma contacto con el doctor Julián Alvarez, Presidente de la «Logia Independencia», que funciona desde 1795 y junto a sus Hermanos Masones Carlos María de Alvear y José Matías Zapiola, fundan la «Logia Lautaro».
Lautaro es el nombre de un destacado líder militar mapuche, que combatió a los conquistadores españoles en la Guerra de Arauco, en el territorio que luego sería Chile.
La «Logia Lautaro» tendrá como propósito supremo determinar las decisiones políticas a implementarse en la guerra por la independencia de hispanoamérica. Siguiendo la antigua tradición de adoptar nombres simbólicos, San Martín es conocido entre los lautarinos como el Hermano Inaco.
Su próxima escala Masónica es la ciudad de Córdoba donde el 24 de mayo de 1814 constituye la «Logia Lautaro de Córdoba» (cuya Acta de fundación se conserva). Cinco meses después asume como Intendente de Cuyo y funda la «Logia Lautaro de Mendoza».
Con su Hermano Masón Manuel Belgrano, y a través de misivas y documentos, instan a la convocatoria de un Congreso que finalmente se reúne en Tucumán, y declara la Independencia el 9 de julio de 1816. Tres semanas más tarde, el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón lo nombra General en Jefe del Ejército de los Andes y funda la «Logia del Ejército de Buenos Aires».
Tras el cruce de la cordillera, triunfa en Chacabuco el 12 de febrero de 1817. El parte de la victoria lleva la rúbrica que utiliza en los documentos Masónicos.
San Martín llega victorioso a Lima y es proclamado Protector del Perú. Clausura la Inquisición, destina sus bienes al aumento y conservación de la Biblioteca de Lima (8 de febrero de 1822) y funda la «Logia Paz y Perfecta Unión» de Lima.
Se encuentra con su Hermano Masón Simón Bolívar, en Guayaquil. Los preparativos los lleva a cargo la «Logia Estrella de Guayaquil».
La noche del 27 de julio de 1822, Bolívar agasaja a San Martín con un banquete. A mitad del mismo, y bajo un estricto secreto de todo lo conversado, tal cual lo convenido, San Martín se retira hacia el muelle, dejando en manos de Bolívar parte de su ejército y se embarca hacia el Perú.
Ya en Buenos Aires el 10 de febrero de 1824 embarca con destino a Londres después de una corta estada en Mendoza.
En el Exilio: Participa en Logias a su paso por Escocia y Bélgica para finalmente radicarse en Francia. Retoma su relación fraterna con Alejandro Aguado, Marqués de las Marismas, con quien asiste a las Tenidas de la «Logia de Ivry».
En su testamento, redactado en París el 23 de enero de 1844, prohíbe la realización de funerales, pero manifiesta su deseo de ser sepultado en Buenos Aires.
Fallece en Boulogne Sur Mer, el 17 de agosto de 1850.
En 1855, la Logia Unión del Plata de Buenos Aires designa a Domingo Faustino Sarmiento y Santiago R. Albarracín para gestionar una estatua que recordará la memoria del Libertador de Argentina, Chile y Perú.
La ceremonia de inauguración se desarrolla el 13 de julio de 1862. Hacen uso de la palabra los Masones Bartolomé Mitre, gobernador de Buenos Aires a cargo del Poder Ejecutivo Nacional, el general Enrique Martínez, en representación del Ejército Argentino, Tomás Guido, amigo íntimo del Prócer, y el general Lucio Mansilla, Comandante de la Guardia de Veteranos.
La Masonería Argentina gestiona para la repatriación de sus restos. El proyecto legislativo es aprobado, pero la guerra con Paraguay demora el traslado hasta 1880.
La comisión a cargo de esas tareas pretende colocar los restos de San Martín en la Catedral de Buenos Aires, pero las autoridades eclesiásticas plantean la objeción de depositarlos en un lugar consagrado (dada la pena de excomunión aún hoy vigente para los masones).
Finalmente las autoridades eclesiásticas aceptan la construcción de un mausoleo junto a la Catedral, pero «fuera del cuadrilátero consagrado».
La Masonería Argentina rinde un emocionado homenaje a su Hermano Inaco, Don José Francisco de San Martín y Matorras, su Gran Iniciado, paradigma de virtudes masónicas plenamente volcadas a su vida civil y militar.
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