Hay que hacer tronar el escarmiento

Doña Rosa y Juan Pueblo, que sin ninguna duda representan a la mayoría silenciosa y muy inteligente que vive en la provincia del Chubut, señalan como una característica de esta campaña electoral que todos aquéllos que están manchados por la corrupción señalada en el párrafo anterior, los disfrazados de peronistas, hacen solo cuestión de personas y no ofrecen a la ciudadanía ninguna solución concreta que ponga en práctica el pensamiento del general Perón.
Está bien demostrado para Doña Rosa y Juan Pueblo que la pobreza ha crecido paralelamente en forma notable en la República Argentina desde los años ’60 en adelante con el incremento de los privilegios que ha obteniendo el sindicalismo apoderándose en connivencia con políticos angurrientos de votos y de poder que llamaron conquistas sociales a lo que les aseguraba gran riqueza y bienestar.
En la provincia del Chubut, los que están sucios como mínimo como encubridores, también resignaron los derechos federales del Chubut y por tanto no cumplieron con el mandato de quienes los votaron. 
Estos con un pasado tan sucio, deben ser descartados de las listas electorales que pretenda imponer la Justicia. Es decir, la igualdad de derechos y obligaciones ante la Ley y la preservación del derecho y defensa de toda persona desprotegida.
Las verdaderas conquistas sociales son las que sacaron a los argentinos a partir del siglo XIX del analfabetismo, y recibieron con los brazos abiertos a todo inmigrante que quisiera venir a poblar con buena voluntad la República Argentina y que terminaron convirtiendo a nuestra Patria en el país que tenía mayor cantidad de clase media que el resto de toda América Latina. Tuvimos inmigrantes de todas partes del mundo y la única discriminación se hacía contra los anarquistas y todos aquéllos que pretendían destruir los valores en que se había asentado nuestra sociedad.
Doña Rosa y Juan Pueblo quieren dejar bien en claro que el hecho de citar al general Perón como siendo motivo de una estafa ideológica y doctrinaria no significa bajo ningún punto de vista estar de acuerdo con sus primeros gobiernos, en los que la libertad personal estuvo siempre amenazada y en la que su voluntad omnímoda convertía su poder político en dictadura de hecho, con la apariencia de legalidad que le dieron sus éxitos electorales, y no dejemos en el olvido que a lo largo y ancho del suelo patrio seguidores suyos imbécilmente antidemocráticos imponían el nombre Perón a cuanto fuera de uso público. Otro tanto ocurrió con el kirchnerismo.
El Perón que rescatamos es el que dijo la frase motivo de este artículo y que expulsó de la Plaza de Mayo a los trotskistas del ERP y grupos afines y también a los populistas Montoneros que le declararon la guerra al Estado Argentino y fueron vencidos en la lucha fratricida con los mismos métodos sanguinarios y genocidas que ellos idearon.
En la provincia del Chubut ha surgido un candidato que pretende en sus declaraciones ir al fondo de algunos de los problemas que nos afligen manifestándose contra la corrupción, el populismo y las relaciones de la política con la droga. Sin duda faltan otras definiciones y la certeza de que lo acompañan equipos con la misma resolución, y también Doña Rosa y Juan Pueblo desean que surjan peronistas que reivindiquen al Perón que se abrazó con Ricardo Balbín y ambas fuerzas políticas ganen las elecciones por goleada para dejar sin sustento los privilegios y eliminarlos sin más trámite con un Decreto de Necesidad y Urgencia.
Dios quiera que la mayoría silenciosa haga tronar el escarmiento y la Provincia del Chubut entre definitivamente en un período de verdadero progreso en paz con libertad y justicia.