En la Península Valdés se podría producir energía equivalente a la de varios El Chocón
El tesoro energético de la Península Valdés equivale a varios El Chocón y ordena aprovechar una Ley de 1975 que sigue sin cumplirse. El portal Infobae presentó un informe destacando lo que se podría generar con el movimiento de mareas.
por REDACCIÓN CHUBUT 08/03/2020 - 00.15.hs
La energía mareomotriz que podría ser producida en la Península de Valdés ayudaría, en buena medida, ya que reemplazaría a los combustibles no renovables. Aparece según los estudios, como el lugar más propicio para instalar la usina. Aunque chocaría en una polémica ambientalista. Desde hace 45 años, una ley promueve la instalación, pero jamás se llevó a cabo.
El informe publicado por Infobae y desarrollado por el periodista Julio Lagos, repasó que la producción de energía con recursos no renovables va quedando atrás por el impacto ambiental que producen. En Argentina aún el 90% del consumo energético depende de combustibles fósiles. La energía hidráulica con un 4% y la nuclear, que se apunta con el 2%, participan de un cuadro que se completa con la pequeña participación de la eólica y la solar.
«Pero aquí viene la gran noticia, que lejos de ser una primicia es un dato estructural de la Argentina: nuestro país podría prescindir perfectamente de los hidrocarburos porque posee todos los recursos renovables que -más temprano que tarde- van a sustituir a los no renovables», señaló el informe. Explicando que se trata de la energía hidráulica, de la energía solar y de la energía eólica. Y también de la energía geotérmica -la del calor de la tierra-. «Pero a todas esas fuentes hay que agregar la mareomotriz, que es la energía que resulta del movimiento de las mareas. La eterna influencia de la Luna sobre el mar produce el movimiento alternativo de pleamar y bajamar, en varios períodos a lo largo día».
EN PENINSULA
El primero que habló de energía mareomotriz en la Argentina fue José Oca Balda. Era un capitán de fragata, que en 1915 estaba al comando del buque de transporte «Patagonia», con el que bordeó el litoral de la provincia de Chubut y llegó a la Península Valdés.
El Istmo Carlos Ameghino actúa como un dique natural que embalsa a un lado y al otro el agua de las pleamares y de las bajamares que se alternan en ambos golfos. Por lo tanto, lo que en otros países se logra cerrando las desembocaduras de las bahías con cierres o compuertas, en la Península Valdés lo regala la Naturaleza.
En 1975 ambas Cámaras del Congreso de la Nación aprueban la Ley 20.956, que se publica en el Boletín Oficial el 25 de junio de ese año. Esta Ley adjudica el estudio de las mareas de la Península Valdés a la Empresa Agua y Energía y determina que las obras deberán comenzar en 1978. Esta Ley de la Nación jamás fue cumplida.
También en 1975 se da a conocer un trabajo del ingeniero Fidel López, con el auspicio de la Fundación Bariloche.
En 1978 el Boletín del Centro de Estudios de la Energía de la UADE publica «Las posibilidades de aprovechamiento mareomotriz en la República Argentina», una completa recopilación realizada por el ingeniero Antonio Pedro Federico.
En 1984 los ingenieros Zynglermaris y Aiskis elevan su estudio en el Congreso Argentino de Ingeniería Oceánica.
Estamos en 2020. Desde hace 105 años la energía mareomotriz es un proyecto no concretado en Argentina. Muchas grandes obras públicas del país tienen una historia parecida de demoras y postergaciones.
Cabe recordar que Península Valdés fue declarada Patrimonio Natural de Humanidad por la Unesco en 2019. «¿Se podría construir ahora una usina mareomotriz en Península Valdés, Patrimonio Natural de la Humanidad?», se preguntó el artículo de Infobae.
Más Noticias