Sedamil cierra y vende su último stock de mercadería en Buenos Aires
La empresa que tenía su hilandería en Trelew llegó a vestir a la selección nacional de fútbol; confeccionaba para Adidas y Nike. Llegó a la cuarentena ya en crisis y se terminó acelerando su cierre. En nuestra ciudad muchos trabajadores se acogieron al retiro voluntario y otros siguen en la planta.
por REDACCIÓN CHUBUT 04/07/2020 - 00.00.hs
«El mercado está destrozado; y los clientes confeccionando camisolines y barbijos no podrán arreglar esto», sintentizó en diálogo con EL CHUBUT Claudia Bernardo, la gerenta comercial de Sedamil. La firma tiene más de 50 años en el ámbito textil y de confección, llegando a tener clientes como Adidas o Nike, es decir que sus productos vistieron a los seleccionados argentinos o a los clubes de fútbol más populares del país. Pero factores de la economía de los últimos años provocaron una crisis que se profundizó con la cuarentena por la pandemia de coronavirus.
El grupo tenía tres localizaciones importantes: Trelew con su hilandería, Río Grande con la tejeduría, y Buenos Aires con la firma Tessicot. Y contaba con una comercialización mayorista y otra más vinculada al público en general en diversos locales, pero hace casi cuatro años se vieron obligados a comenzar a achicarse comercialmente.
Apremiada por el desplome del mercado interno, se cerró Tessicot en 2018, también la hilandería en Río Grande y es casi un hecho el cierre definitivo de la planta en el Parque Industrial de Trelew, donde gran parte de los trabajadores aceptó el retiro voluntario. De 1.500 empleados quedaron 500 en total antes de la cuarentena, con otro achique posterior.
«LA CUARENTENA TERMINO DE AFECTARNOS»
La gerenta comercial de Sedamil fue precisa sobre la situación, no sólo de la empresa, sino del ámbito textil en general. «Actualmente estamos complicadísimos y la cuarentena nos afectó aún más», indicó.
Por ejemplo, en Buenos Aires ya cerraron los locales en Alsina y en Once, trasladando lo que queda de mercadería a la central en Dorrego. La empresa ahora intenta cobrar las cuentas corrientes que quedan, los cheques rechazados, y vender la mercadería que le queda en stock.
Continuará el proceso de acordar retiros voluntarios con los trabajadores, atento que la proyección del mercado está en caída permanente y los clientes de las grandes marcas tampoco han podido vender, afectados sobre todo por la obligatoriedad del cierre por la cuarentena.
En tanto en Trelew, otra de las históricas textiles de la ciudad ya no tendrá otra alternativa que el cierre de su planta en el Parque Industrial.
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