«Jamás se mató un pingüino, mueren porque es algo normal de su ciclo», dijo el dueño de La Regina

La noticia despertó en poco tiempo el interés de medios nacionales y especializados, incluso se procedió a la presentación de denuncias penales por distintos organismos gubernamentales de la provincia; además del pronunciamiento a favor del intendente de Trelew, Adrián Maderna, ante la eventual formalidad de un escrito legal que denuncie el episodio (ver aparte).

«Jamás se mató a ningún pingüino ni se electrocutó a ningún animal, estoy muy al tanto de la fauna, jamás haría eso», afirmó La Regina, defendiendo su persona frente a las acusaciones esgrimidas por distintos sectores proteccionistas y políticos.
El hecho tomó notoriedad el martes, cuando se conocieron imágenes sobre el supuesto accionar de uno de los propietarios de la estancia que limita con la Reserva Natural Protegida faunística. El documental audiovisual muestra un camino de ripio que bordea el alambre que marca el límite con el área cuidada como recurso natural que impide la intervención del hombre.

De acuerdo a lo expuesto por quienes denunciaron el avance «desmesurado» del acusado, el trazo del camino antes indicado tapó las cuevas de las aves; intervención que provocó la muerte de varios pichones de la especie. Además se colocó un alambre electrificado, que habría potenciado el riesgo de mortandad de los pingüinos.   
Los trabajos antes descriptos, de acuerdo a lo manifestado por Ricardo La Regina, se ejecutaron en invierno. «El camino no es lindero a Punta Tombo», aclaró el propietario del lugar, al añadir que «es entre el campo de mi propiedad y el de mi tío, ambos estamos al norte de Punta Tombo, el hecho ocurrió a unos 10 kilómetros de la reserva, no es cerca. Este lugar no es una reserva pero tiene una colonia de pingüinos que es menor a la del Area Natural Protegida».

DOCUMENTACION

Las obras concretadas «están documentadas», aseguró La Regina. Y completó que los trabajos «eran necesarios porque acá se crían vacas, es la única actividad ganadera» que se explota, además de «impedir que los animales se escapen».
Insistió que «con la construcción del alambrado jamás se mató a ningún pingüino, y el alambre eléctrico está a 70 centímetros de altura, cuando la especie mide mucho menos, por lo que jamás pudieron haberlo tocado, eso es totalmente falso». Con relación al camino, «se hizo para la construcción del alambrado y reparación y mantenimiento del mismo».
«La última parte el alambrado intersecta con la colonia de pingüinos. Y el sentido del mismo es perpendicular al mar. No les corta el paso a los pingüinos para llegar al mar. Quiero destacar que en el acta policial figura esto de la altura del alambrado y lo único que secuestraron como elementos de animales heridos fueron esos dos pichones que se ven en el video, pero es una situación que se repite porque es algo normal de su ciclo, en la época en la que estamos, y ellos son sensibles».

HECHO «ARMADO»

Ricardo La Regina aseveró que el hecho denunciado «está armado, es parte del conflicto familiar, pero también en esto hay intereses políticos, es una bola bastante grande, es mucha plata la que va a Tombo y se reparte de cierta forma, vino por ése lado. Hablar más, sería decir algo que todavía no puedo probar».

DAÑO DE TURISMO

El estanciero relató que «hace 5 años, personal de Turismo hizo un desmonte, y además es al día de hoy que hay dos caños de cloacas que tiran arriba de los pingüinos y de los guanacos. Eso lo ven todos los turistas, lo echan en tierra. Son líquidos que no son tratados, están a cielo abierto, incluso llegan adentro de mi campo, por eso los denuncié», concluyó.