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Punta Tombo: la masacre que no fue

Por Víctor Fratto, Especialista en Áreas Protegidas, Comunicación Estratégica y Desarrollo Sustentable, para EL CHUBUT: En días pasados un video nos alertaba de una supuesta masacre de pingüinos en la colonia de Punta Tombo. Luego se pudo saber que el video había sido grabado a 15 kilómetros de la reserva, en otra colonia de pingüinos, lo cual no le resta importancia a la situación planteada.

por REDACCIÓN CHUBUT 05/12/2021 - 19.13.hs

Rápidamente la noticia se difundió en medios nacionales e internacionales y describía cómo habían muerto aproximadamente unos 300 pichones de pingüinos tras ser aplastados por una máquina motoniveladora utilizada para crear un camino. Al mismo tiempo se hablaba de un alambre electrificado (boyero) que habría electrocutado a pingüinos adultos.

 

Del informe preliminar se desprende que, sobre la muerte de pingüinos, se trata de una estimación y no de una certeza. De hecho, algunos funcionarios que exploraron el lugar certificaron que sólo encontraron dos pichones muertos. Para los que trabajamos con colonias de pingüinos, encontrar un par de pichones muertos no es nada anormal, ya que esto puede darse, entre otras cosas, por ausencia de uno o ambos padres.

 

Con el correr de las horas y mientras el globo de la masacre se seguía inflando, supimos por el propietario del predio que el camino se había hecho en agosto, lo que no es un dato menor, ya que en esos meses no hay pingüinos y mucho menos pichones.

 

¿Qué es lo que realmente sucedió?

 

El propietario del campo, cansado de lidiar con los predadores, decidió dedicarse más a los vacunos que a los ovinos, razón por la cual necesitaba alambrar el sector para contener su ganado. Como se sabe, no cualquier alambrado retiene a una vaca, por lo que muchas veces se utiliza un hilo de alambre electrificado. En este caso, y según lo certifica la policía montada, el boyero estaba a una altura de 70 cm y fue colocado así justamente para no afectar a los pingüinos adultos que suelen medir 40 cm de alto.

 

Si bien los dos últimos hilos del alambrado no se instalaron en el sector de nidificación en temporada, para facilitar el paso de las aves, se sabe que aunque este estuviera, los pingüinos pasan igual, como lo hacen en las colonias de Península Valdés.

 

Hoy podemos confirmar que el dueño del campo cuenta con las pruebas suficientes para demostrar que la huella que se abrió para instalar el alambrado fue realizada fuera de la temporada, por lo que se diluye completamente la teoría de la masacre.

 

No es un dato menor que sobre la huella se pueden detectar rebrotes de arbustos, lo que indica que no es un desmonte reciente. También se observan nidos construidos sobre la huella que fueron excavados por los pingüinos hace unos meses.

 

La provincia del Chubut cuenta con una larga trayectoria en materia de conservación y manejo de sus colonias de fauna marina. Es lamentable que una de las áreas protegidas más emblemáticas del país haya quedado manchada junto al término de “masacre”. Quizás con la repercusión que tuvo el tema, ya sea tarde para hacerle saber al país y al mundo que en Chubut no permitimos que ocurran masacres con nuestra fauna.

 

¿Alguien saldrá a pedir disculpas?

 

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