Regionales

De puño y letra: Lío político con el uso del río Chubut, una sucesión muy embarrada, y un triunfo de la razonabilidad

Un enjambre de leyes y regulaciones alrededor del uso del agua ha transformado el manejo del río más importante de la provincia en una guerra innecesaria. La sucesión política de Maderna causa asombro, cuando no espanto, por lo que sugieren en «letra chica» los dichos en su propio grupo político. La sociedad de Trelew, y un triunfo sobre la politiquería oportunista.

por REDACCIÓN CHUBUT 17/01/2022 - 00.00.hs

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Los carteles de «Tu vida vale...»

 

...y de «el agua vale más que el oro» están por toda la provincia. Las movilizaciones por el «No a la mina» en diversas ciudades, reflejaron también conciencia del cuidado y del uso del agua en muchos chubutenses. En este caso, nos referimos exclusivamente a las marchas pacíficas, y no a los atentados y ataques vandálicos contra edificios públicos en Rawson y Trelew, y contra diario EL CHUBUT, al que prendieron fuego con más de treinta personas trabajando en su interior. Salvando el paréntesis, es preocupante ver lo que ocurre con el uso del agua más allá de las peleas políticas por la minería y de las declamaciones realmente superficiales por el cuidado de un recurso tan valioso.

 

A lo largo de sus 800 kilómetros de extensión, el río Chubut, que ha sido históricamente de los más caudalosos de la Patagonia, ha servido a cerca del 60% del territorio provincial en toda su cuenca, desde su ingreso en el noroeste chubutense, hasta la boca del río en Puerto Rawson. Desde agosto, hay advertencias técnicas y científicas sobre que habría menos caudal este año. Sin embargo, poco se habría hecho para prevenir de verdad la situación que estaba ocurriendo, y que se traduce en un solo dato. Hasta hace pocas horas, la toma que alimenta Trelew y Madryn de agua para potabilizar estaba sólo nueve centímetros por debajo de la superficie del curso de agua. Ayer a la tarde se había recuperado bastante hasta cerca de los 40 centímetros, en medio del enjambre político y legal que resulta del manejo del agua no sólo del río Chubut, sino de los demás cursos de agua de la provincia, como el Senguer, con sus propios problemas y particularidades.

 

Tomemos el problema desde su origen... 

 

...y acordemos que el agua es el recurso fundamental para la supervivencia del ser humano. Por eso «es vida». Como tal y ante la escasez, debe ser cuidada con un Estado organizado y presente, y con todos los usuarios (la población civil, los estados municipales y la provincia, los regantes, los generadores de energía eléctrica, los productores agropecuarios, las industrias de todo tipo, los grandes usuarios, los pequeños) muy comprometidos en su uso racional y equilibrado. Los funcionarios encargados de velar por el uso del recurso deben ser verdaderas fieras para defender el agua de todos. Sin embargo, tanto el uso racional, como el cuidado compartido del agua, como la velocidad y capacidad de los funcionarios para velar porque alcance para todos, sería todo materia de discusión. Veamos:
 

 

Chubut tiene desde hace muchos años...

 

...un Código de Aguas cuyos «padres» fueron el radical Raúl Barneche, que era legislador, y el por entonces gobernador Carlos Maestro. Eran épocas de privatizaciones nacionales durante la presidencia de Carlos Menem, las centrales hidroeléctricas se fueron licitando, el Estado provincial quedó con un importante caudal de acciones. Luego, con el curso de los años, la creación del Instituto Provincial del Agua, de la compañía de riego, y el crecimiento de las ciudades, lo que se vio es a cada interesado haciendo uso del agua del río de acuerdo a sus propias necesidades. El que quería potabilizar, o generar energía, o regar, lo hacía. Y no siempre se actuó en coordinación ni en tiempo real con los demás. A estos usuarios legales hay que agregar los ilegales y los informales. Si el gobierno decidiese recorrer con drones las cuencas de los ríos Chubut, Senguer, Chico, del arroyo Genoa que es afluente del Senguer, probablemente hallarían sorpresas, y decenas de pequeñas represas clandestinas, desvíos de cursos de agua, y otras irregularidades, algunas de ellas muy groseras. Habría que hacer ese mapeo y registrarlo con un escribano público.

 

Las leyes del agua están escritas. Pero hay que revisarlas. Para ordenarlas, actualizarlas y cumplirlas. Por estos días asistimos a una penosa «guerra» de declaraciones respecto del uso y del nivel del agua del río. Probablemente, lo que habría que hacer es transformar en «permanentes» los comités de emergencia que dictamina la propia ley de creación del IPA doce años atrás, para un uso racional permanente y de control del recurso. Y que desde los propios usuarios del río, que en definitiva somos todos, de las municipalidades y el gobierno, se vayan empujando con gestión y no con verso, las obras que hacen falta para racionalizar y hacer más eficiente el uso del agua. ¿Cuántos años lleva la comunidad del sur de la provincia, arrastrando el proyecto del azud del lago Fontana, en el nacimiento del Senguer? Permitiría dar agua sin sobresaltos a Comodoro y Sarmiento y todo el sur, y regar mejor en una zona -en Sarmiento- donde ahora hay cerezas y viñedos de buena calidad. La obra estuvo en presupuestos nacionales de Alberto Fernández y de Mauricio Macri. Pero la Provincia aún debe hacer el proyecto ejecutivo, y acordar con privados dueños de los campos donde estaría emplazada la obra. Entretanto, cada verano, las noticias de cortes de agua en Comodoro son recurrentes.

 

Es cierto que las privatizaciones dejaron «huecos» a través de lo que pasó de todo. Y que el manejo del agua es una maraña de leyes que no se terminan de reglamentar ni cumplir. Para eso, deben reaccionar la política, los Estados y los usuarios. Cuando el agua falta, ya es tarde. Y es emergencia. Para terminar este capítulo, vaya un dato: fue el vicegobernador Ricardo Sastre quien teléfono en mano y luego de discusiones muy fuertes, logró el fin de semana hacer transferir algo de agua de riego al río, para mejorar la potabilización. Es decir, algo que debería ser fluido, de gestión normal y habitual entre usuarios responsables de un sistema, debió hacerse a los codazos. Justamente porque en materia de aguas, parecería faltar Estado.

 

El poder politico que anida en el municipio...

 

...de Trelew se está descomponiendo de manera acelerada. Los cruces de acusaciones entre la legisladora madernista Leila Lloyd Jones y el secretario de Planificación Sebastián De la Vallina, esconden mucho más que una pelea de poder. En las declaraciones públicas, privadas, e incluso legales en el caso del secretario De la Vallina, lo que se transmite es que habría en el municipio local niveles de corrupción y de negociados, respecto de los que no hay muchas precisiones pero sí sospechas que los propios protagonistas difunden sin tapujos. Lloyd Jones sobre la gestión del secretario y por elevación, de Maderna. Y el secretario, cuando cuenta probablemente menos de lo que sabe o presume, respecto de las vinculaciones de un familiar directo de la diputada con la obra pública. El tironeo causa vergüenza ajena por la ambición desembozada de poder de algunos entre quienes aspiran a suceder a Adrián Maderna. Pero a la vez es preocupante, porque los ciudadanos nos estamos enterando por boca de los protagonistas, que en estos años habrían estado pasando cosas raras en el municipio. Aquí no hubo un fiscal ni una investigación de nadie. Las acusaciones de negociados son entre ellos y públicas, además. En una sociedad política normal, el intendente -que ha hecho un pesado silencio con este tema- les estaría pidiendo renuncias y explicaciones a todos. Pero, como dijimos al principio, se trata de un poder en descomposición. El problema es que los rehenes de una gestión que terminará en un show de acusaciones de grueso calibre (lo que hemos visto sería sólo una muestra) son los vecinos de la ciudad. (Más detalles de esta saga, en el recuadro «La sucesión de Maderna...»).

 

Hay que decir que sin...

 

... prepotencia, sin marchas, sin vándalos rompiendo todo, sin ataques incendiarios, sin estridencias ni aprietes, vecinos de Trelew consiguieron torcer el rumbo de una decisión que aparecía apresurada, demagógica, oportunista y «politiquera». El hecho de que el intendente Maderna haya advertido el desacuerdo de numerosos vecinos de la ciudad para cambiar el nombre de la calle Julio A. Roca y haya decidido vetar la ordenanza que otorgaba tal mandato y retroceder, es un signo positivo.

 

Lo mismo, resulta alentador que vecinos haciendo uso de sus derechos y de herramientas institucionales a mano, hayan peleado de modo intenso por un tema que consideraron importante para la ciudad. Es un reflejo saludable en una sociedad que se está envileciendo, como lo vimos en las tomas, en los piquetes, en los ataques con bombas molotov, en las usurpaciones que cada tanto ocurren. Lo mismo con la inseguridad que se registra todo el tiempo de la mano de fenómenos que mucho tendrían que ver con el nuevo entramado social de una ciudad que por momentos parece «ocupada» por organizaciones y grupos que poco tienen que ver con la larga historia de trabajo y de sacrificio de las poblaciones del Valle, aquel crisol de criollos, galeses, españoles, italianos, polacos, portugueses y pueblos originarios, que acuñaron el carácter de Trelew, un pueblo trabajador.

 

Las próximas elecciones en la CiceCh anunciadas por su titular Rubén Villagra, irían en el mismo sentido. Vecinos, comerciantes, industriales, que se organizan para buscar mejores salidas, proyectos, y soluciones para nuestras comunidades, algo en lo que la política debería estar ocupada a tiempo completo en vez de estar tirándose a la cara sospechas de negociados que avergüenzan.

 

 

Las fotos de la semana

 

 

Chubut es la provincia de los contrastes. En una de las imágenes, el intendente de Comodoro Rivadavia Juan Pablo Luque y el gobernador Arcioni, cuando anunciaban la construcción de una pileta de natación olímpica, que será clave para deportistas de la zona, en la ciudad petrolera. Y en la otra, el «balneario» municipal de Trelew, cuyas obras están abandonadas. El estado de cosas está a la vista. Para nuestros editores, son las fotos de significación política más trascendentes de la semana.

 

 

La sucesión de Maderna: ver, para creer

 

Adrián Maderna no puede ir por otro mandato como intendente de Trelew. Y a las claras está que entre sus filas se desató una batalla por la sucesión que no tiene reglas ni define las armas para competir: todo vale, incluso hasta sembrar sospechas sobre la misma gestión municipal. Claro que esto será una disputa de acusaciones, pases de factura, señalamientos intimidatorios; no debe esperar cualquier iluso que de esa sucesión política surjan propuestas en esta etapa. Mucho menos, soluciones a los graves problemas de la ciudad y sus vecinos, alternativas para la generación de empleo y oportunidades. No es el estilo ni mucho menos la intención: aquí se trata sólo de llegar donde se pretende para después ir viendo en el camino. Los miembros del grupo en pugna interna son todos «alumnos» del sistema que dio sustento a la marginalidad, la informalidad y el asistencialismo, sin promoción de empleo ni desarrollo.

 

Esa disputa interna está planteada y expuesta por sus propios protagonistas. Cuando en noviembre pasado surgió la posibilidad de que Leila Lloyd Jones cuente con el aval de Maderna para ir por la Intendencia en 2023, pasaron apenas unas horas para que la concejal oficialista Lorena Alcalá -ex pareja del intendente Maderna- hiciera pública su precandidatura. Y en el mismo día el por entonces secretario de Desarrollo Social, Héctor Castillo, también se postuló, aunque luego prefirió bajar el tono a sus manifestaciones. A todo esto, desde algunos despachos municipales y también en importantes oficinas fuera de la Municipalidad, apuestan a que Sebastián de la Vallina pueda ser el próximo intendente, algo que el propio secretario de Planificación nunca explicitó. En la tripulación de ese bote todos están preocupados por ser capitán y parecen no advertir que cada vez hay más agujeros en el fondo, y todo se hunde.

 

Ahora, la demolición de un viejo hotel alojamiento fue pretexto para seguir exponiendo el desmoronamiento de un grupo político que, además, perdió capacidad de negociación con otros sectores que lo miran con recelo.

 

Jaque Mate fue un conocido hotel alojamiento que funcionó durante décadas. Hoy está abandonado y la construcción de la calle Musters es una suerte de aguantadero para actividades delictivas, por eso los vecinos reclaman su demolición. El caso es que el propietario aduce no poder cubrir los costos para tirar abajo el viejo hotel y el Tribunal de Faltas intima al Municipio a que concrete la demolición. Según expuso el secretario De la Vallina eso demandará unos 2 millones de pesos, cifra que sorprendió y así lo expuso en la red social Twitter Leila Lloyd Jones. El caso es que la diputada provincial madernista no dejó pasar la oportunidad de sostener que De la Vallina se dedica a «hacer negocios» desde la gestión municipal. Si hasta le marcó la dilación con obras como el balneario municipal o en la calle Oris de Roa, lo que también significó un cuestionamiento a la gestión de su jefe político, Adrián Maderna.

 

Por su parte, De la Vallina prefirió el camino judicial y se presentó ante la Fiscalía para vindicarse ante las acusaciones de Lloyd Jones. Por cierto, el abogado que patrocina al secretario de Planificación es Federico Ruffa, aquel que tuvo que dejar la secretaría de Gobierno tras ser señalado por Héctor Castillo de haberlo intimidado con la Policía de Seguridad Aeroportuaria. En aquella oportunidad Maderna no pareció haber podido controlar la situación dándole apenas una licencia a su secretario de Acción Social, durante la que continuó entregando lotes.

 

Pero no solo se vindicó De la Vallina, sino que expuso a Leila Lloyd Jones ante la Justicia, pese a sus fueros como diputada. De hecho, planteó en un escrito que «sorprende que se hable con tanta liviandad cuando sus más estrechos allegados se dedican en forma habitual a realizar obras de servicios, loteos, construcción, etc. Por lo que no le resultan ajenos, del otro lado del mostrador, los trámites y formas de la gestión municipal». La alusión fue al esposo de Lloyd Jones, quien además la asesora en la Legislatura. Y repasó De la Vallina que «incluso hace relativamente poco tiempo, la denunciante fue vinculada a una construcción y conexión de servicios irregulares (clandestinas) que habrían sido realizados por personas de su más estrecho entorno, a pesar que se registralmente se encontraba todo a nombre de un tercero (que fue quien pagó las consecuencias)».

 

Y aludiendo a lo obvio, el secretario de Planificación  expuso ante la Justicia que «una acusación como la que liviana que irresponsablemente lanza la diputada Lloyd Jones, no afecta solo a mi buen nombre y honor sino que siembra un manto de dudas sobre todo el accionar desarrollado por la gestión del intendente Adrián Maderna».

 

A todo esto, el Intendente no emitió pronunciamiento alguno, pese a que una diputada perteneciente a su mismo grupo político, habló de «negocios» desde la gestión municipal, cuestionó el abandono de obras y lanzó un manto de sospechas. Tampoco hubo un pronunciamiento del resto del equipo municipal repudiando las acusaciones de Lloyd Jones. O en todo caso, si hubiera alguna razón en sus expresiones, tampoco se conoció un pedido de explicaciones a De la Vallina. Es decir que una diputada del mismo color político que el intendente habla de corrupción en el Municipio de Trelew y los responsables parecen mirar para otro lado. Total, ya va a pasar. El ventilador está funcionando con todo.

 

La semana en 7 frases

 

1. «Las cooperativas están al borde de dejar de potabilizar. Sólo 9 centímetros del nivel de la toma...» (Fabricio Petrakosky, presidente de la cooperativa de servicios públicos de Trelew, y a la vez, de la Federación Chubutense de cooperativas).

 

2. «Hay mucha preocupación por el volumen del embalse, está ingresando menos agua que la que se necesita para satisfacer la demanda de la producción de nuestro Valle Inferior del río Chubut y la población» (Nicolás Cittadini, titular del Instituto Provincial del Agua).

 

3. «Tuvimos varias infracciones por riego en horario no permitido» (Facundo Ursino, secretario de Ecología y Medio Ambiente de la ciudad de Puerto Madryn).

 

4. «...Me parece que tenés cero capacidad de gestión y lo único que hacés son negocios, nada más...» (Diputada madernista Leila Lloyd Jones, y un sorpresivo ataque al secretario Sebastián de la Vallina, por el costo de la demolición del ex hotel alojamiento Jaque Mate).

 

5. «Lloyd Jones puso en duda la gestión de Maderna». Sebastián de la Vallina. (Secretario de Planificación Municipal, defendiéndose de las acusaciones de la diputada de su mismo grupo y sector político).

 

6. «Una compañera con gran compromiso que ya viene trabajando en la gestión y que fortalecerá el vínculo de Trelew con otros municipios de la provincia...». (Adrián Maderna, sobre las competencias de Lua Amado, nueva secretaria de Asuntos Municipales).

 

7. «Precisamos que haya otro tipo de mancomunión para afrontar los incendios...». (Vicegobernador Ricardo Sastre, encabezando un encuentro entre el ministro de gobierno Cristian Ayala, Defensa Civil y bomberos de Puerto Madryn).

 

 

Se dice que...

 

...Puerto Pirámides es un infierno, aún pasados los incendios que mantuvieron en jaque a la península días atrás.

 

...para verificar el estado de ánimo, basta ver algunas publicaciones en la red social Facebook. Especialmente de Gabriela Bellazzi, la esposa del intendente Fabián Gandón, enojada con algunos vecinos y comerciantes a los que acusó de fomentar «golpes». El comentario fue por una publicación de esta columna, justamente. Hubo quienes después de los incendios y de los problemas con los servicios le habrían hecho llegar al vicegobernador Sastre la idea de «anexar» Pirámides a Puerto Madryn.

 

...el gobernador Mariano Arcioni anda con el ánimo alto después del golpazo que significó el fracaso de la ley minera. El «rush» de inauguraciones y anuncios en Comodoro junto a Juan Pablo Luque, les vino bien a ambos.

 

...parte de la ultra actividad que exhibe el oficialismo local, como el provincial, en Comodoro, tiene que ver mucho con la agenda 2023. Ana Clara Romero resultó una diputada activa y «picante», y una rival complicada para el peronismo en la ciudad petrolera.

 

...los intendentes andan preguntando en Educación por el estado real de las escuelas. Vamos, que falta poco para el inicio de clases.
 

 

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