Carlitos Balá: su paso por la zona y su amistad con diario EL CHUBUT

Cada vez que venía a la provincia, visitaba diario EL CHUBUT. A Carlitos Balá lo unía una gran amistad con el fundador de este diario, José María Sáez. Fue entonces cuando se tomaba fotografías con los niños y niñas, y con Chubutín, además de firmar autógrafos, fotos, recibir dibujos y cartas y presentarse en las ciudades de Trelew, Rawson y Puerto Madryn. Cada vez que llegaba a la provincia, sea cual fuere su agenda, visitaba a José María Sáez.
Con sus canciones, con sus personajes que ya eran parte del patrimonio cultural y televisivo, llegó con su circo, dejando gratos recuerdos entre los niños de entonces, hoy adultos; y entre tanta gente que disfrutó de su magia. Lo mismo que transmitía a través de la pantalla lo presentaba en los escenarios: el famoso chupetómetro que era una especie de caja de cristal gigante en el cual los niños de 2, 3, 4 o 5 años dejaban sus chupetes para siempre.

«LA TIERNA MAGIA DE BALA»

EL CHUBUT, en una publicación del 11 de noviembre de 1991, titulaba «La tierna magia de Carlitos Balá» y se hacía alusión a su presentación en Rawson, definiéndolo como «el eterno mago de la alegría y ternura para los chicos». 
«La comunidad infantil capitalina no desperdició la oportunidad -no siempre frecuente- de disfrutar del inolvidable show del eterno mago de la alegría y ternura que es Carlitos Balá, quien como no podía ser de otra manera, supo conquistar el corazón de los pequeños rawsenses».

EL CIRCO DE BALA

En noviembre de 1991, cuando se presentó con «El circo de Balá», una de las secretarias de ese show fue la periodista de LU 17, Gladys Videla, quien por entonces era una adolescente.
Ella recordó que la familia Madero «fue la que trajo a Carlitos Balá. Contrataron a varias chicas y chicos primero para repartir volantes y después la señora de Madero me contrató a mí y a otra chica que no recuerdo el nombre, y también estaba su hijo Pablo Madero. Porque Balá quería que sus secretarios sean del lugar.
«Pedía eso en cada provincia, que sus asistentes o secretarios sean del lugar», dijo Gladys, evocando esa gira en Trelew y Rawson. Otro recuerdo fue que «hacía calor en el Gimnasio Municipal de Trelew donde se presentó y por primera vez trajo sus fotos que tenían una leyenda que decía «Yo estuve con mi amiguito de Trelew». Toda una novedad para la época; esas fotos las regalaba».
Gladys recordó que compartió almuerzos con Balá, una persona «amorosa, que nos hablaba y nos decía que él andaba con su gente, pero le gustaba contratar a gente del lugar al que llegaba». Pasaron tantos años «y extravié unas cuantas fotos, pero hay algunas. Recuerdo que a mi mamá le tuve que rogar para que me deje ir a Rawson» y acompañar a Balá como secretaria.